La esperada película de Ridley Scott con Pedro Pascal y Paul Mescal
AÑOS DESPUÉS DE PRESENCIAR LA MUERTE DEL ADMIRADO HÉROE MÁXIMO A MANOS DE SU TÍO, LUCIO SE VE FORZADO A ENTRAR EN EL COLISEO TRAS SER TESTIGO DE LA CONQUISTA DE SU HOGAR POR PARTE DE LOS TIRÁNICOS EMPERADORES QUE DIRIGEN ROMA CON PUÑO DE HIERRO. CON UN CORAZÓN DESBORDANTE DE FURIA Y EL FUTURO DEL IMPERIO EN JUEGO, LUCIO DEBE REMEMORAR SU PASADO EN BUSCA DE LA FUERZA Y EL HONOR QUE DEVUELVAN AL PUEBLO LA GLORIA PERDIDA DE ROMA.
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Por Ignacio Rapari
Si de manera inquebrantable existiera un listado universal de películas que no se pueden tocar, sin lugar a dudas Gladiador sería puesta en el listado por el público, prácticamente, de manera unánime. La épica y emotiva historia del general devenido en esclavo y gladiador, Máximo Décimo Meridio (Russell Crowe) no necesitaba ni precuelas ni secuelas y aunque suene paradójico decirlo así, Ridley Scott demostró este punto nada más ni nada menos que en una continuación que vio la luz 24 años después del estreno de la obra original.
No vale la pena adelantar muchos aspectos de la trama para los afortunados que hasta la fecha lograron sobrevivir a los inescrupulosos avances de esta -en realidad- recuela que continúa los hechos de la primera película 16 años después, esta vez, desde el punto de vista de Lucio Vero (Paul Mescal), ese niño que conocimos como hijo de Lucila (Connie Nielsen) y sobrino de Cómodo (Joaquin Phoenix) y no podía ocultar su admiración por la imponente figura de Máximo. Más allá de esto, la nueva entrega que dirige nuevamente Ridley Scott y ahora escribe David Scarpa (ya un habitual colaborador de Scott tras Todo el dinero del mundo y Napoleón) también arbitra los medios para funcionar bajo una estructura argumental similar a la de la primera entrega, con la diferencia de que todos los aspectos alcanzan un nivel de espectacularidad sublime, casi olvidado para el género Péplum, que inmortalizó a emperadores, espadas y dioses en tanques como Ben Hur (1959), Espartaco (1960) y la misma Gladiador (2000) y ahora vuelve a la pantalla grande en el marco de un espectáculo irresistible.
El drama que antes giraba alrededor de Máximo, ahora no solo está presente en el personaje de Lucio sino también en el del noble general Acacius (Pedro Pascal). Lo que en la obra original eran brillantes coreografías de duelos en el Coliseo pasó a incluir primates en medio del proceso evolutivo, rinocerontes y hasta tiburones. La esencia del irrepetible villano de Cómodo ahora se divide entre dos excéntricos y ridículos emperadores mellizos, Geta y Caracalla (Joseph Quinn y Fred Hechinger) y un impredecible y conspirador comerciante de gladiadores, Macrino (Denzel Washington). En definitiva, todo está multiplicado a niveles demenciales, lo que en este caso no necesariamente implica un problema.
Gladiador II demuestra un entendimiento total de Ridley Scott por una de las películas más importantes de su filmografía, lo que le permite revisionarla, ampliarla y explotar todas sus posibilidades para sustituir un drama inolvidable por un espectáculo tan sangriento como pochoclero. Un desafío que seguramente esté lejos de satisfacer a ese público fundamentalista del film del 2000 pero que no por ello pierde su objetivo de ser uno de los grandes tanques del 2024.
Con 86 años, el imparable Ridley Scott sigue planeando películas. Pero si esta secuela/recuela de una de las obras más consagradas de su carrera fuera el final de aquella extensa y reconocida filmografía, la despedida sería más que memorable. Tanto en esta vida como en la próxima.
TÍTULO: Gladiador 2
TÍTULO ORIGINAL: Gladiator II
GÉNERO: Acción, Drama, Aventura
DIRECCIÓN: Ridley Scott
ELENCO: Paul Mescal, Pedro Pascal, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Lior Raz, Derek Jacobi, Connie Nielsen, Denzel Washington, May Calamawy, Peter Mensah
ORIGEN: USA
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