M?s unidos que nunca
Existen historias con un importante contenido tem?tico, una necesidad de hablar de ?lo que no se habla?. Tambi?n hay otras que, aunque traten temas convencionales, lo hacen con un estilo y enfoque ?nico. Y luego est?n aquellas historias, peque?os milagros, que son a?n m?s ambiciosas y que buscan combinar ambas. Sense8 se encuentra entre estas rarezas; una serie en la que el mensaje y la forma de transmitirlo coinciden de tal manera que se retroalimentan y se complementan uno al otro.
Por Javier Puma
Lilly y Lana Wachowsky construyen un mundo en el que las diferencias (ya sea de nacionalidad, color de piel, sexo, religi?n, clase social, personalidad, etc.) entre sus personajes, no los dividen sino que lo unen todav?a m?s.
Tras una primera temporada que, a?n con alg?n altibajo, sirvi? para instalar esta nueva realidad y las particularidades de un reparto coral, esta continuaci?n logra desplegar todo su potencial. Sin las ataduras de tener que establecer los c?digos del relato, sus realizadores se permiten jugar con las distintas l?neas narrativas y conectarlas en modos sorprendentemente creativos. Adem?s los conflictos individuales de los personajes crecen en paralelo con el conflicto global que los pone en una carrera a contrarreloj por su supervivencia.
Esta nueva temporada encuentra a nuestros queridos sensates enfrentando las consecuencias de sus decisiones. Will (Brian J. Smith) y Riley (Tuppence Middleton), a pesar de vivir un intenso romance, ahora son fugitivos de la ley. Capheus (el nuevo int?rprete Toby Onwumere) debe responder a su legado y convertirse en el l?der de su comunidad. Sun (Doona Bae) busca la manera de salir de su injusto confinamiento y vengarse de su hermano. Kala (Tina Desai) vive un reciente matrimonio con un hombre que no ama mientras descubre su verdadero yo. Wolfgang (Max Riemelt) sigue un camino criminal, como un karma del que no logra liberarse. Lito (Miguel ?ngel Silvestre) sale finalmente del closet y afronta los prejuicios de una industria que le da la espalda. Nomi (Jamie Clayton) huye de la polic?a mientras utiliza sus conocimientos inform?ticos para derribar a la corporaci?n que busca experimentar con los sensates. La conexi?n y continua interacci?n entre estos personajes siguen siendo lo m?s destacado de la serie y lo que la hace brillar por las formas que puede tomar. Desde conversaciones simples y profundas, pasando por precisas secuencias de acci?n hasta picos dram?ticos y sin olvidar incluso secuencias de sexo grupal. La direcci?n en este caso de Lana Wachowsky es de un tacto y precisi?n que apela siempre a la emoci?n demostrando u gran talento a la hora de recrear estas escenas.
Aunque podr?a considerar como lo menos interesante a la persecuci?n internacional por parte de una malvada organizaci?n (elemento algo trillado a estas alturas), se suman distintos elementos a la mitolog?a de los sensates que nos permiten descubrir nuevas facetas de sus poderes e incluir nuevas intrigas ya que existen m?s grupos de sensates de lo que uno podr?a en principio imaginar.
Como ya es noticia conocida hace unos d?as, Netflix decidi? cancelar la continuaci?n de Sense8 debido a los altos costos de producci?n. Aunque es una medida injusta de una plataforma que se autoproclamaba un refugio de libertad creativa, considero que ser?a un error quedarse solamente con el mal trago. Si hay algo que me inculc? esta serie fue su optimismo a pesar de las adversidades. Como dije p?rrafos atr?s, Sense8 es un peque?o milagro. Un conjunto de talentos individuales entreg?ndose en cuerpo y alma por un fin m?s grande. Una historia con una sensibilidad, sin cinismo, dif?cil de encontrar en cualquier otra producci?n. Una serie m?s que necesaria en estos tiempos que corren. Que inspira a seguir so?ando y a derribar las barreras que buscan separarnos. A?n con su abrupto final, Sense8 logr? trasladar el sentimiento de unidad desde sus personajes de ficci?n hasta espectadores reales, como es tambi?n mi caso, que lograron conectar con su propuesta. Conectarse sin prejuicios, ahora m?s que nunca.
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