18 de abril de 2024

Bautizada por el demonio

T?TULO ORIGINAL: Luciferina
ACTORES: Malena S?nchez, Sofia del Tuffo, Marta Lubos.
ACTORES SECUNDARIOS: Pedro Merlo, Vando Villamil.
DIRECTOR: Gonzalo Calzada.
FOTOGRAF?A: Claudio Beiza.
GUION: Gonzalo Calzada.
G?NERO: Terror.
ORIGEN: Argentina.

Natalia es una joven de 19 a?os que posee un extra?o don que le permite ver el tipo de aura que tiene la gente, una ?luminiscencia? que se manifiesta en el contorno de las personas. Esto la lleva a desarrollar un car?cter introvertido y a vivir recluida como aspirante a novicia en un convento. El suicidio de su madre la obligar? a salir de su lugar y enfrentar un secreto que su familia oculta sobre su pasado y sobre el origen de este raro don.
Buscando averiguar la verdad emprender? junto a su hermana y un grupo de amigos, un viaje inici?tico a una isla del Tigre donde participar? de una experiencia con una bebida sagrada conocida como ayahuasca.
Solo a trav?s de esa experiencia lograr? conectarse con su propia luz y realizar el ritual para librarse de la posesi?n que la tiene atrapada desde su nacimiento.


Por Ayel?n Turzi

Este 15 de marzo se estrena Luciferina, primera parte de lo que ser? la ?trilog?a de las v?rgenes? que nos propone el realizador Gonzalo Calzada (Resurrecci?n). Ya tuvimos posibilidad de verla y sin lugar a dudas la recomendamos.

Natalia (Sofia del Tuffo) pasa sus d?as en un convento, hasta que es notificada de la muerte de su madre y decide volver a su casa. All? se encuentra con su padre postrado y su hermana ?ngela (Malena Sanchez), quien parece ser una estudiante aplicada de psicolog?a y padece un v?nculo violento con su novio Mauro (Francisco Donovan). Descubre, adem?s, que el altillo donde reposa su padre est? lleno de pinturas que hizo su madre antes de morir, en las que se replican tem?ticas relacionadas con el ?tero, la maternidad, la fertilidad femenina. ?ngela le cuenta que, tras haberse hecho un aborto, ir? con sus amigos a visitar un cham?n para realizar una ingesta de ayahuasca. Sinti?ndose ajena a la casa y a su propio padre, Natalia acompa?a al grupo de j?venes, al principio sin escuchar su propia necesidad de saber qui?n es, pero encontrando respuestas al final de la experiencia, que involucran demonios y posesiones.

Uno de los hilos tem?ticos principales, y m?s interesantes, es el juego con la identidad. Natalia parece haber ingresado al convento sin estar convencida, solo para huir de cierta incomodidad en su hogar, motivaci?n que le cuestiona su hermana. No parece tener vocaci?n de servicio o entusiasmo por la fe religiosa, al contrario, se la ve desafiante y con pocas ganas de seguir reglas. Sabe lo que no quiere, pero no sabe lo que quiere. Los otros j?venes del grupo, compa?eros de la facultad de ?ngela, parecen hacerse preguntas similares, sobre todo Abel (Pedro Merlo), quien incluso ha dejado la carrera y conf?a que la experiencia espiritual lo ayudar? con ciertos problemas m?dicos. Tras el ritual, cuando la trama gira y comienzan a aparecer los demonios y las posesiones que todos esper?bamos y el terror se hace m?s carnal, la pregunta por la identidad cobra otro sentido ?No deben saber acaso aquellos que ejecutan los exorcismos, los nombres de los demonios para expulsarlos?

Otro punto atractivo es c?mo se construyen estas posesiones, que no se insertan en un marco religioso excluyente: la aparici?n de la ayahuasca y la noci?n de autoconocimiento tanto del alma como del cuerpo son fundamentales para que la acci?n llegue a buen puerto, la resoluci?n no se ci?e s?lo a oraciones y agua bendita. Toma algunos elementos cl?sicos del subg?nero a la vez que incorpora todo un nuevo universo, haciendo que la intriga se vuelve atrapante y el espectador no pueda predecir con claridad c?mo se resolver?.

Mencion?bamos antes la aparici?n de la sexualidad femenina y su relaci?n con la maternidad en las pinturas de la madre, t?pico que se extiende hasta el final y replica en diferentes niveles. Es evidente en el aborto que menciona ?ngela o en la cruz que porta Natalia, que se asemeja m?s a un ?rgano reproductor femenino que a un crucifijo, y es m?s subliminal en las formas del techo del altillo donde reposa el padre, bajo y a dos aguas, generando la sensaci?n que ese recinto es un enorme ?tero. Esta doble aparici?n de los temas (a nivel narrativo y reforzados en elementos visuales m?s simb?licos) muestra un dise?o de producci?n digno de ser mencionado: no daba lo mismo que el padre est? recluido en ese altillo o en una habitaci?n con enormes ventanales.

La construcci?n sonora termina de reforzar los momentos m?s escalofriantes, en los cuales el manejo del cuerpo de los actores, sobre todo de Pedro Merlo, sostienen la tensi?n sobre todo en el tercer acto.

Luciferina es una historia dentro subg?nero de posesiones que introduce algunos elementos innovadores, reforzada por una intenci?n tem?tica, una buena mezcla de sonido y actuaciones veros?miles. Tanto por el sonido como por el manejo de la luz en determinadas secuencias, vale la pena verla en sala.

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