23 de febrero de 2025
I Want to Believe


Por Hern??n Fretes 

El primer plano de The Night Of es el de la mano de un profesor escribiendo en un pizarr??n el ???Teorema de Stokes???. Ese detalle claramente no es fortuito. La definici??n de teorema dice que ???es una proposici??n que partiendo de supuestos (hip??tesis), afirma una verdad (tesis) no evidente, que puede ser demostrada dentro de un sistema formal.??? Y eso es precisamente lo que plantea como eje central la trama de la serie: demostrar que Nasir Khan es inocente y no mat?? a Andrea Cornish

B??sicamente The Night Of nos cuenta el calvario por el que debe pasar Naz (Riz Ahmed), un joven de origen paquistan?? que es acusado de asesinar a una joven que lo lleva a su casa a emborracharse, drogarse y tener sexo, para demostrar su inocencia, siendo defendido por un abogado de baja monta, interpretado por el descomunal John Turturro. ??Es un woodunit, como define Hitchcock a las historias en las que hay que encontrar al asesino? S??. Pero no es solo eso. Es m??s, ese woodunit funciona m??s como Macguffin (elemento de suspenso que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en si), que como esquema policial cl??sico.



El piloto es magistral, algo as?? como un After Hours de Scorsese pero en versi??n thriller. Una hora y media de tensi??n constante, que hace muy dif??cil que uno abandone y no quiera seguir viendo como sigue la historia.
The night Of es una historia de personajes que por una cosa u otra tienen que relacionarse con las mil capas de la ley. Pero no solamente a la ley se enfrenta Nasir. Lo interesante de la serie es que ocupa varios rincones de ese mundo que vive m??s en la preconcepci??n fant??stica de la opini??n social acerca de los procesos judiciales y las instituciones penales, que en la realidad palpable y conocida de la misma. Esos rincones est??n llenos de sombras: La paranoia racial de la sociedad neoyorquina (y del sistema policial y judicial) post 9/11; los entramados legales; las traiciones del ojo ajeno, los traumas y la convivencia dentro de un nuevo mundo, con leyes nuevas y c??digos morales reinterpretados como lo es la vida dentro de un penal. Por citar algunos.

Despu??s de romperla toda como Rick en Primicia Mortal (Nightcrawler, 2014), Riz Ahmed se decide a hacer lo mismo ac??. Emp??tico, instrospectivo y a??n as?? misterioso para el espectador, el personaje de Ahmed manifiesta el proceso de transformaci??n de un ser humano; uno en el que la inocencia muta en algo m??s complejo y el instinto de supervivencia salta escalones en una escala de sensaciones que se ve trastocada por sombras que irrumpen de golpe. Pero no solo Naz tiene que convivir con sombras. En ese sentido The Night Of es una serie donde los personajes conviven con ellas como circunstancias: se adaptan, las rechazan, las cuestionan, las combaten y/o las aceptan. Todas a la vez en algunos casos, solo algunas en otros. Y en ese contexto de lucha constante contra los obst??culos de la realidad, es donde el personaje de Turturro, el doctor Jack Stone, se convierte en el antih??roe perfecto: una especie de Sa??l Goodman noir, palad??n de los suburbios de New York, que cree m??s en la profesi??n que otros que la bastardean, rodeados de la carro??a de lo medi??tico. Stone es la luz cuando la oscuridad nos pega en la cara cap??tulo a cap??tulo, pese a que su vida no ofrece la misma claridad. Vive rodeado de una soledad opresiva que lo lleva a consumir prostitutas de favor, tiene problemas en la piel dignos de una somatizaci??n que pareciera estar ah?? como una mochila llena de arena a cargar por no contar con una reputaci??n que lo ponga en el cuadro de honor de los abogados, y parece no encontrarle la vuelta a su vida. A Stone le pueden faltar muchas cosas, s??, pero hay una que tiene en su poder con la que el mundo parece no contar: est?? dispuesto a creer. Por eso da con Naz en el piloto de la serie, porque siente que hay algo distinto en ese chico cuando lo ve en la celda de la comisar??a; sabe que no es un marginal m??s y esa convicci??n, esa creencia, lo hace recorrer el camino desde esa celda, a los tribunales a trav??s de los ocho cap??tulos. Eso y la esperanza de sumar una cantidad abultada de dinero a su cuenta. 


En la foto tambi??n aparecen Chandra y Freddy. Chandra (Amara Karan) es la joven abogada del bufete que se hace cargo del caso de Naz, quien juega sus cartas de menos a m??s en la serie. Envuelta en un duelo generacional e ideol??gico interesant??simo con Stone, suma millas de experiencia a prueba de balas y arma una estrategia de defensa tan s??lida como el caso lo permite, pese a su imperfecta juventud.  Ese di??logo que se establece entre Chandra y Stone es un deleite; es as?? como se construyen personalidades en los personajes, haci??ndolos confrontar. As?? se los hace fuertes. Chandra se sube a un avi??n que la lleva muy lejos a trav??s de la serie, hasta convertirla casi en una teniente Rippley que en vez de pisar el suelo del Nostromo, pisa las baldosas de los pasillos de tribunales. 

