El cineasta formose?o Sebasti?n Caulier llega a la pantalla grande con El corral, su segundo largometraje, donde encuadra una historia de adolescentes que emprenden una aventura que comienza de forma inocente y desencadena en consecuencias inimaginables para sus protagonistas. Pudimos entrevistarlo en Cinergia para conocer m?s acerca de esta historia y sus otros proyectos.
?C?mo surgi? la historia de El corral?
SC: El germen de la historia naci? hace muchos a?os en un taller de guion. El disparador fue un recuerdo del secundario que de hecho termin? siendo una escena de la pel?cula: un amigo m?o al que un d?a a la salida de la clase de gimnasia nuestros compa?eros lo persiguieron tir?ndole piedras, hasta hacerlo caer de la bici. A este recuerdo disparador se le fueron sumando m?s vivencias y personajes de esa ?poca, y de a poco empez? a tomar forma de historia. En un momento me estanqu? con el guion, lo abandon? y segu? con otra historia, que termin? siendo La inocencia de la ara?a, mi primera pel?cula. Despu?s de varios a?os decid? retomar El corral (estuvo como seis a?os cajoneada) y volver a escribirla desde cero. Ah? s? sali?. Conclusi?n: a veces los guiones para madurar necesitan pasar unos a?os en el caj?n.
?Ves en la pel?cula un espejo de tu adolescencia?
SC: De hecho s?. Un espejo un poco distorsionado, pero s?. Si bien el argumento es ficticio, el universo en el que se desarrolla es bastante autobiogr?fico, porque son los personajes y las situaciones de mi adolescencia. Tambi?n veo en Gast?n y Esteban a dos versiones muy distintas de m? mismo. No es que haya querido hacer algo necesariamente autobiogr?fico, simplemente sali? as?. La materia prima de cualquier autor son sus emociones y sus vivencias, y ?sas son las m?as.
?Qu? te lleva a contar historias acerca de la adolescencia?
SC: De la adolescencia me atrae la idea de extranjeridad. Me resulta muy interesante esta idea de una persona expulsada de ese pa?s c?modo que era la ni?ez y arrojada a un mundo desconocido, incomprensible y, por momentos, aterrador. Ese mundo en el que ya nada es familiar, ni siquiera el propio cuerpo, y en el que hay que empezar a construir una nueva identidad desde cero. Es justamente eso ?lo conflictivo, la inc?gnita, la situaci?n de absoluta incertidumbre? lo que me m?s me interesa de esa etapa de la vida. Y tambi?n la paradoja de que, a?n siendo la edad m?s complicada en la existencia de una persona, desde el cine y la televisi?n siempre se le haya dado un tratamiento totalmente edulcorado e idealizado. Nos venden como ?la mejor ?poca de la vida? la que en realidad es la m?s dif?cil. Esto me incentiv?, supongo, a querer contar la adolescencia pero desde su costado m?s turbio, menos marketinero. Mostrar otra cosa, desarmar un poco el discurso instalado.
?C?mo encar?s tu trabajo con el hecho de que El corral transcurra entre el humor negro y el drama y a?n as? no terminar en algo carente de sentido?
SC: Me gusta la idea de atravesar distintos tonos en un mismo relato, ir pasando de uno a otro. B?sicamente porque as? es la vida: uno va pasando por distintas emociones y situaciones, y cada uno de esos estadios de la vida podr?an corresponderse con un tipo diferente de esos dispositivos narrativos que llamamos g?neros.?A veces uno est? metido en una comedia, a veces en un melodrama, a veces en un thriller, a veces en una de aventuras. Ac? quise instalar un tono de comedia adolescente primero, hacer que el espectador se sintiera c?modo en ese terreno reconocible, para despu?s ir poco a poco llev?ndolo hacia un lugar m?s oscuro, m?s inquietante, hasta terminar definitivamente en el thriller. Pero no quise hacerlo simplemente porque s?, sino porque esos tonos para m? eran los que se correspond?an con el trayecto del personaje. En la edici?n definimos con el montajista lo que llamamos una ?br?jula tonal? de la pel?cula con cuatro tonos como puntos cardinales: humor, adrenalina, suspenso, emotividad (que bien podr?an corresponderse con cuatro g?neros: comedia, drama, thriller, aventuras) y, con eso como referencia, fuimos armando la pel?cula cuidando mucho el traspaso de un tono a otro, analizando cu?ndo, d?nde y por qu?, para que esa diversidad quedara como una evoluci?n necesaria.
El Corral est? ambientada en 1998. ?Qu? cambiar?a si fuera en esta ?poca?
