
Una dupla cinematográfica que deja huella
El hijo de Andrea fue encarcelado y ella debe visitar la prisión por primera vez para verlo. Al llegar, conocerá a otras «mujeres de la fila», quienes inicialmente se mostrarán hostiles m hacia ella. Pero con el tiempo, serán esas mismas mujeres las que le brindarán la fuerza necesaria para enfrentar su batalla.

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Por Yamil Jara
El realizador Benjamín Ávila regresa al cine con La mujer de la fila, un relato basado en hechos reales que marca el reencuentro con Natalia Oreiro tras Infancia clandestina (2011). Esta vez, el director nos sumerge en el universo de las familias atravesadas por la prisión, un mundo que rara vez se muestra en la pantalla grande y que aquí se expone con crudeza y humanidad.
La película narra la historia de Andrea (Oreiro), una madre que, tras el encarcelamiento de su hijo, se enfrenta a la experiencia de visitar la cárcel por primera vez. En ese contexto hostil, encuentra a “las mujeres de la fila”: compañeras de espera que, con el tiempo, se transforman en su sostén para resistir y buscar justicia. El guion, inspirado en la vida de Andrea Casamento (fundadora de una red latinoamericana de familiares de personas privadas de libertad y representante internacional ante la ONU) , trasciende lo individual para convertirse en un testimonio colectivo.
Filmada en la propia cárcel de Ezeiza, la puesta en escena refuerza el realismo de la narración. Ávila demuestra nuevamente su sensibilidad para abordar luchas sociales: la elección de planos, los silencios y las miradas de sus personajes construyen una atmósfera que transmite dolor, angustia y resiliencia. El diseño visual, con su juego de luces y colores, intensifica la sensación de encierro y desasosiego, mientras que la musicalización acompaña con precisión, destacándose la emotiva interpretación de Oreiro de “Canción de las simples cosas”, un momento que condensa vulnerabilidad y ternura.
En el centro de la película, Natalia Oreiro ofrece una de las mejores actuaciones de su carrera. Su Andrea conmueve hasta las lágrimas, encarnando sin prejuicios a una mujer común atravesada por el dolor, pero también por la valentía. Es una interpretación que seguramente será recordada entre las más destacadas del año.
La mujer de la fila es cine social en estado puro: honesto, incómodo y profundamente humano. Una obra que expone realidades invisibilizadas y confirma a Benjamín Ávila como un director comprometido y con mirada crítica. Una película que merece ser vista en pantalla grande y que reafirma el poder del cine para transformar y generar conciencia.
TÍTULO ORIGINAL: La mujer de la fila
DIRECCIÓN: Benjamin Ávila.
ELENCO: Natalia Oreiro, Alberto Ammann.
ELENCO SECUNDARIO: Lide Uranga.
GÉNERO: Drama.
ORIGEN: España, Argentina.
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