Si hablamos de Freddy (El enorme Michael K. Williams) despu??s de hablar de Chandra, hablamos casi del opuesto. Freddy es el protector tumbero de Naz, el ser que todos respetan dentro de la c??rcel; aquel que otorga tarjetas de tel??fono a cambio de favores y se asegura su propio negocio dentro de las cuatro paredes del penal comerciando drogas. Pero Freddy no es solo eso, es un observador, un int??rprete y un analista de las causalidades. Es el personaje m??s ambiguo y misterioso de la serie. Hasta los ??ltimos cap??tulos no sabemos mucho de ??l. ??Qui??n es en realidad? ??Qu?? quiere con Naz? ??De qu?? lado est??? Particularmente pienso que son un acierto las respuestas que le dieron los creadores de la serie a estas preguntas. Hay un por qu?? muy interesante en Freddy como personaje, que otorga dimensi??n a qu?? es lo que est?? en juego, y como cada cada lugar que ocupan los personajes funciona a una escala mayor a la del propio entendimiento. Entiendo que podr??an haber elegido un camino mucho m??s narrativo para su resoluci??n, pero cuando uno termina de ver el ??ltimo cap??tulo, entiende que es una pieza fundamental dentro del engranaje tem??tico que engloba la historia.


Menci??n especial para Jeannie Berlin como la fiscal de distrito Helen Weiis, y Bill Camp como el cl??sico investigador policial a punto de retirarse. Ambos son los puntos de anclaje con la realidad tortuosa y llena de desidia que recorre las oficinas de la justicia y los despachos policiales.

The Night Of es aplastante en su propuesta narrativa y en la construcci??n de sus personajes, pero la puesta en escena de Steven Zaillian es de una potencia visual y dram??tica que no se ve todos los d??as en la televisi??n actual. Ese es, para quien escribe, el punto m??ximo de esta obra. Para quien no sabe qui??n es Zaillian, basta con repasar un poco su curr??culum para entender un poco de d??nde viene ese talento. Es el guionista de La lista de Schindler (Schindler’s List, 1993), Pandillas de Nueva York (Gangs of New York, 2002), G??ngster Americano (American Gangster, 2007) y Hannibal (2001), entre otras. Lo que hace Zaillian en The Night Of es digno de destacar. Conjuga un manejo exquisito de la puesta en escena con una direcci??n de actores que se nota elaborada e invisible a la vez. No hay un regodeo virtuoso en el manejo de la c??mara, sino que hay una b??squeda criteriosa y sincera de querer contar una historia atrayente desde lo visual, pero tambi??n humana desde lo dram??tico. La puesta de c??mara navega por aguas de estilo que se llevan muy bien: desde el documental testigo, hasta el cine negro de los a??os 40s. La c??mara habla una lengua que en tiempos donde existe una corriente de opini??n que asegura que la televisi??n no maneja el lenguaje del cine, lo cuestiona y lo pone en la mesa de debate. Particularmente creo que hay mucho lenguaje cinematogr??fico en The Night Of. Soy uno de esos que cree que el lenguaje audiovisual trasciende el soporte; es una b??squeda m??s que una acumulaci??n e implementaci??n de recursos. Hay esp??ritu m??s all?? de la t??cnica visual, y eso se respira, se ve y se escucha. Es una amalgama de muchas cosas. Y HBO es un medio que suele regalarnos espacios donde encontrarlo. The Night Of habla el mismo idioma que The Wire, True Detective, The Leftovers, y casualmente, salen de la misma boca. 


Los estilos de Elmes, Martinovic y Elswit, tres cracks directores de fotograf??a que tienen en su historial obras como Terciopelo azul (Blue Velvet, 1986), Man on Wire (2008) y Magnolia (1999), tocan las mismas cuerdas y se sienten como una misma melod??a. Un talento descomunal que se potencia con la magia sonora de Jeff Russo (El Main Title de la serie es una cosa de locos), para hacer de The Night Of una hermosa y potente sinfon??a.

Me cuesta mucho encontrar cosas que no funcionen en la serie. Quiz?? un segundo visionado exponga sus fallas (si es que puedo encontrarlas), pero mirando hacia atr??s casi una semana despu??s del ??ltimo cap??tulo, solo puedo esbozar una sonrisa y lamentar que se haya terminado. Ahora queda esperar una segunda temporada (??Qui??n dijo antolog??a?), la vuelta de The Leftovers el a??o que viene, o una serie que sorprenda como The Night Of lo hizo. ??Lo mejor en series en lo que va del a??o? Por ahora s??, pero como Jack Stone, yo quiero creer que hay m??s ah?? afuera que est?? a punto de sorprendernos.

                                                                                                                                                 

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