Fuego contra fuego
Narcos: M?xico explora los or?genes de la guerra moderna contra las drogas remont?ndose a un tiempo en que el mundo del tr?fico mexicano era una confederaci?n desorganizada de cultivadores y comerciantes independientes. La serie traza el surgimiento del C?rtel de Guadalajara en la d?cada de 1980 cuando F?lix Gallardo?toma el tim?n, unificando a los traficantes para construir un imperio. Cuando el agente de la DEA Kiki Camarena?traslada a su esposa e hijo desde California a Guadalajara para para asumir un nuevo nombramiento, r?pidamente se da cuenta de que su tarea ser? m?s desafiante de lo que jam?s podr?a haber imaginado.
Por Javier Puma
El narcotr?fico caus?, y lamentablemente sigue causando, muerte y una escalada enorme de violencia y corrupci?n en muchas regiones del mundo. En especial en Latinoam?rica, cuna de los carteles m?s peligrosos y poderosos de la historia. Tras situar la acci?n en Colombia por tres temporadas, Narcos ahora explora un nuevo terreno en el que plasmar su ensayo sobre el ascenso y ca?da de infames jefes criminales, esta vez en suelo azteca. Por lo tanto, Narcos: M?xico funciona tanto como una continuaci?n l?gica de la serie as? como un bienvenido reinicio con soplos de aire fresco.
Narcos: M?xico centra su historia en el camino de dos hombres muy distintos, parados en veredas opuestas de la ley, pero con algunos puntos en com?n que hace interesante su evoluci?n e inevitable enfrentamiento. Por un lado tenemos a Enrique ?Kiki? Camarena (Michael Pe?a), un agente de la DEA apasionado por su trabajo, incorruptible, impulsivo e intolerante ante la burocracia en tiempos donde la lucha contra el narcotr?fico ni siquiera era una cuesti?n de Estado. Por el otro, tenemos a Miguel ?ngel F?lix Gallardo (Diego Luna) un ex-polic?a de origen campesino con anhelos de grandeza, ambicioso en extremo, con una visi?n a futuro que cambiar?a las reglas del mundo criminal para siempre. Es destacable que, a diferencia de temporadas pasadas, el retrato de este jefe narco es el de un hombre mucho m?s inteligente y calculador aunque no por ello menos preligroso. Este es un papel que le sienta bien a Diego Luna quien compensa su apariencia inofensiva (los trajes siempre parecen quedarle un talle m?s grande) con la de una mente fr?a y despiadada digna de un notable estratega. De hecho, muchas de las acciones por las que lo conduce la trama lo ponen en constante peligro y contra las cuerdas, con su ingenio como ?nico aliado y carta de salvaci?n.
El valor de producci?n sigue siendo algo rescatable. La est?tica ochentera y las elaboradas escenas de acci?n a?n son puntos altos a destacar. Uno de los pocos aspectos discutibles de la serie es su tratamiento de los personajes latinos. Un problema recurrente en todas las temporadas, cuestionable ideol?gicamente m?s por su desidia que por mala intenci?n; en especial en una historia donde se trata a los latinoamericanos como una sociedad casi en su totalidad ligada a lo criminal y a los estadounidenses como quienes vienen a salvar a la regi?n. La autocr?tica todav?a dista de ser un punto fuerte de este tipo de producciones que, al menos, logra compensar con altas dosis de entretenimiento.
Narcos: M?xico es otra entrada s?lida al pante?n de la serie, que sabe recompensar tanto a fieles seguidores (el cap?tulo 5 tiene una conexi?n incre?ble con un viejo conocido de la casa) as? como a nuevos televidentes que se unan a la serie. Un entretenimiento que siempre cumple con lo que promete, lleno de drama y suspenso por partes iguales, y con un final de temporada que augura un futuro a?n m?s interesante.
About Author
