Intriga internacional
Un diplomático francés que está trabajando en Siberia descubre que es el objetivo de una conspiración orquestada por el FSB, los servicios de inteligencia rusos. La única manera de sobrevivir será escapar del país.
Por Gastón Dufour
En todas partes se cuecen habas, dice el dicho, y creo particularmente que nunca mejor utilizado el término. Kompromat, con dirección de Jérôme Salle y guion del mencionado junto a Caryl Ferey, toma la idea de la constitución de lo que conocemos como “perejil”, o la persona que les sirve a las autoridades para demostrar resultados en una investigación, o armarle una causa a un inocente del que quieren deshacerse por algún motivo deshonesto; punto para las agencias de espionaje y los “muchachos” que no conocen de fronteras o nacionalidad a la hora de hacer de las suyas.
Casi como una persecución de herejes y brujas moderna, los que no flotan en el lago son culpables de convenio con el demonio (elija su propia vertiente ideológica aquí) y hacen los malabares necesarios para culpar al protagonista de este thriller, raptarlo de su casa enfrente de su pequeña hija e incriminarlo de abuso. ¿Por qué? No parece haber una razón clara, al menos al principio.
Las alternativas en las que Mathieu (Gilles Lellouche), un profesor de la Alianza Francesa vive una vida normal a la llegada (junto a su mujer e hija) a un pequeño pueblo de Siberia, establecen el marco para seguirlo en los flashbacks que resultan esclarecedores en el contexto y señalan lo que el destino le depara a lo largo de los minutos que dura el film, basado libremente, como se anuncia, en una historia real.
“La mentalidad rusa es muy distinta a la francesa”, dice uno de los contactos del mencionado al inicio, y vaya que lo es. Aprovecho para abrir el abanico con un poco de historia: luego de la caída del muro, los antiguos soldados rusos le tomaron el gustito al capitalismo que odiaban y mientras armaban sus propios medios para aggiornarse a las costumbres occidentales y hacer sus morlacos, algunos definieron las bases de una agencia de inteligencia adaptada a los nuevos tiempos, el FSB, conservando los antiguos vicios de la KGB y los elementos violentos de la mayoría de los organismos del mismo tipo alrededor del mundo, que tienen más puntos en común que los que, a todos ellos, les gustaría reconocer.
Por supuesto, y en paralelo, las cuestiones del enfrentamiento cultural y las formas distintas de ver la expresión de las artes se pone de manifiesto como una situación de conflicto y distancia supuestamente moral que esconde, en verdad, cuestiones de pensamiento más primitivo.
Si bien la historia, imaginativa y libremente construida como se expresa, tiene algunos elementos que resultan limitantes y hasta levemente zonzos, no es raro que al menos un fragmento de lo que se cuenta sea verdad. Basta con ese pequeño porcentaje para no invalidar el cuento que, pese a ese punto posible de consideración, se centra en algo que realmente le ocurrió a una persona. Suficiente para mí, en ese orden de pensamiento.
Debo decir, pese a esto que expreso, que el guion tiene algunas fallas que demoran o hacen menos sostenible el relato en función de lo que pretende. Por otro lado, evita, o no logra como podría haber hecho, dar vuelo a las situaciones que se plantean para los personajes secundarios y sus intenciones.
Ciertas formas de la persecución de la que Mathieu es objeto recuerdan muchas otras películas ya vistas, pero, de alguna manera e inesperadamente, no le quitan mérito al despliegue narrativo.
El balance general de Kompromat arroja un positivo, el supuesto final es todo (ya entenderán) y levanta lo que eventualmente puede considerarse una falencia teniendo en cuenta que al menos en la mitad de su construcción despliega algo de tensión acorde a la premisa; de esta manera transita ese camino material con el que procura mantener al espectador en vilo.
Por supuesto, revelar más es spoilear, así que esto es todo por el momento, y nada más resta decir que la invitación es válida y puede resultar en una experiencia general aceptable.
TÍTULO: Kompromat El expediente ruso
TÍTULO ORIGINAL: Kompromat
DIRECCIÓN: Jérome Salle.
ELENCO: Gilles Lellouche, Joanna Kulig.
GÉNERO: Suspenso. Drama.
ORIGEN: Francia.