
Un mundo lleno de espionaje y de venganza
Charlie Heller es un brillante pero profundamente introvertido decodificador de la CIA que trabaja desde una oficina en el sótano de la sede en Langley, cuya vida da un vuelco cuando su esposa es asesinada en un ataque terrorista en Londres. Cuando sus supervisores se niegan a tomar medidas, él decide tomar el asunto en sus propias manos.

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Por Theo Cesari Rives
Si el Agente 47 de Hitman tuviera un primo nerd, probablemente se parecería a El Amateur: Operación Venganza. Solitario, obsesivo, con un trauma que lo impulsa y sed de venganza. La nueva película protagonizada por Rami Malek nos mete en un thriller asfixiante que, a primera vista, puede resultarnos predecible (incluso con secuencias que parecen escritas por una IA), pero que hacia el final se redime con momentos por demás interesantes. Y es justamente en esas secuencias donde la película hace base y muestra sus cartas: en la vulnerabilidad de un personaje que no nació para matar, pero se ve obligado a hacerlo.
Con diálogos algo escuetos, apoyados más en lo visual que en lo verbal, el director James Hawes nos cuenta la historia de Charles Heller, un criptógrafo de la CIA que pierde a su esposa en un ataque terrorista en Londres, y al descubrir que sus jefes no piensan actuar —debido a prioridades internas en conflicto— decide ejercer justicia por mano propia. El planteo es fuerte, pero lo que podría haber sido una exploración profunda sobre la pérdida, el sistema y la obsesión, se convierte en una historia que prefiere el esquema al riesgo.
El guion, coescrito por Gary Spinelli y Michael Finch, confía demasiado en estructuras prefabricadas. Los diálogos son básicos, sobre explicativos y muchas veces vacíos; hay escenas que parecen estar ahí solo por compromiso, y personajes que no cumplen ninguna función real dentro del relato. En su intento por ejecutar un plan hollywoodense al pie de la letra, la película pierde organicidad y se diluye en lo que parecen ser prompts de ChatGPT. No es que la historia no funcione desde lo estructural —lo hace—, pero lo ejecuta sin ningún tipo de riesgo, y con una duración algo exagerada para lo que realmente tiene para contar. En lugar de personas con conflictos, aparecen figuras planas, más cercanas a los llamados NPCs de los videojuegos —sigla que significa Non-Playable Characters (Personajes No Jugables)—, es decir, esos personajes de fondo que están ahí para que el protagonista interactúe con ellos sin que tengan una vida propia. Y así, lo que debería sentirse como un mundo denso y complejo, se convierte en un decorado funcional (lleno de propaganda estadounidense).
Rami Malek, un actor con una intensidad muy particular, retoma ciertos gestos de su personaje en Mr. Robot, pero lo hace sin el respaldo emocional ni la complejidad psicológica de aquel rol. Su actuación se convierte en un eco, una sombra de algo que ya vimos, y que ahora se siente impostado. El problema no es su talento —que es muy evidente—, sino una dirección que lo deja atrapado en la idea de sí mismo, como si estuviera interpretando un recuerdo de otro personaje. Se lo ve contenido, como si no terminase de creerse que él es un héroe de acción.
La película tiene momentos potentes, especialmente en lo que respecta a las muertes, que por momentos parecen salidas de un slasher de acción con poco gore. Lo más interesante, sin dudas, es la creatividad visual en la ejecución de los asesinatos. Esa especie de checklist de objetivos que Heller debe ir eliminando funciona como guiño —consciente o no— al mundo de Hitman, donde la estrategia y la planificación importan más que la violencia directa. Sin embargo, incluso este recurso termina perdiendo impacto por una falta total de construcción emocional: seguimos los pasos de un personaje que no logra conmover, y asistimos a la muerte de figuras que, por su superficialidad, no generan ningún peso. Como si todo estuviera diseñado para avanzar hacia un final, sin importar realmente lo que se pierda en el camino.
De todas formas, es un film interesante, donde importará más lo que vemos que lo que escuchamos. Acompañando la historia con paisajes europeos se nos planteará constantemente una pregunta: ¿Hasta dónde llegarías para vengar a la persona que amas? (originalidad pura). No te va a tener al borde del sillón ni te va a dejar pensando toda la noche, pero entretiene lo justo. Si buscás una película para pasar el rato con una historia que se mueve sola, sin pedirte demasiado, El Amateur: Operación Venganza cumple. No sorprende, pero tampoco molesta. A veces, eso también es un mérito.
TÍTULO: El Amateur: Operación Venganza
TÍTULO ORIGINAL: The Amateur
DIRECCIÓN: James Hawes.
ELENCO: Rami Malek, Laurence Fishburne, Caitriona Balfe, Jon Bernthal, Michael Stuhlbarg.
GÉNERO: Thriller.
ORIGEN: Estados Unidos.
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