
Alfonso Cuarón y Cate Blanchett se unen para la nueva serie de Apple TV+
LA RECONOCIDA DOCUMENTALISTA CATHERINE VERÁ CÓMO SU MUNDO SE DA VUELTA CUANDO LE LLEGA UN ENIGMÁTICO LIBRO QUE RELATA SOBRE SU OSCURO PASADO.


Por Ignacio Pedraza
Si bien Desprecio (Disclaimer, 2024) se inserta propiciamente en el terreno del thriller de suspenso y drama, la serie creada por el galardonado Alfonso Cuarón también tiene mucho por decir sobre los tiempos que corren respecto a la posverdad, la construcción de discursos sin mucho sustento y el subjetivismo al mango.
La vida de la documentalista Catherine Ravenscroft (Cate Blanchett) parece tenerlo todo, con un reconocimiento continuo de su trabajo y un amable matrimonio con Robert (Sacha Baron Cohen), en ese orden de prioridad. Sin embargo, cuando le llega un enigmático libro basado en su pasado, todo se dará vuelta y lo que parecía estable comenzará a escurrirse.
El realizador mexicano se basa en la novela de Renée Knight para retratar una historia no lineal, con tiene indicios de cuento para adultos a través de la omnipresente voz en off –por momentos redundante– a cargo de Indira Varma. La crónica se sitúa en diferentes puntos para explicar causas y consecuencias del hecho, donde aquel libro que llega a manos de la protagonista –y de su círculo íntimo– sirve como estallido y unifica los distintos espacios temporales, albergando otras cuestiones intimistas que estaban encubiertas o maquilladas hasta ese momento –allí cumple a la perfección el rol de Nicholas (Kodi Smit-McPhee)–.
La trama está acicalada de mayor pretensión de lo que realmente sucede, pero aquello de lo que se jacta está justificado al darle mayor validez que en otras manos hubiera sido más anodina. Ese rasgo presuntuoso se define en dos puntos: los aspectos técnicos, que son de lo más destacado en el año dentro de la pantalla chica, con una glamorosa fotografía de Emmanuel Lubezki –habitual colaborador del director y guionista– y Bruno Delbonnel; por otra parte la interpretación de Blanchett que, si bien no será lo más recordado de su gran filmografía, en sus destellas apariciones demuestra que es una de las mejores de la actualidad, estando varios escalones más arriba que el resto del reparto.
Cuarón tampoco ahorra en lo crudo y, varios pasajes que podían intuirse desde lo dialéctico, su creador decide retratarlo de manera gráfica generando un visionado descarnado y que puede rehuir a cierta parte del público, en contraste con la refinada puesta en escena. Además de esto –el bueno de Alfonso ha sabido sobrellevar lo áspero sin tapujos–, durante los siete episodios el argumento tiene livianas modificaciones para evitar caer en lo plano, pero que su resolución puede resultar un tanto llamativa, no necesariamente en el buen sentido, o desinflada.
Si bien para la vista no falla y estamos hablando de una producción de alto nivel que se nota, el recorrido de la nueva serie de Apple TV+ no deja de sentirse un tanto irregular que pretende escalar alto de una limitada pared, aunque logra cumplir con parámetros básicos del suspenso que tampoco la hace un proyecto fallido.
Si te gusta lo que hacemos, podés colaborar con tu aporte.
