
Dirigida por Marcelo Leguiza
Bianca es una mujer atormentada por oscuros traumas de infancia que se niegan a quedar en el pasado. En su adultez cae en las garras de un siniestro conspiranoico que arrastrará su frágil mente a una guerra entre lo real y lo imaginario de la que todos seremos parte.

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Por Gastón Dufour
Marcelo Leguiza regresa al cine con Cielo rojo, una inquietante película de terror psicológico. La cinta presenta una historia cruda, simbólica y visceral que explora los límites de la mente humana a través de su protagonista, Bianca (interpretada por Noe Antúnez), una mujer atrapada en un ciclo de traumas que se remontan a su infancia. Su lucha por sobrevivir y encontrar redención se entrelaza con elementos surrealistas, haciéndonos cuestionar lo que es real y lo que está en su imaginación.
Tal como mencioné en el primer párrafo, la historia invita al espectador a conocer la vida de Bianca, quien no puede escapar de las sombras de su historia familiar. Desde los primeros minutos, el director plantea un ambiente cargado de tensión, donde el pasado de la protagonista se convierte en el mayor enemigo de su presente. La opresión emocional que la mujer arrastra la lleva a un abismo en el que la línea entre la realidad y la fantasía comienza a desdibujarse. Es en este punto que la película gana fuerza, sumergiendo al espectador en una atmósfera claustrofóbica, casi pesadillesca.
En su búsqueda por encontrar sentido y alivio a su dolor, Bianca cae bajo la influencia de un siniestro conspiranoico (interpretado por Germán Baudino). Este personaje actúa como un catalizador para que la frágil mente de ella se sumerja en una guerra entre lo real y lo imaginario. Así el guion nos lleva por un viaje de confusión en el que los detalles simbólicos, aunque aparentemente inconexos, comienzan a cobrar sentido, exponiendo la vulnerabilidad de una mujer que vive al borde del colapso.
Leguiza emplea un enfoque visual que rememora a antiguas películas de terror psicológico, pero reinventadas con un sello muy propio. El uso de espacios vacíos y desolados, así como los tonos fríos y oscuros, contribuyen a crear una sensación de aislamiento y peligro constante. La fotografía es un punto fuerte, que logra su objetivo capturando tanto la belleza como la desolación de los paisajes mentales y físicos por los que transita Bianca.
Las actuaciones del elenco son consistentes y adecuadas para este tipo de relato. Antúnez se luce como Bianca, quien transmite con fuerza la angustia y la confusión de su personaje. Baudino, como el manipulador, ofrece una interpretación inquietante, aunque su personaje deja más preguntas que respuestas. Las participaciones de Susana Varela, Gabriela Valenti y Paula Manzone complementan la narrativa, mientras que Esteban Prol y Victoria Carreras hacen apariciones remarcables que añaden peso al desarrollo emocional de la protagonista.
Cielo rojo no busca respuestas fáciles. La realidad de Bianca se siente frágil y el espectador es arrastrado a su mundo de confusión y desesperación. Los temas que revisita, que van desde los traumas familiares hasta la percepción distorsionada de la realidad, resuenan de manera profunda, pese a que por momentos parecieran quedar algunos cabos sueltos. Sin embargo, esta ambigüedad parece intencional, ya que refleja la misma incertidumbre en la que vive Bianca.
Para cerrar el análisis, puedo decir que es una obra que demanda atención. Es una experiencia intensa que será especialmente apreciada por los fanáticos del terror psicológico, con una protagonista que parece vivir entre dos mundos que poco a poco ven cómo sus fronteras se disuelven. Leguiza nos entrega una historia de supervivencia que no se olvidará fácilmente.
TÍTULO ORIGINAL: Cielo rojo (Gigantes de metal)
GÉNERO: Terror.
ORIGEN: Argentina.
DIRECCIÓN: Marcelo Leguiza
ELENCO: Noe Antúnez, Susana Varela, German Baudino, Gabriela Valenti, Paula Manzone, Esteban Prol, Victoria Carreras.
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