
La vuelta de la dupla roedora vuelve con una película secuela para Disney+
Lejos del éxito en la tarde de Disney Channel, Chip y Dale buscan sobrevivir en Los Ángeles. Ante la desaparición de un amigo, los dos protagonistas deberán dejar atrás sus recelos para volver a la acción, pero esta vez alejados de las cámaras y sin un guion que los respalde.

Por Ignacio Pedraza
Mientras las duplas detectivescas gozaban su fama en diversas series como Starky y Hutch (Starky and Hutch, 1974), los niños contaban con su propio equipo para alegrarse la tarde en Disney Channel con Chip y Dale al rescate, una de las series de animación que se estrenó en 1989 y que con tres temporadas se convirtió en una de las más destacadas de la época. Las dos ardillas protagonistas contaban con sus compañeros Monty, Gadget y Zipper, con quienes formaron Rescue Rangers para resolver casos.
La vuelta de estos personajes tiene una particularidad grande, y es que no es bajo el mismo formato: con la dirección de Akiva Schaffer, Disney+ estrenó la película homónima de Chip y Dale, pero esta vez compartiendo la animación, tanto 2D como 3D (como se puede ver en sus protagonistas) y el live-action. Con un lenguaje meta muy fuerte, bajo la voz en off del personaje de Andy Samberg, conocemos qué sucedió tras la cancelación de la serie y cómo sobreviven en el presente, en un mundo donde conviven los humanos y animales antropomorfos.
Pero nuestros protagonistas no son las únicas estrellas de la televisión animada, sino que conviven con figuras de otras series y películas y eso lo vuelve de lo más destacado y novedoso. En una especie de multiverso de los cómics pero con celebridades de la infancia, la película no ahorra en presentar personajes de otras producciones para transformarla en una fiesta del género, con humor completamente irónico sobre ellos y la propia industria. La vara no queda solamnete en «la empresa del ratón», sino que amplía el espectro y presenta figuras de otras productoras como de distintas épocas, ya sea el recurso melancólico como de proyectos actuales. Sin caer en nombres propios para no arruinar una experiencia que ya de por sí es innovadora, traer diseños –sí, algunos son literalmente los polémicos diseños- es una bocanada de aire fresco.
Es cierto que el recurso se ha visto anteriormente –con el gran faro de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who Framer Roger Rabbit, 1988)- en este caso dicho medio utilizado es funcional para crear el contexto donde se sitúa la narración, además de ser provechoso para la comicidad; ya que el guión creado por Dan Gregor y Doug Mand deja detalles que en un primer vistazo al largometraje pueden pasar de largo.

La historia no es el punto fuerte del proyecto, pero cuenta con tintes policiales propios de la serie original y que sirve como homenaje a las diversas aventuras que las dos ardillas y su patrulla atravesaron, teniendo en cuenta también que el aporte humano es mínimo, representando principalmente en la policía Ellie Steckler interpretado por Kiki Layne, siendo más enriquecedor viendo cómo interactúan los diferentes tipos de animación, que incluye burla hacia algunos como el del personaje de Seth Rogen. Además, la trama tiene presente el paso del tiempo y la inmediatez propia para estos personajes.
Cuesta imaginar a qué público va directamente apuntada la película, ya que para saber aprovecharla debe contar con un consumo amplio de dicho género o conocer algunas temáticas que lo rodeaban –el caso del erizo azul es uno de los ejemplos más claros-. Sin embargo, el dinamismo y el espíritu de aventura, sumado a lo que puede ser una modernización a un ícono como fue la película de Robert Zemeckis de 1988, juntará a diferentes grupos etarios y permitirá disfrutar una novedosa propuesta que no siempre cuenta con tantas libertades para trabajarlo.