La ca??da del Patr??n
Por Javier Puma
???Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes.
??Contemplad mis obras, oh, poderosos, y desesperad!???
En 1818, Percy B. Shelley escrib??a el soneto Ozymandias, en el que expresaba lo ef??mero (en otras palabras, perecedero) que puede resultar el poder de un imperio. No importa su extensi??n, ni su grandeza, ni mucho menos su riqueza. Tarde o temprano, todo imperio cae… Incluso un imperio de drogas como el de Pablo Escobar. La primera temporada de Narcos de Netflix supo centrarse en el ascenso del Patr??n en el mundo del narcotr??fico y su consolidaci??n como uno de los criminales m??s poderosos del mundo. Pudiendo para esta temporada concentrarse en el ??ltimo a??o de su vida y su brutal descenso en el infierno. Porque cuanto m??s alto suben, m??s fuerte caen.
Escobar, y en este caso me refiero a la persona real, es alguien dif??cil de encarar en la ficci??n. Se debe tratarlo con un delicado cuidado para humanizarlo lo suficiente para que nos preocupemos por ??l como personaje sin llegar al punto de justificar sus brutales cr??menes. Es en este equilibrio donde reside el mayor m??rito de Narcos. Esta temporada se permite un enfoque mucho m??s dram??tico que anteriores episodios aunque sin dejar de lado su costado plenamente policial. La gran interpretaci??n de Wagner Moura es fundamental para cumplir este prop??sito. Es realmente una pena que esta sea su ??ltima participaci??n ya que, ejem, digamos que su personaje no sobrevive al final.
Uno de los ejes de conflicto constantes sobre los que se fundamenta esta parte de la historia es la familia. La responsabilidad que implica su protecci??n y cuidado. Escobar era un hombre de familia. Un padre que, aunque diste enormemente de nuestra imagen de asesino despiadado, era bastante afectuoso con su esposa e hijos. La familia es en definitiva el punto de quiebre de muchos de estos personajes. Tambi??n en los primeros cap??tulos, la conflictiva relaci??n del agente de la DEA Murphy (Boyd Holdbrook) con su esposa lo hace replantearse seguir o no en la investigaci??n. As?? mismo, incluso varias subtramas de distintos personajes secundarios, se cimientan sobre esta tem??tica. Esto permite que todo lo que vaya a perder a lo largo de estos cap??tulos tenga un impacto m??s grande a nivel emocional. Otra de las claves y el segundo punto m??s alto es la actuaci??n de Paulina Gait??n como la esposa de Don Pablo.
Como explica la serie, el reinado de Escobar como capo criminal estuvo plagado de muertes y asesinatos a sangre fr??a. Y el ??ltimo tiempo, con ??l contra las cuerdas, solo lo hizo todav??a m??s violento y peligroso. Es por eso que las autoridades se vieron ante situaciones l??mites. En ocasiones, tomando resoluciones poco ??ticas para lograr atraparlo. Es en esta situaci??n que se presentan nuevos personajes que est??n dispuestos a ensuciarse las manos. Un grupo guerrillero, antiguos socios narcos que perdieron alg??n familiar a manos de Escobar y tambi??n la creciente amenaza de un rival poderoso: el cartel de Cali. Todos estos nuevos jugadores en el tablero y las acciones de un presidente que se hace m??s duro tras los golpes, confluyen para derrumbarlo.
Los primeros cap??tulos se toman su tiempo para presentarlos a todos y hacerlos converger pero una vez que lo logra es que el ritmo se acelera para llegar a los momentos cumbre de mitad de temporada (favoritos personales). Ver a un Escobar sumamente debilitado es el plato fuerte de este espect??culo televisivo. Es en todo lo externo a lo que lo rodea donde pueden surgir los cuestionamientos. Varias subtramas no llevan a ning??n sitio en particular y parecen m??s funcionales a la estructura de la historia que al relato en s?? mismo. De hecho, el ??nico personaje rescatable entre los oficiales es el agente Pe??a (Pedro Pascal), quien le saca una luz de distancia a sus compa??eros.
Esta segunda temporada es un cierre m??s que digno para el cap??tulo Escobar en esta historia. Lo cual me hace replantearme todo de cara al futuro. Imaginen el vac??o que su ausencia provoca. Los sucesores al trono perdido no tienen la misma fama que su antecesor. Seg??n el punto de vista, esto puede ser tanto una ventaja como una desventaja de cara a las pr??ximas temporadas ya confirmadas. Si bien esto repercutir?? en un menor inter??s de parte de la audiencia es una gran oportunidad para jugar con su narrativa, ahora que no ???necesita??? atarse a la historia de un solo hombre. Por lo pronto cierro con esas hermosas palabras finales que el poeta Shelley supo plasmar, el sentimiento que debi?? sentir el siniestro Pablo Escobar en sus minutos finales.
???Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia de estas colosales ruinas,
infinitas y desnudas se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas???
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