28 de marzo de 2024

Ser? el peor horror de todos los horrores que este pueblo conocer? hoy


Por Rodrigo Vega

El joven viaja en su auto por la ruta. Entusiasmado, aunque no sea evidente. Est? pensando en m?ltiples posibilidades. Tiene muchas opciones. Cuenta con una generosa cantidad de recursos. Contempla el camino mientras avanza r?pidamente. Su expresi?n es serena. No se conf?a pero tampoco tiene que temer. No escucha m?sica. No se detiene a responder las miradas de las mujeres que empa?an el vidrio del asiento del acompa?ante en el auto de sus novios cuando le ven pasar. Solamente ellas lo ven al parecer, los tipos no prestan atenci?n. Pero las mujeres lo hacen en detalle, compulsivamente, con furor, rasgu?an el asiento, entrecruzan las piernas, sudan… y aun as? fallan en descubrir que el hermoso joven no est? respirando.

El pueblo m?s bello que de costumbre, est? vestido de fiesta, decorado con esmero y atenci?n por los detalles. Aqu? las fechas festivas se toman en serio. Para aplacar la rutina. El contexto poco estimulante. La vida sencilla que responde al modelo b?sico dictado por la sociedad: matrimonio e hijos. Los ni?os salen de sus casas acompa?ados por alg?n hermano mayor castigado u obligado para escoltarlos en la b?squeda de golosinas. Para ellos esta noche se trata de disfraces y risas y sustos leves, cuando les cuenten los consabidos e inevitables cuentos que ya padecieron sus hermanos a?os antes a la hora de dormir con la luz apagada.

Est? anocheciendo, queda poca luz en el horizonte, en las calles ya no es suficiente el sol. El alumbrado p?blico se enciende, gradualmente mientras el joven estaciona, la noche se apodera del poblado como un manto de mal ag?ero. En este caso lo es. Porque lleg? el momento, la fecha exacta, ?l lo disfruta, tanto como lo har?a un le?n mientras engulle a su presa, mientras la desgarra. Es imposible disimularlo, entre semejante belleza, cuando esta noche, donde un pueblo rodeado de bosque, sus habitantes ingenuos, celebren el horror, este demonio se alzar?.

Se baja de su auto, un bello Audi descapotable negro, no se molesta en trabarlo o activar la alarma, jam?s regresar? por ?l. Si alguien pudiera ver lo que yo, se molestar?a en revisar el estado del asiento de cuero del conductor, para sorprenderse frente al contorno de un hombre gravado como si se lo hubiera quemado. La marca maldita de quien manej? toda la tarde ese auto nuevo. O el due?o original que desafortunado condujo frente a esta criatura.
Los ni?os revolotean por las veredas, no hay veh?culos circulando por las calles c?ntricas esta noche. Habr? una cena en la sala de convenciones para los adultos. Los adolescentes tendr?n su fiesta m?s tarde tambi?n. Por ahora la noche es de los ni?os que honran sus disfraces y r?en mientras reciben golosinas o hacen travesuras.

El joven camina inveros?mil con su traje negro y sus ojos azul zafiro, su piel blanca, su veneno escurri?ndose por sus p?rpados como r?mel. Lo seca, arroja las gotas al c?sped, este se quema como si le hubieran arrojado ?cido. Es que su esencia no puede conformarse en formas mortales, o tal vez sea su excitaci?n. Como recorre con su lengua afilada cada uno de sus dientes id?nticamente letales, por causa de lo que plane?. Su sombra proyectada por la cruel luz azulada de esta noche lastima a los animales que la cruzan ignotos, pues aquellos que le ven acercarse se erizan en terror frente a su aura. No las chicas, ellas se relamen inhalando las feromonas del manto, imaginando una noche con ?l. Ser?a su ?ltima noche si sucediera.

Sonr?e a una pareja de enamorados que lo saluda amablemente. Es la cortes?a campesina, los valores que tienen aquellos que viven en un lugar peque?o donde todos se conocen m?nimamente entre s?. Pero hay algo m?s que el ojo transe?nte no alcanzar?a notar, esta pareja no es como las otras del pueblo, no es como la de la estudiante y su novio, no es humana. Son los enamorados que murieron en ese tr?gico accidente, devenido leyenda urbana entre j?venes de poblados en los alrededores. Entonces este saludo cort?s fue m?s un reconocimiento a las criaturas de su clase.
A?n queda tiempo antes de la fiesta, pasea por el pueblo, observando, varios de estos cordiales j?venes ser?n su presa. Las mujeres nuevamente apenas pueden contenerse cuando le perciben, su aroma, las feromonas. Nada mejor que esta noche para saludar amablemente un emisario de la muerte sin darte cuenta.

