7 de febrero de 2025
silo 2 01

El pueblo unido jamás será vencido

Con la alguacil Juliette Nichols afuera del silo, los diferentes trabajadores quieren saber qué sucedió con la joven y cómo son los pasos a seguir. Mientras algunos personajes replantean su lealtad o piensan en los próximos movimientos para hacer, la propia protagonista conoce un mundo distinto.


Si te gusta lo que hacemos, podés colaborar con tu aporte.

Invitame un café en cafecito.app

Por Ignacio Pedraza

Hace año y medio atrás, Apple TV+ llamaba la atención en su catálogo con Silo (2023), basada en la saga de novelas de Hugh Howey, con un primer capítulo introductorio –protagonizado por Rashida Jones y David Oyelowo– que podía gozarse por sí mismo pero que, más allá de su capacidad aislante al resto de los nueve episodios, nos adentraba para captar las lógicas recluidas y supervivientes de la trama.

Luego del prólogo, la irrupción de la tenaz Juliette Nichols (Rebecca Ferguson) y su complejo camino desde lo más bajo del edificio esférico hasta como mandamás de la fuerza de prevención caracterizaba al trabajo creado por Graham Yost con dos puntos que la volvían interesante: el suspenso y lo policial.

Desde la perspectiva de la protagonista, vamos conociendo –y replanteándonos- el status quo de dicha sociedad, pero a la vez generando interrogantes sobre el mundo exterior, con componentes distópicos que se refuerza desde la incertidumbre.

La olla pareció destaparse al final de la primera temporada, pero apenas. En estos nuevos diez capítulos, el desafío de los directores Michael Dinner, Aric Avelino y Amber Templemore –una lista que cambia respecto a la de un año atrás- pasa por una doble trama que, más allá de su interrelación, se sienten un tanto distanciadas: las aventuras de la propia Nichols en su viaje por el exterior, y a la vez las consecuencias de lo que sucede en su Silo tras la salida de quien se volvió un emblema de la revolución.

Los rasgos suspensivos parecen corresponder más al terreno desconocido del personaje de Ferguson, con la irrupción del enigmático Solo (Steve Zahn) y un listado de tareas que debe cumplir a lo largo de los episodios. A la vez, en el espacio que recientemente dejó la cuestión política se hace más presente, con un mensaje a la sociedad, al poder y de las clases sociales más evidente. Lo que correr con los episodios parece parsimoniamente narrado, el último capítulo logra encapsular todo.

En esa tapa que parece salirse del eje, los personajes involucrados se vuelven más notorios y, más allá de los intereses entrecruzados, la trama resulta más evidente en un terreno en el que claramente era necesario pasar por la acción –hay cierta semejanza a la saga de Los juegos del hambre-. Apenas algunos involucrados, como Robert Sims (Common), permite jugar en esa dualidad; otros en cambio ya resultaba evidente su desarrollo –por ejemplo, el Paul Billings de Chinaza Uche-.

La fotografía –a cargo de Mark Patten, David Luther, Laurie Rose, Ed Moore y Baz Irvine– se caracteriza por el tono opaco y una iluminación un tanto apagada, propia del edificio bajo tierra –por momentos identificado como si fuera una sede de la Autoridad de Variación Temporal- puede llegar a resultar monótona, pero cabe resaltar que dicha imagen permite adentrarnos en la coyuntura anti-utopía.

Si bien hay misterios por resolver –el epílogo de este décimo episodio parece aún más críptico que el anterior-, la segunda temporada de Silo ha logrado mantenerse entre lo más destacado del género dentro de la pantalla chica por sus atributos técnicos –en general, dicha plataforma no falla en esa tarea- pero también con una narrativa que sobrepasó la cuestión netamente suspensiva para lograr explorar a un terreno más de coacción de manera necesaria.


Si te gusta lo que hacemos, podés colaborar con tu aporte.

Invitame un café en cafecito.app

About Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial