Entrevista a Juan Fern??ndez Gebauer y Nicol??s Su??rez.

Directores de Hijos nuestros

Este jueves estren?? en las salas argentinas Hijos nuestros, la ??pera prima que vimos por primera vez en la 30?? edici??n del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, como parte de la Competencia Nacional (pueden leer nuestra review ac??). Un film con un futuro prometedor justamente fue el dirigido por Juan Fern??ndez Gebauer (tambie??n es actor) y Nicol??s Su??rez (tambi??n licenciado en Letras), una comedia dram??tica que muestra al hincha de f??tbol bajo una nueva luz. Todo comienza con Hugo (Carlos Portaluppi) y su cotidiana vida, un taxista de barrio con un fanatismo religioso por los colores de San Lorenzo. Todo cambia el d??a que una mujer (Ana Katz) y su ??nico hijo se suben al taxi de Hugo para poder llegar a un partido de f??tbol.

Egresados de la ENERC, los j??venes realizadores trabajaron en diversos cortos exhibidos en festivales nacionales e internacionales y en Cinergia tuvimos la posibilidad de dialogar con ellos:

Hijos nuestros es una pel??cula que refleja el sentimiento futbolero. ??C??mo es su relaci??n con el f??tbol? ??Y por qu?? San Lorenzo?

Tenemos una relaci??n ambivalente con el f??tbol y creemos que eso se puede apreciar en la pel??cula. Si bien ambos nos consideramos fan??ticos, el proceso de escritura y producci??n de Hijos nuestros coincidi?? con una etapa de desencantamiento que los dos transitamos y que nos llev?? a empezar a observar el fen??meno del f??tbol con cierta distancia. Es por eso que la pel??cula pivotea entre esas dos miradas: se trata de cuestionar cierta idiosincrasia futbolera (con sus connotaciones de machismo, costumbrismo, exitismo y barrialismo), pero a la vez sin desconocer el potencial creativo de las pasiones populares.

En cuanto a la elecci??n de San Lorenzo, las razones por las cuales decidimos vincular la historia del protagonista con este club son muy diversas. Por un lado, en t??rminos dram??ticos, busc??bamos un club cuya historia de las ??ltimas d??cadas hiciera un arco inverso al del personaje. En los ochenta, cuando nuestro protagonista era jugador, San Lorenzo se encontraba en el peor momento de su historia. Y ahora que el club repunt?? y alcanz?? logros que no hab??a conquistado antes, el personaje toca fondo. Necesit??bamos que fuese un club ???exitoso??? porque, m??s que un personaje pat??tico en funci??n de los malos resultados de su equipo, nos interesaba construir un pathos de lo futbol??stico que, por extensi??n, abarca lo social y tiene menos que ver con el ??xito o el fracaso como opciones particulares que con la l??gica del exitismo. Por otra parte, quer??amos que fuese un club grande (como para no empatizar con el personaje desde un lugar condescendiente), pero a la vez con cierta impronta barrial que, desdibujada y problematizada, tambi??n fuese ??til a la hora de pensar los recorridos urbanos del taxi. Los murales del barrio de Boedo, por ejemplo, contienen una mezcla casi surrealista de materiales (de Picasso al Mono Irusta), que eran como un disparador de formas de subvertir el costumbrismo. Adem??s, toda la cuesti??n religiosa que rodea al mundo de San Lorenzo (no solo, desde luego, por el conocido fanatismo del papa, sino tambi??n porque el club mismo fue fundado por un cura en un oratorio en el que de hecho grabamos una escena) fue productiva a la hora de pensar un paralelismo entre el fanatismo religioso y el fanatismo futbol??stico. Por ??ltimo, y esto es literalmente un dato de color, la gama de colores del rojo y el azul nos pareci?? rica para trabajar la imagen de la pel??cula en funci??n de los estados de ??nimo cambiantes del protagonista, de lo fr??o a lo c??lido.

??C??mo nace la historia y el t??tulo de la pel??cula?

Antes de empezar a escribir el guion, Nicol??s sufri?? una importante lesi??n en su rodilla jugando al f??tbol. El pap?? de Juan, por su parte, lleg?? a jugar en la primera de Independiente pero debi?? retirarse por una lesi??n. De manera que hay un fuerte componente autobiogr??fico en el germen de la pel??cula. Pero m??s all?? de eso, lo que nos interes?? fue extrapolar esas experiencias personales a un nivel m??s amplio y problematizar el modo en que el f??tbol es depositario de un conjunto de deseos, fantas??as, sentimientos y pasiones que movilizan a mucha gente, pese a que esas expectativas la mayor parte de las veces quedan frustradas. No solo porque somos muchos los que alguna vez so??amos con ser jugadores pero muy pocos efectivamente lo logran, sino tambi??n porque hay algo un poco masoquista en el hincha fan??tico extremo (estad??sticamente, lo m??s probable siempre es perder: compiten veinte o treinta equipos y solo puede salir campe??n uno).

Con respecto al t??tulo, surgi?? en la etapa de edici??n. En la jerga del f??tbol, una forma t??pica de ridiculizar a otros equipos es calificarlos como ???hijos nuestros???. Un equipo que siempre le gana a otro tiene el leg??timo derecho de llamarlo as??. Esto implica que los otros son no adultos; son como ni??os. Y los ganadores son los hombres verdaderos: los padres. Esta idea nos pareci?? atractiva no solo para dar cuenta de la l??gica machista dominante en el mundo del f??tbol, sino tambi??n como met??fora de las relaciones filiales en una sociedad que devora a sus hijos.

??C??mo es la experiencia de dirigir de a dos?

La tarea de dirigir es curiosa porque uno est?? todo el tiempo rodeado de gente y al mismo tiempo est?? muy solo. Hacerlo de a dos permite transitar esa soledad de otra manera. Claro que es una experiencia intensa, ya que a las dudas personales de cada uno se suman las del otro. Entonces est??s obligado a dialogar todo el tiempo y a ser muy autocr??tico. Pero a la vez es fundamental dejarse guiar por las intuiciones, incluso cuando no son compartidas. Trabajando de esa manera, uno se encuentra con sorpresas que no aparecer??an de otro modo. Desde luego, cuando esto est?? contenido en el marco de una amistad de a??os (nos conocimos en 2008 en la ENERC, que es la escuela donde estudiamos), todo se hace mucho m??s f??cil y disfrutable.

??En qu?? momento pensaron en Ana y Carlos para ser los protagonistas?

Desde una etapa temprana del proyecto, pensamos en Carlos para encarnar al protagonista. Su imagen, incluso, ya estaba en el storyboard que presentamos al INCAA en primera instancia. Es un actor que admiramos enormemente y que, entre otras muchas cualidades, sab??amos que ten??a la versatilidad suficiente para generar la empat??a y la antipat??a que busc??bamos en el personaje. As?? que lo pusimos al tanto de nuestra intenci??n de hacer la pel??cula desde temprano. Pero el contacto m??s formal y la propuesta concreta llegaron en 2013, cuando estuvo disponible el dinero para filmar. Luego, revisando los trabajos de Carlos, volvimos a ver Una novia errante y nos sentimos muy atra??dos por la qu??mica existente entre Carlos y Ana, as?? como por el trabajo de ella en particular. Ana aport?? a la pel??cula una mirada y una sensibilidad muy particulares, que se corren del costumbrismo sin perder por eso un ??pice de emoci??n. En cuanto a Valent??n Greco, lo conocimos a trav??s de una convocatoria que hicimos e inmediatamente nos impact?? con solo verlo. Vino al casting con un jogging arremangado, una camiseta del Real Madrid y unos botines fl??o que son los mismos que us?? en la pel??cula. Despu??s nos enteramos de que se hab??a puesto el jogging as?? porque le quedaba chico, pero el concepto para el vestuario del personaje ya estaba pr??cticamente resuelto en esa primera imagen. Lo fundamental fue que ??l jugaba al f??tbol competitivamente y estaba transitando por una etapa parecida a la del personaje, para quien ese deporte que practicaba como un juego de repente empieza a tornarse algo m??s serio. Eso era fundamental, porque no solo nos permiti?? potenciar las escenas de f??tbol, sino que adem??s le daba credibilidad al personaje en su forma de moverse y de hablar. La prueba en San Lorenzo la hizo de verdad y se la banc?? bastante bien. Valent??n demostr?? ser un chico inteligente, maduro, curioso y muy talentoso, con una sensibilidad que, a pesar de no ser ??l un actor con formaci??n, estaba todo el tiempo a flor de piel. Era realmente conmovedor verlo esforzarse en el rodaje y observar el modo en que Carlos y Ana lo acompa??aban.

??Por qu?? demor?? tanto el estreno de la pel??cula?

En realidad, eso depende de cu??l es el par??metro seg??n el cual se mide lo que tarda el proceso de producci??n de una pel??cula. No creemos que este haya sido particularmente largo. Primero fueron cinco a??os de escritura del guion, con intermitencias. Tal vez esta etapa fue la m??s larga. Pero es entendible en el sentido de que es la ??nica que no contaba con financiamiento y, por lo tanto, uno no puede dedicar todo su tiempo a escribir, de manera que es una actividad m??s extensiva si se la compara, por ejemplo, con la intensidad de un rodaje. Luego, en el a??o 2012, ganamos el concurso de ??peras Primas del INCAA y pas?? aproximadamente un a??o y medio hasta que cobramos la primera cuota. Unos seis meses despu??s empezamos a grabar y el rodaje dur?? cinco semanas. A partir de entonces fueron nueve meses de edici??n, de nuevo con intermitencias. En esta etapa, s??, nos tomamos un buen tiempo, como para estar seguros de las decisiones que tom??bamos, sin apresurarnos. Finalmente, nos tomamos unos dos meses m??s para la postproducci??n de sonido y de imagen.

??Qu?? directores los inspiran? ??Qu?? cine acostumbran a ver?

Los gustos son amplios, porque nosotros somos dos y porque ambos tratamos de ver todo el cine que podemos. En concreto, para esta pel??cula, trabajamos con una constelaci??n de referencias bastante heterog??nea, que incluye cl??sicos modernos de Hollywood como la ineludible Taxi Driver, un cine de autor como puede ser el de Bu??uel, pero tambi??n pel??culas de la llamada edad de oro del cine argentino como El hincha y otras que podr??an enmarcarse dentro del nuevo cine argentino, ya sea el de los sesenta (nos referimos a El crack, de Jos?? Mart??nez Su??rez) o el de los noventa (Bolivia, de Caetano).