El demonio es hermoso. Un ser magn?fico. Esp?cimen apto para usar como ejemplo en decenas de publicaciones para la posteridad. Su cuerpo perfectamente copiado de Instagram, cada movimiento que realice, ser? digno de una selfie con miles de corazones virtuales clamando aprobaci?n. Podr?a tener millones de seguidores virtuales pero a diferencia de las celebridades, si eligiera uno por una noche, lo devorar?a.
Su cabellera negra destellando ?nfimas luces azules, imposible resistir la urgencia de acariciar algo tan perfecto a la vista. Hazlo y en tu mano comenzar?s a sentir una leve comez?n, luego ardor. ?Oh! M?s tarde dolor. Mmm? finalmente ver?s a tu piel desprenderse. ?Uh! ?Mira tus huesos ensangrentados! ?No sientes que ha valido la pena rendirte a la vanidad y tocar la perfecci?n de este demonio?
Querr?s o?r sus palabras, pues labios tan suaves no podr?an emitir sonido que fuera menos que org?smico. Pero el demonio no puede hablar. Su lengua filosa como un bistur? recorre una boca cuyos dientes son fauces y entre ellos restos de humanos reposan como bacterias.

Varios p?jaros caen descuartizados en los l?mites del poblado. Volaban bajo ingresando en la c?pula de bruma que espera descender a medianoche. Ya no hay estrellas en el cielo, una clara se?al del aislamiento. Los habitantes no pueden verlo, ya no hay dioses que los amparen. Ahora son due?os de su propio destino. Tambi?n est?n desamparados en caso de encontrarse al borde de su fin, clamando una casualidad que les permita salvarse. Suerte le llaman. Bien, sin dioses, no hay suerte. S?lo la fortaleza del esp?ritu humano.

El demonio proviene de un mundo sin suerte. Su apariencia esconde el vac?o que le compone. Un fragmento del abismo que luce tan horrendo como se pretende de la nada consciente. En sus ojos el tiempo no sucede, ver?s la calma de no existir y tu rostro en medio de la nada enmarcado por su precioso iris. ?Imaginan algo m?s aterrador que un ente devorador compuesto de oscuridad absoluta? ?l lleva su marca, todas sus criaturas tambi?n y su belleza pone a prueba la debilidad mortal.

Sus ojos preciosos al fin se posan sobre la figura de una mujer, Elisa una joven de 18 a?os que acudir? al evento de la fecha. Ella est? perdida desde el momento en que elige acallar su voz interior, que grita «?no lo hagas, no vayas con eso, no le des tu consentimiento!». Opta por sus impulsos, tal vez si algo la vigilara, su ser resonar?a con mayor contundencia. Sentido com?n, le dicen los esc?pticos.

La brisa g?lida acaricia su cabellera rubia, suspira cuando la abominaci?n cruza la calle para encontrarla. Sus latidos se incrementan, sus pupilas se dilatan, sus labios se humedecen, su destino est? sellado. Un beso deshace la piel, los labios queman al contacto con la fr?gil Elisa. El demonio necesitaba fortaleza para sostener su manto. No es posible o?r los gritos de la joven, pero dentro del bosque suena como si un oso devorara un perro mediano. La sangre salpica el verde pardo y el marr?n oscuro del follaje. El abismo se relame y espera.

Esta noche se respira en el aire templado, una premonici?n a menudo presente durante esta festividad, alguien va a caer presa de la oscuridad sin duda, cada vez que se celebre esta fecha. Pero este karma no es tan azaroso. La tensi?n es leve, vaporosa, incisiva, se ci?e de la luz de luna mientras baja hasta envolver a todos. Se mantendr? invisible durante los festejos iniciales, persistente llegar? a su cl?max por la madrugada. Una dulce fragancia a flores frescas, sexo & peligro, rebeld?a, descontrol, pasi?n, liberaci?n, dolor, miedo, sufrimiento. Ir? en descenso hasta lo inevitable. Donde las criaturas esperar?n con las fauces abiertas. All? estar? este visitante, observando, aguardando, su momento ser? clave. Ser? el peor horror de todos los horrores que este pueblo conocer? hoy.

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