Una m??sica que inquieta
Mezcla de distintos compases y acordes disonantes. Nada crea m??s tensi??n que una discordancia a tiempo. El soundtrack es uno de los elementos clave que hace que El Exorcista provoque pesadillas a todos aquellos que la ven, generando sensaci??n de paranoia.
La historia cuenta que en 1973 el director de El Exorcista, William Friedkin, le encarg?? el soundtrack a Bernard Hermann y luego a Lalo Schifrin. Pero las propuestas musicales que le hicieron estos autores no lo convencieron. Es as?? que estando un d??a en el estudio de grabaci??n probando distintos discos, puso «Tubular Bells», de Mike Oldfield, y tan solo oyendo las primeras notas dijo: «Esto es» (o algo similar). Hab??a encontrado la m??sica para su pel??cula.
A la par de ???Tubular Bells??? se estren?? el famoso sello discogr??fico Virgin Records, fundado por el empresario brit??nico Richard Branson junto con Simon Draper y Nick Powell, mismo a??o en el que despu??s se estrenar??a El Exorcista. La discogr??fica Virgin fue quien se puso de acuerdo con la productora cinematogr??fica para ceder la m??sica, lo cual Mike Oldfield se enterar??a despu??s y no le habr??a dado mucha gracia. En una entrevista admiti?? que no le agrad?? que el sello discogr??fico permitiera que su ??lbum fuera empleado en esa pel??cula sin haberle consultado, a pesar del arrollador ??xito que gener?? y que lo convirtiera en uno de los j??venes m??s millonarios de la ??poca.
Como banda sonora del film dirigido por el realizador William Friedkin, el sensorial viaje que realiza Oldfield a trav??s de los terrenos del rock progresivo y sinf??nico pronto pas?? a ser n??mero uno de las listas brit??nicas. «Tubular Bells» o «Campanas Tubulares» es un trabajo dividido en dos partes que arranca con acordes de piano. La sinfon??a ejecutada con multitud de instrumentos se grab?? en la mansi??n-estudio inglesa «The Manor», donde se grababa de manera artesanal, y la pieza comenz?? siendo una maqueta con ausencia de letras y voces que no atrajo demasiado inter??s inicialmente de la industria.
La sofisticada «Tubular Bells» es la m??sica que se identifica con El exorcista, en la que adem??s hay composiciones musicales y arreglos de otros compositores como Penderecki, George Crumb, Nietzsche y Boeddeker, e introduce al oyente en un paseo atmosf??rico en el que se entrelazan ambientes y sensaciones contrapuestas como la nostalgia, la tristeza o la euforia. Se mantuvo en las listas de ??xitos durante 279 semanas consecutivas. Y todos sabemos que persiste a??n su vigencia, al igual que El exorcista, pel??cula que todo amante del terror debe de ver como parte de la cultura popular.
Debajo les dejamos cerca de 15 minutos de la m??sica original de El Exorcista compuesta por Lalo Schifrin y descartada luego, posiblemente mucho m??s oscura que la que escuchamos en la pel??cula.
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