La ambient? en Formosa a fines de los ?90 por una cuesti?n emocional y bastante caprichosa, que tiene que ver con que es la ?poca y el lugar en que yo hice el secundario. Quer?a contar esa adolescencia: la que conozco, la que viv? yo. De ah? se desprenden todas las incidencias que tiene la ?poca en la historia: la relaci?n entre los dos chicos que se forma puramente de presencia y momentos compartidos (no a trav?s de redes sociales ni celulares) y situaciones espec?ficas clave del argumento que directamente no podr?an haber ocurrido de mediar la tecnolog?a actual (como, por ejemplo, la escena en que Gast?n tiene que salir del colegio para hacer una llamada desde el tel?fono de la esquina y alertar sobre una bomba). Por ?ltimo, creo que estos arquetipos que presento (el rebelde nihilista que es Gast?n y el nerd solitario atormentado que es Esteban) tienen algo muy noventoso. Creo que estos moldes en los que se refugian estos dos personajes eran muy usuales en esa ?poca apol?tica y esc?ptica en la que no hab?a Estado que vertebre ni a?ne la experiencia de vivir en sociedad y cada uno iba suelto por su lado, como buey perdido. No digo que esto sea excluyente de los ?90, por supuesto, pero es como yo recuerdo esa ?poca.
?Qu? cambi? luego de filmar La Inocencia de la ara?a?
SC: Muchas cosas. Lo principal que cambi? es mi concepci?n del mundo del cine y del lugar que yo vine a ocupar dentro de ?l. Cuando film? La inocencia de la ara?a era mucho m?s joven (ten?a 26 a?os) y bastante m?s inocente con respecto a todo. Cre?a que filmar una pel?cula significaba ?llegar? a alg?n lugar. Como que despu?s de eso todas las puertas se iban a abrir y ya a iba a empezar a ser lo que se dice un ?director de cine?. Despu?s de La inocencia de la ara?a me di cuenta de que no hab?a llegado a ning?n lado, de que esa pel?cula hab?a sido simplemente un paso m?s y que la vida segu?a, tan poco ?pica como siempre. As? que segu?. Ahora estoy convencido de que no hay ning?n lugar al cu?l llegar, as? que me concentro en lo ?nico que importa de todo esto, que es filmar m?s y mejor.
?Cu?les son tus referentes cinematogr?ficos?
SC: Nunca trabajo apoy?ndome en referencias expl?citas a otras pel?culas, pero claramente noto en m? la influencia de los cineastas que m?s me marcaron. Lo interesante de las influencias es que no siempre son conscientes, y que a veces uno tiene como influencia cosas que jam?s imaginar?a que lo est?n influenciando. Me gusta pensar a las influencias no como la voluntad consciente de parecerse a alguien, sino como un lente a trav?s del cual se ve el mundo. O sea, no como la voluntad consciente de imitar a alguien, sino como una especie de centro de gravedad, algo que no se puede evitar. En esta pel?cula en particular, por su carga de suspenso, noto mucho la huella que dejaron en m? las pel?culas de Alfred Hitchcok y Brian de Palma. Tambi?n s? que est?n presentes en m? los grandes maestros del cine de terror, como John Carpenter en su variante m?s fant?stica y Roman Polanski en su variante m?s psicol?gica. Me gusta mucho el cine de terror, pero este tipo de terror que te digo, no el gore que est? de moda ahora: eso s? que no me interesa nada. Tambi?n creo que corren por mis venas el humor amargo de Todd Solonz y la frialdad anal?tica de Michael Haneke. Y, en esta pel?cula en particular, tambi?n noto algunas influencias a?n menos conscientes, como la ?pica de ciertas pel?culas de adolescentes de los ?80 del tipo Cuenta conmigo y Los goonies. En definitiva: hay de todo en mi cabeza.
?C?mo ves el cine de g?nero actual en la Argentina?
SC: Lo veo muy empoderado, y eso me alegra. Creo que, independientemente de los c?rculos especializados en el cine de g?nero, hay una tendencia general a volver a las historias de personalidad fuertemente narrativa. La semana pasada fui a un programa de radio a promocionar la pel?cula, y estaban tambi?n los directores Camila Toker y Santiago Van Dam, y nos dimos cuenta de que los tres, sin conocernos ni pertenecer a ning?n c?rculo especializado en cine de g?nero, hab?amos hecho pel?culas que podr?an llamarse ?de g?nero?, con conflictos fuertes, intriga, acci?n. As? que eso es un signo de que algo cambi?. Cuando yo estudiaba cine, a principios de los 2000, directamente estaba mal visto pensar en g?neros. Tambi?n noto que, desde hace algunos a?os, tanto el INCAA como otras instituciones de fomento a la cultura cambiaron de actitud con respecto al cine de g?nero, lo que me parece important?simo si queremos tener una cinematograf?a variada. De todas maneras, a m? me gusta mirar todo tipo de cine, inclusive ese cine que no tiene nada que ver con lo que yo hago. Disfruto y aprendo de muchas maneras, no solo a partir de las cosas que se me parecen.
?Cu?l es tu pr?ximo proyecto?
SC: Mi siguiente pel?cula es algo completamente diferente: una pel?cula de terror psicol?gico, protagonizada por un hombre adulto, y en Buenos Aires. A?n as?, vuelve a aparecer una escuela como escenario, pero de una manera muy secundaria. As? que, ahora que lo pienso, tan diferente tal vez no sea. Me parece que el tema me persigue.
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