
Maldición ancestral
Basado en hechos reales y filmado en la casa embrujada en la que se basa el guion, la película se centra en una familia que se muda a Savannah, Georgia, Estados Unidos; para escapar del recuerdo del trágico ahogamiento de su hija. Una vez en su nuevo hogar, la madre comienza a experimentar fenómenos escalofriantes que la llevan a creer que está siendo perseguida por su hija muerta.

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Por Gastón Dufour
Alice: la gemela del diablo (A Savannah haunting), dirigida y escrita por William Mark McCullough, se posiciona como una propuesta intrigante dentro del género de terror, especialmente considerando que se basa en las experiencias personales del propio director. Su trama gira en torno a una presencia maligna y perturbadora que conecta con los elementos clásicos de casas embrujadas, fenómenos paranormales y un pasado traumático que se entrelazan para formar un relato gótico que explora el terror psicológico.
La elección de filmar en la casa embrujada de McCullough añade un nivel de autenticidad difícil de replicar en un set convencional. Esta decisión no solo aporta una atmósfera genuina, sino que también establece un vínculo directo entre el director y la historia, reflejándose en la intensidad de las escenas más inquietantes. Sin embargo, la ambientación por sí sola no sostiene toda la carga del terror; es la combinación de este entorno con una cuidadosa construcción del suspense y el desarrollo de la protagonista lo que da vida a la narrativa.
La actuación de Gena Shaw merece una mención especial, considerando el reconocimiento recibidos como mejor actriz en el Catalina Film Festival. Su interpretación logra capturar la vulnerabilidad y el temor que se apoderan de una mente acosada por la duda y la desesperación, elevando la narrativa más allá de los clichés habituales del género. Logra dotar de profundidad a un personaje que, en otras manos, podría haberse sentido unidimensional, pero aquí encontramos una evolución que nos arrastra en su descenso hacia la locura.
No obstante, la película no está exenta de defectos. El guion, aunque efectivo en momentos de tensión y en la creación de atmósfera, ocasionalmente se ve lastrado por diálogos que bordean lo predecible, desdibujando la línea entre el horror que pretende y los tópicos comunes del género. Hay instantes en los que parece debatirse entre ser un homenaje al terror clásico y un intento de innovar, sin lograr completamente lo uno ni lo otro.
La dirección, por otro lado, muestra un manejo sólido del ritmo narrativo, evitando caer en el abuso de sobresaltos fáciles. Opta por un terror que se infiltra lentamente, utilizando la casa como un personaje más, cuyas sombras y recovecos ocultan secretos perturbadores. Es aquí donde la historia brilla, al hacernos partícipes de una experiencia que juega con nuestras expectativas y nos obliga a cuestionar la realidad.
En resumen, Alice: la gemela del diablo se presenta como un relato gótico que fusiona horror psicológico y fenómenos paranormales. Aunque en ciertos momentos su guion cede ante los convencionalismos, logra mantener el interés gracias a la interpretación de su protagonista y a la atmósfera inquietante que McCullough construye con acierto. Un film que, si bien no redefine el género, ofrece una experiencia auténtica y perturbadora que resonará con los aficionados del terror.
TÍTULO: Alice: La gemela del diablo
TÍTULO ORIGINAL: A Savannah Haunting
DIRECCIÓN: William Mark McCullough
ELENCO: Gena Shaw, Tommi Rose, Anna Harriette Pittman, Dean West y Simbi Kali
GÉNERO: Terror.
ORIGEN: Estados Unidos.
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