Sebastián Schindel apuesta a la comedia
La nueva película de Sebastián Schindel es una comedia de enredos que logra sostenerse a pesar de las carencias en su primer tramo pero que rápidamente comienza a estancarse en los lugares menos efectivos y olvidados del género.
Por Ignacio Rapari
Desde El patrón: radiografía de un crimen, Sebastián Schindel ha adquirido -merecidamente- mayor notoriedad en el círculo del cine comercial argentino. Siempre prolífico, logró ese reconocimiento con aquel atendible policial basado en una historia real, repitiendo el género con Crímenes de familia, película que se iba a estrenar primeramente en salas y terminó siendo estrenada en Netflix a causa de la pandemia. Entre medio de ambos títulos, El hijo -de nuevo con Joaquín Furriel como protagonista-, significó un valioso thriller psicológico con menor repercusión, pero no por ello carente de hallazgos e interesantes búsquedas que remitían -principalmente- a la obra de Roman Polanski.
El “quiebre” del director argentino se produjo con sus dos últimas producciones, lanzadas directamente a plataformas de streaming. La ira de Dios (Netflix) continuó en el terreno del thriller aunque con torpezas impensadas tras sus tres anteriores películas y ahora con Miénteme (para Amazon Prime Video) su debut en la comedia resulta un tanto desconcertante.
No puede negarse que la propuesta es honesta. Desde el momento cero (que empieza incluso antes del primer minuto de película) uno sabe con lo que se va a encontrar. De hecho, en caso de conocer los trabajos de Schindel, resulta extraño que su nombre figure en esta producción. No obstante, la correcta narración, a la que se suman las carismáticas interpretaciones de Benjamín Vicuña y Leonor Varela (Florencia Peña y Lucas Akoskin desentonan bastante aún en una propuesta que se desarrolla en la exageración) y algunos gags efectivos, ayudan a que se dejen pasar ciertos lugares que fueron abandonados hace mucho tiempo por la comedia. ¿Qué puede tener de hilarante ver como una mujer se regala de la manera más torpe, desesperada -y hasta abusiva- a un hombre que trata de evitarla?
La historia se centra en Bárbara (Peña), una mujer que nunca ha tenido suerte con los hombres, hasta que sus amigos Eva (Varela) y Matías (Akoskin), un matrimonio que atraviesa una crisis trabajada con total simplicidad, decide presentarle a Julián (Vicuña). El primer encuentro es un éxito, pero la pareja termina descubriendo que Julián no es quién dice ser.
Es hasta la introducción de Julián, junto a algunos momentos posteriores que permiten lucirse a Vicuña, que la película funciona en términos al menos aceptables, aunque cuando entra en el terreno de la buddy movie y la historia necesita encontrar resoluciones, lo que antes era mínimamente aceptable termina por tornarse tedioso, arcaico y carente de humor.
A esta altura la discusión no debería apuntar al talento de Schindel como realizador, aunque sí a las exigencias de las plataformas para “sacar de la galera” películas genéricas que sirven para posicionarse durante algunos días en el top y no más que eso. Aunque las conducciones de producción resulten mucho más accesibles, el vuelo artístico no parece importar demasiado.
El deteriorado matrimonio de Matías y Eva, una pareja sin hijos, toma un impulso cuando intentan emparejar a su amiga Bárbara con el que parece ser el hombre perfecto, el galante Julián. Cuando se dan cuenta de que Julián no es lo que parece y tratan de advertirle a Bárbara, ella ya ha ido demasiado lejos. Sus esfuerzos por demostrar la verdad los unirá aún más.
TÍTULO: Miénteme
DIRECCIÓN: Sebastián Schindel
GUION: Leonel D’Agostino y Sebastián Schindel.
EDICIÓN: Leandro Aste.
FOTOGRAFÍA: Lucio Bonelli.
ELENCO: Leonor Varela, Lucas Akoskin, Florencia Peña, Benjamín Vicuña, Flor Vigna y Luciano Castro.