
¿Un sueño horrible o una pesadilla placentera?
Blonde es una mirada al ascenso a la fama y la épica desaparición de la actriz Marilyn Monroe, una de las estrellas más grandes del mundo.

Por Agustín Boero
Si bien Blonde no le hace justicia en lo más mínimo a la vida de Marilyn Monroe, esto no la hace menos interesante. Pensando (luego de haberla visto un par de veces) en cómo el nombre y su figura es un condicionante para la trama y lo que esperamos, es más, si la película estuviese planteada fuera del rol de Marilyn, por ejemplo como hicieron los hermanos Coen en Inside Llewis Davis (2013), creo que hubiese sido muchísimo mejor debido a que todo el tiempo esperamos ver glamour, grandes escenas de sus éxitos y todo el mundo afrodisíaco que la rodeaba como modelo y actriz. En cambio, en la otra cara de la moneda: el realizador Andrew Dominik nos sirve por poco tres horas de una onírica y casi surrealista etapa de Marilyn que por momentos es desesperante y por otros sentimos que no hay esperanzas para una mujer que buscaba convertirse en estrella de cine.
El filtro más grande que tiene la película para llegar a grandes audiencias es su duración, y hay otros componentes para públicos actuales que pueden llegar a ser molestos. Todo técnico claramente: los saltos del blanco y negro al color, los cambios de formato de imagen y algunas secuencias de cámara muy poco legibles son cuestiones decisivas del director que pueden o no gustar. No hace a mi parecer una diferencia notable en el relato.
Si vamos más finos a lo argumental, Ana de Armas carga y hace malabares con su actuación, quien sin dudas es lo mejor que tiene la película y hace parecer por momentos que la propia modelo está en pantalla. Ahora bien, los acontecimientos como ya se dijo, distan de lo eufórico y glamoroso del Hollywood de los años 40 y 50. Desde el inicio vemos la joven y atormentada vida de Norma (Marilyn) y cómo mediante el uso de su cuerpo como objeto sexual de horribles jefes de producción, llegó a estar en la gran pantalla. Luego en repetidas veces vemos de manera explícita momentos muy oscuros donde tuvo que tener relaciones, abortos, peleas y abuso de drogas con personajes horribles que distan de lo afectivo. Como si fuera menos, hay algo que no termina de entenderse y es cómo la actriz es objeto de deseo y la manera en que la sexualizan repetidamente, parece casi a propósito lo innecesario de su desnudez.
Sin explayarme mucho más, Blonde no es lo que prometía ser sobre biopics, es distinta, innovadora y con un nivel de creatividad que pocas veces se ha visto. Aún así, no se ajusta a la vida de la gran estrella Marilyn Monroe y su breve pero inolvidable paso por el cine. Me parece que Netflix no tendrá aplausos masivos por la película. Pero tampoco estuvo en un desacierto total.