
Espiral de violencia, suspenso y drama
Cuando un grupo de asaltantes roban algunas casas de Pensilvania, el agente del FBI Tom Brandis comanda el grupo especial de tareas que resuelva en caso, sin saber que los hechos repercutirán en un espiral aún más espeso.

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Por Ignacio Pedraza
Vaya a visitar la ciudad de Philadelphia. Puede subir y festejar en lo alto gracias a los escalones de Rocky, recorrer los estrados donde el abogado Joseph Miller hizo justicia o los más recientes paisajes verdosos y campestres para pasar un día en familia, a excepción de que se cruce con los Ángeles Oscuros. Sin llegar a la masividad de las otras dos obras nombradas anteriormente, la nueva serie Task (2025) posiciona al estado de Pennsylvania nuevamente en el foco del conflicto, con una propuesta más que interesante.
Los múltiples robos a ciertas casas de la ciudad ponen en alerta al FBI, que reúne un equipo especial liderados por Tom Brandis (Mark Ruffalo). En una especie de grupo de frustrados y en deplorables condiciones que puede compararse con los Slow Horses (2023) o los de Dept. Q. (2025), el peligro y la investigación incrementará cuando uno de los atracos tiene consecuencias fatales y golpea los intereses de grupos pesados.
El showrunner Brad Ingelsby –quien colaboró con HBO en la sólida Mare of Easttown (2021)- vuelve a demostrar su capacidad para relatar thriller policiales realmente espesos y con un componente tanto de drama como de tensión de manera sublime. A diferencia de su trabajo con el protagónico de Kate Winslet, la trama bien direccional en este caso cuenta con un abanico más amplio de personajes que ofrecen una matriz problemática y realmente compleja del asunto.
En dicha propuesta que ofrece su creador –guionista de los siete episodios, mientras que dirige un puñado junto a Jeremiah Zagar y Salli Richardson-Whitfield– cada una de las partes que componen el rompecabezas está bien desarrollada, con motivaciones precisas y casi sin agujeros en cada una de las acciones que afrontan. Porque más allá del juego entre el gato y el ratón entre el oficial Brandis y Robbie (Tom Pelphrey) –con más fuerza en lo dramático que en lo policial- también hay varias caras que tienen su espacio, como lo son Lizzie (Alison Oliver), Emily (Silvia Dionicio), Perry (Jamie McShane) y, la mejor figura de la temporada, Maeve (Emilia Jones); aunque el reparto es tan amplio –y completo- que resulta desafortunado dejar nombres afuera. Es que más allá del listado, cuando se puntualiza en cada uno de los nombres –podríamos tomar como ejemplo el factor familiar en el personaje de Ruffalo-, la sensación se enriquece más y más.
Toda dicha construcción inevitablemente se fortalece en la narrativa –la fotografía de Alex Disenhof y Elie Smolkin hacen su parte, como la musicalización de Dan Deacon– donde Ingelsby se toma su tiempo para ir construyendo dichas aristas, que se convierte en un espiral, pero nunca se estanca ni lo hace con parsimonia, sino que el recorrido es más que dinámico e intimista a la vez, uniendo estilo que no siempre van de la mano o que congenian –el clímax parece encontrarse entre el cierre del episodio cinco y parte del seis, aunque eso no quiere decir que no haya aún más para contar hasta su final-; volviéndolo al proyecto de HBO una propuesta que puede abarcar distintos tipos de públicos, y que pueden disfrutan por igual.
Con tantos componentes positivos, resulta evidente que Task es una de las grandes series del año, que no sorprenderían sus múltiples nominaciones y, aún mejor, permite su recomendación a todo aquel que quiera ver una buena historia.
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