La Guerra Fr??a
Por Javier Puma
La tercera temporada de House Of Cards altern?? buenas y malas en una serie no acostumbrada a los altibajos. Hubo incluso seguidores (herejes, ellos) que cuestionaban la continuidad de la serie una vez que Frank Underwood cumpli?? su objetivo de ser Presidente de los EE.UU. y que sus acciones eran err??ticas de cara a lo que promet??a el personaje. Sin embargo, el final de temporada brind?? un giro sorpresivo cuando es abandonado por Claire, su compa??era tanto en la pol??tica como en la vida. La inc??gnita de lo que suceder??a en estos cap??tulos era muy grande. ??Qu?? tal va esta cuarta temporada?… Simplemente BRUTAL. A mi entender, la mejor de toda la serie y una prueba de que una buena historia puede reinventarse incluso llegada a estas alturas.
Bien, como expliqu?? anteriormente, el enfrentamiento entre Frank y Claire es el puntapi?? inicial para una batalla estrat??gica que va m??s all?? de una simple pelea de pareja ya que tambi??n se pone en juego el futuro de una naci??n. Una guerra fr??a de la que pueden salir heridos mortalmente o solo volverse m??s fuertes. De Kevin Spacey no es de extra??ar que brinde una excelente actuaci??n ya que este hombre act??a bien hasta dormido, pero esta es la temporada en que finalmente brilla con luz propia Robin Wright, cuya destacada interpretaci??n eleva a House Of Cards a otro nivel. Sumado a esto, los productores (en una decisi??n sumamente sabia) tambi??n le permiten ponerse detr??s de la c??mara como directora con resultados asombrosos y cap??tulos que merecen estar en un cuadrito y colgarlos en la pared.
??C??mo replantear una serie que ya tiene una estructura establecida?
House Of Cards lo hace ver simple. Con una premisa directa: tomar elementos ya conocidos y resignificarlos. Es as?? como pone a personajes secundarios a evolucionar en nuevas etapas y exponer facetas inexploradas. Todo esto sin nunca traicionarse a s?? misma. Tomemos el caso por ejemplo de Tom Yates (Paul Sparks) el atrevido escritor, quien parec??a un personaje perdido en la anterior temporada y que en esta cobra un protagonismo m??s que relevante, dentro de la contienda. As?? mismo con las nuevas incorporaciones, como el candidato republicano interpretado por Joel Kinnaman; o los actores invitados de renombre como Lars Mikkelsen como el m??ximo mandatario ruso. Cualquier semejanza con el conflicto que existi?? entre EE.UU y el ex estado sovi??tico (no) es pura coincidencia.
Pero no solo al conflicto entre los Underwood gira en torno esta temporada. Es a??o de elecciones. Y nadie en el mundo parece vivir de tal manera las elecciones presidenciales como en EE.UU donde la realidad (ir??nicamente) supera a la ficci??n. Cada acto pol??tico, estrategia de campa??a y maniobra pol??tica es puesta en el foco a lo largo de estos cap??tulos en el que se enfrentan dos modelos de naci??n… ??O en realidad son el mismo? Ambos candidatos no son tan distintos en cuanto a su estilo, pero s?? hay una interesante diferencia generacional. En especial cuando se trata de contrastar con la ???pareja perfecta??? del matrimonio republicano.
Y si cre??an que con esto era suficiente, se suma al c??ctel la sombra del terrorismo. Es en este punto en particular, donde House Of Cards decide tomar una arriesgada decisi??n y es la de tomarse todas las licencias dram??ticas posibles en pos de sus propios intereses. Un plan que rinde sus cuantiosos frutos cuando se acercan los cap??tulos finales.
Esta temporada es a mi entender la mejor porque es la que mejor sabe interpretar que es lo que cuenta en cada momento sin olvidar que al fin al cabo es una historia que ya ha trascendido la pantalla. El apartado t??cnico siempre fue impecable en esta serie; sin embargo, en este sentido es realmente destacable la labor de Robin Wright como directora ya que parece inyectarle su estilo a la puesta en escena, y al parecer, potenciar las actuaciones del elenco incluyendo a s?? misma.
Giros en la historia, regresos totalmente inesperados de algunos personajes y la pronta despedida de alg??n otro. Todo esto suma a la hora de inyectarle adrenalina a House Of Cards, en una temporada que vale desde el primer hasta el ??ltimo plano (lo del ultimo plano no es una exageraci??n y quienes lo hayan visto sabr??n entender). House Of Cards entiende el juego mejor que nadie porque es quien siempre estuvo repartiendo las cartas.
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