El tiempo no curó nada
Situada 28 años después del brote inicial del virus de la rabia, un grupo de supervivientes habita una isla fortificada, pero una misión al continente revela horrores y mutaciones tanto en los infectados como en otros supervivientes.
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Por Ignacio Rapari
La tercera entrega de la saga Exterminio no solo era esperada por el regreso de la dupla creativa Danny Boyle y Alex Garland —quienes dejaron una huella imborrable con 28 días después (28 Days Later) y que en la secuela, Exterminio 2 (28 Weeks Later) participaron como productores— sino también por todo el tiempo que llevó concretar este proyecto. Lo que en un principio iba a ser 28 Months Later terminó convirtiéndose en Exterminio: La evolución (28 Years Later). Y aunque el tiempo no haya curado nada, como dice el atractivo tagline de la película, sí fue más que positivo: este reinicio de la saga, pensado como una nueva trilogía, llega como una de las grandes sorpresas del año.
En tiempos en los que toda secuela o reinicio parece tener la obligación de ser más espectacular o innovador que sus predecesores, Boyle y Garland entienden que esa lógica no siempre aplica. Es cierto que el universo de Exterminio: La evolución se amplía, pero lo hace dentro de una historia que sabe qué contar luego de 28 años de los hechos de la primera película (y 23 desde la segunda).
Sin abandonar la tensión, el montaje frenético característico de Boyle ni ciertos momentos de gore salvaje, la película también logra construir una emotiva historia familiar, en la que a través de Spike (un enorme Alfie Williams, que con solo 13 años lleva sobre sus hombros gran parte del relato), conocemos el vínculo que mantiene con su padre Jamie (Aaron Taylor-Johnson) y su madre Isla (Jodie Comer). En ese sentido, la relación entre estos tres personajes va desde la lucha por sobrevivir hasta las tensiones propias del vínculo padre-hijo, atravesadas por las expectativas sobre el rol masculino y otros matices que construyen el costado más emotivo de la película.
Por otro lado, lo que al comienzo de la saga era una simple infección que se propagaba de forma epidémica y desataba la violencia de sus portadores, ahora presenta varias innovaciones. Si bien algunas se mueven al borde del riesgo excesivo, nunca terminan de desentonar, porque el guion de Garland se apoya en ideas que, lejos de buscar el efectismo, toman en serio tanto el potencial de esta entrega como el de las dos futuras películas que completarán la trilogía.
Lo que en la primera entrega fue una Canon XL1 de baja resolución, fundamental para lograr ese aspecto sucio y visceral tan característico, ahora se reemplaza por una combinación de drones, cámaras convencionales e incluso iPhones 15 Pro Max —puntualmente, para una secuencia impresionante filmada con un soporte diseñado para montar 20 celulares al mismo tiempo—. Más allá del realismo o del impacto visual que se busca generar, lo que queda claro es que el director británico responsable de Trainspotting y ¿Quién queire ser millonario? —entre otras grandes producciones— sigue tan vigente como siempre, con el mismo espíritu inquieto para experimentar dentro de una saga que dejó huella en el género y que aún tiene mucho por ofrecer. Sin lugar a dudas, Exterminio: La evolución es un maravilloso reinicio de la franquicia. La dupla Boyle/Garland continúa en estado de gracia.
TÍTULO: Exterminio: La Evolución
TÍTULO ORIGINAL: 28 years later
DIRECCIÓN: Danny Boyle.
ELENCO: Jodie Comer, Aaron Taylor-Johnson, Jack O`Connell.
GÉNERO: Terror.
ORIGEN: Estados Unidos.
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