Entre la pol?mica y las buenas intenciones
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Por Javier Puma
Ya sea por una u otra raz?n, 13 Reasons Why se convirti?, casi de inmediato desde su lanzamiento, en la serie m?s comentada en redes sociales. El revuelo causado por su historia ha llevado a especialistas a dedicarle columnas enteras y a sus creadores a responder ante ciertas acusaciones. As? que, tras ver los 13 episodios de la primera temporada, me encuentro listo para unirme al debate.
Para quienes lo desconozcan, 13 Reasons Why es un drama que narra las peripecias de Clay Jensen, joven noble e introvertido ?(un estupendo Dylan Minette) tras el tr?gico suicidio de Hannah Baker (Katherine Langford), su compa?era de secundaria y de la que estaba enamorado en secreto. Sin embargo, todo da un giro inesperado a partir de una serie de cassettes grabados por la propia Hannah en las que se?ala a los responsables de su decisi?n, incluyendo al propio Clay. De all? en m?s, la serie se adentra en tem?ticas cada vez m?s controvertidas como el abuso de drogas, el alcohol, el bullying, el acoso sexual e incluso la violaci?n.
Como pueden observar, la serie parte de una premisa bastante problem?tica. El personaje de Hannah Baker elabora todo un plan (que borda peligrosamente lo perverso) utilizando su propia muerte como elemento de culpa para quienes considera ?razones? y forzarlos a escuchar su descargo final. Es ella la ?voz? cantante que juzga los hechos y es la que de cierta manera termina adoptando la serie a medida que se sucede el relato. Lo cual es un arma de doble filo ya que aunque esto nos permite conocer ?ntimamente a Hannah tambi?n genera un discurso moral contradictorio, propio de una persona con inestabilidad emocional. Esta contradicci?n nunca es resuelta sino deliberadamente evadida por los realizadores. Por lo cual resulta un gran m?rito la interpretaci?n de Langford, que sobrelleva con candidez y naturalidad un rol complicado en los papeles. Pero, a pesar de todo, la sensaci?n sigue ah?…
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El verdadero hallazgo de la serie es el personaje de Clay. No solo por el gran trabajo de Dylan Minette sino por representar con ?xito uno de los conceptos fundamentales de la serie: el paso a la adultez. La ruleta emocional que atraviesa Clay, pasando por el desconcierto, la culpa, la depresi?n y la ira, hasta desembocar en una aceptaci?n madura de los hechos y de sus propios sentimientos; es el pilar que sostiene a esta historia. Acompa?arlo, como espectadores, en este proceso es lo que nos permite derivar en sus mismas conclusiones y sentir algo de alivio al final de que quiz?s haya algo de esperanza en el horizonte.
Bien, una vez terminada la temporada mis sensaciones fueron encontradas. Como una persona que ha sufrido bullying en su juventud, realmente valoro que una ficci?n haya puestos estos temas sobre la mesa y no se haya quedado en medias tintas. Mis principales discrepancias est?n en la manera en que se exponen muchos de estos temas (en particular las escenas extremas y gr?ficas de violencia y abuso sexual) generando reacciones encontradas en el espectador promedio. He aqu? que quiero dejar algo bien en claro: 13 REASONS WHY NO INCITA AL SUICIDIO. Afirmarlo me parece una interpretaci?n superficial del relato. Esta serie quiere que comprendamos que el bullying es m?s que un chico golpeando a otro en el patio de la escuela, que la violencia entre los j?venes se traduce en muchos niveles y m?s a?n en esta era digital. Que hay una falta de comunicaci?n grave entre adultos y adolescentes, y eso va m?s all? de un dialogo cordial. 13 Reasons Why quiere darnos una lecci?n directa: que la clave puede estar en algo tan simple y a la vez complejo como tratarnos mejor unos a otros. Y s?, para dejarnos esa lecci?n, termina actuando con torpeza. Subrayando acciones, haci?ndolas m?s impactantes de lo que deber?an, recalcando informaci?n y captando nuestra atenci?n con elementos propios de un g?nero ajeno al n?cleo de la historia. Con torpeza, pero con buenas intenciones.
As? que seg?n mi punto de vista, no tengo dudas; si 13 Reasons Why falla, si parece estrellarse contra la pared y salvarse a ?ltimo minuto, avanzar un paso y retroceder dos, ?es precisamente por sus buenas intenciones. Alguno podr? decirme que ?con buenas intenciones no alcanza? Y aunque no me atrever?a a contradecirlo, preferir?a dejar ese debate para otra ocasi?n.
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