Basada en el clásico de Crockett Johnson
Dentro de su libro, el aventurero Harold puede hacer que cualquier cosa cobre vida simplemente dibujándola. Cuando crece y se dibuja a sí mismo fuera de las páginas del libro, Harold descubre que tiene mucho que aprender sobre la vida real.
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Por Gastón Dufour
Harold y su crayón mágico es todo lo que Amigos imaginarios aspiró a ser, pero no logró. Esto se debe en gran parte a la actuación del carismático Zachary Levi, quien entrega una interpretación que podría compararse fácilmente con la frescura y la inocencia gestual de un joven Tom Hanks. Levi aporta una autenticidad y un encanto a su papel que hace que la historia sea accesible tanto para niños como para adultos.
Y es que su actuación me recuerda al Adam Sandler de Cuentos que no son cuento (Bedtime Stories), otra película recomendable que, al igual que Harold…, logra un equilibrio emotivo que entretiene a los más pequeños y mantiene a los adultos despiertos e interesados. Además, el despliegue del protagonista empata muy bien con Zooey Deschanel y con sus compañeros de andanzas del mundo mágico, Lil Rel Howery y Tanya Reynolds. Para cerrar, un magnífico oponente es interpretado a la orden del día por Jemaine Clement.
La trama sigue las aventuras de Harold, un niño con una imaginación desbordante y un crayón mágico que da vida a todo lo que dibuja. Este recurso narrativo no solo es visualmente atractivo, sino que también sirve como una metáfora sobre el poder de la creatividad y la importancia de soñar. Las aventuras de Harold, llevadas a la pantalla con un vibrante uso del color y la animación, son un deleite visual que captura la esencia del libro original mientras añade nuevas capas de profundidad emocional y humor.
Una de las mayores fortalezas de la película es su capacidad para conectar con una audiencia diversa. Los niños se verán encantados con las aventuras mágicas de Harold y sus creaciones, mientras que el resto encontrará en la historia un mensaje nostálgico sobre la inocencia y la importancia de la imaginación en la infancia. Esta dualidad es difícil de lograr, pero Harold y su crayón mágico lo maneja con destreza, evitando caer en clichés o simplificaciones excesivas.
El planteo de Carlos Saldanha merece un reconocimiento especial: logra mantener un ritmo ágil y divertido, sin perder de vista el desarrollo de los personajes y el mensaje central de la historia. Cada escena está cuidadosamente diseñada para captar la atención y el interés de la audiencia, utilizando una mezcla de acción, humor y ternura que es realmente efectiva.
En términos técnicos, la película se define correctamente con una animación de alta calidad y un soundtrack que complementa el tono y el ritmo de la historia. Los efectos visuales, especialmente en las escenas donde el crayón mágico de Harold cobra vida, añaden un nivel extra de magia a la experiencia cinematográfica. La música, por su parte, refuerza los momentos emotivos sin volverse intrusiva, creando una atmósfera que realza lo que se cuenta.
En conclusión, Harold y su crayón mágico es una película que se destaca en el panorama de las películas familiares. Con una historia encantadora, actuaciones destacadas, y una dirección cuidadosa, logra capturar la esencia del libro original mientras ofrece una experiencia cinematográfica que es a la vez entretenida y conmovedora. Zachary Levi se luce, y su performance es uno de los pilares que sostiene esta mágica aventura. Es una película que merece ser vista, tanto por los conocedores del cuento original como por aquellos que buscan una historia fresca y emotiva para disfrutar en familia.
TÍTULO: Harold y su crayón mágico
TÍTULO ORIGINAL: Harold and the Purple Crayon
DIRECCIÓN: Carlos Saldanha.
ELENCO: Zachary Levi, Zooey Deschanel.
GÉNERO: Fantasía. Familiar. Aventuras.
ORIGEN: Estados Unidos.
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