Érase una vez en Malvinas
En algún lugar de las profundidades del Atlántico Sur, una soldado despierta a bordo de un buque de guerra. Está rodeada de cadáveres, su memoria es un laberinto. Los soldados asaltan el barco, tienen una misión que cumplir, y ella debe atacar con precisión letal en una lucha desesperada por la supervivencia. Las guerras, más allá de la muerte, producen ecos que navegan en busca de venganza. ¿Quién se atreverá a enfrentarse a los ojos del abismo?

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Por Ignacio Rapari
La nueva película de Daniel de la Vega (Necrofobia), escrita conjuntamente por él junto a Gonzalo Ventura y Luciano Saracino, ofrece un intenso relato que asume el riesgo de hacer que el terror y lo fantástico circulen alrededor de una de las heridas más profundas de la historia argentina: la Guerra de Malvinas.
La historia comienza con Inés (Verónica Intile) despertando en un barco. No recuerda por qué está ahí, tampoco quién es, y pronto descubre que toda la tripulación está muerta. No conviene adelantar mucho más, porque a partir de ese punto se construye un misterio que no admite spoilers. Ahora bien, el impacto de la película no depende únicamente del factor sorpresa, sino de la asfixiante puesta en escena —la totalidad del relato transcurre dentro del barco, donde no hay más opción que enfrentar el peligro de frente— y de la notable interpretación de su protagonista.
Intile, una suerte de heredera argentina de la legendaria Ellen Ripley, equilibra con precisión la violencia necesaria para sobrevivir y la sensibilidad que impone el contexto. Allí se vuelven evidentes las intenciones del guion de De la Vega, Saracino y Ventura, que se apoya en las reglas del género sin perder de vista la historia que late detrás.
Por supuesto, una película de apenas 75 minutos y centrada en la supervivencia no permite profundizar demasiado en la complejidad del tema, pero sí despierta con acierto los disparadores necesarios para reflexionar sobre Malvinas: la invasión extranjera, el rol del Estado y las cicatrices que todavía cargan quienes vivieron el trauma y la pérdida.
Desde lo técnico, la película sabe disimular la falta de presupuesto gracias al inteligente aprovechamiento del espacio y del montaje, aunque en el tercer acto aparecen algunos efectos especiales que dejan ver el artificio de manera un tanto innecesaria. Aun así, nada de eso afecta el sólido resultado final de Los ojos del abismo, otra película de género nacional que merece —y necesita— ser vista frente a la pantalla grande.
TÍTULO ORIGINAL: Los ojos del abismo
DIRECCIÓN: Daniel de la Vega
ELENCO: Verónica Intile, Carolina Alfonsín, Kevin Schiele, Raymond Lee, Cristian Mariani, Pablo Turturiello, Gustavo Pardi, Pedro Rissi, Ezequiel Gelbaum, Guido Botta.
GÉNERO: Terror.
PAÍS: Argentina
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