El final de una larga noche
Inevitablemente todo llega su final. Aunque hay cosas que terminan solo para ser recordadas. As?? como tiempo atr??s HBO supo regalarnos esa hermosa obra de arte que fue True Detective (hablo de la 1ra temporada obviamente), hoy tambi??n se lleva todos los laureles por brindarnos una de las ficciones del a??o. Quiz?? la ficci??n del a??o. Con la impecable direcci??n de Steven Zaillian junto a la prodigiosa mente de Richard Price, The Night Of cierra en su season finale con un cap??tulo intenso que es el broche de oro a todo lo construido a trav??s de estos ocho cap??tulos.
El juicio contra Naz (Riz Ahmed) llega a los momentos cruciales. El equipo defensor Chandra-Stone se encarga de presentar ante el jurado los otros ???sospechosos??? del crimen que la investigaci??n policial y la fiscal??a obviaron en su af??n por condenarlo apresuradamente. Todos desfilan frente al estrado, casi como para que la audiencia elija a su candidato favorito. Ninguno se quiebra, ninguno parece decir toda la verdad. As?? que cuando llega el momento en que el nuevo Naz, musculoso, tatuaje en el cuello y adicto al crack, deba dar su testimonio; sabemos que cualquier cosa puede pasar. Una vez sentado en el banquillo, la fiscal Weiss (Jeannie Berlin, otro punto alto del reparto) hace gala de todo su ingenio para forzarlo a admitir la verdad m??s pura dentro de ??l, la que ir??nicamente puede significarle la condena; ???no s?? si la mat?????. La honestidad se vuelve contra ??l; ya todo est?? perdido.
Es entonces que The Night Of hace gala de que le importa sus personajes y se permite darle un momento de lucimiento a cada uno. As?? que es hora de volver a poner al ruedo al detective Box (Bill Camp). Esta vez, este viejo sabueso da con una pista m??s que interesante y un nuevo sospechoso entra en juego. Pero de nada basta que consiga ciertas pruebas circunstanciales ya que para la fiscal Weiss, ???hay m??s pruebas para condenar a Naz???. La justicia ya no es una cuesti??n de verdades sino de perspectivas. Por otro lado, el affaire entre Chandra y Naz es revelado ante las autoridades, en una maniobra desesperada de Stone para reiniciar el juicio. Pero la suerte no est?? de su lado y lo ??nico que consigue es que inhabiliten a Chandra y que ??l deba asumir el discurso de cierre de la defensa. Chandra paga por sus pecados y termina precipitadamente su prometedora carrera. Un triste destino aunque, a fin de cuentas, merecido
Y entonces, cuando el panorama es desolador, cuando la esperanza de este humilde espectador se esfuma, llega LA ESCENA por la que siento que ver esta miniserie vali?? la pena. No voy a transcribir las inspiradas palabras que escribieron los guionistas, solo decir que no solamente resumen a la perfecci??n mis sentimientos sobre Naz ,sino sobre el concepto de la serie en general. Y este discurso no pod??a venir de la boca de otro que no sea John Turturro como Jack Stone, para el que ya me quedan chicos los adjetivos. Simplemente aplausos.
Pasado el discurso de cierre, el jurado da su veredicto y resulta… (Redoble de tambores)… Nulo. La mitad de ellos cree en su inocencia y la otra mitad en su culpabilidad. El juicio podr??a reanudarse pero la fiscal Weiss no apela, quiz?? por culpa, quiz?? por entender que ya hizo lo que deb??a. En fin, Naz es LIBRE. Tras una sutil despedida con Freddy, un personaje que pas?? de ser amenazante a ser un eslab??n necesario m??s de un sistema corrupto, uno que reniega de ser un estereotipo. Naz sale por fin al mundo exterior que parad??jicamente a veces resulta m??s salvaje que el de la prisi??n. Su familia ya no es la misma, quebrada por las circunstancias, y para su comunidad sigue siendo una oveja negra. Sin embargo, Naz tampoco es el mismo y a fuerza de estos golpes de la vida se ha hecho un joven dispuesto a resistir. Porque una parte de ??l se perdi?? esa noche, mientras hablaba con una joven de hermosa sonrisa que se cruz?? en su camino por error. Esa noche frente al r??o, bebiendo una cerveza, hablando de una playa que no existe en esa ciudad oscura. Una parte de ??l que se perdi??, para no volver nunca m??s.
The Night Of no brindar?? nunca la respuesta de qui??n asesin?? a Andrea. No porque no pueda hacerlo sino porque no necesita hacerlo. Como supimos prever desde el primer episodio, esta no es la t??pica historia policial. Todos podemos ser v??ctimas, todos podemos ser victimarios. A veces ser justos se trata de dar un salto de fe. De mirar en los ojos de otra persona, tal vez los de un joven asustado esperando en una celda, y hacer algo tan simple como imposible: Confiar.
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