La serie más entrañable del año
Si bien en este último tiempo Netflix viene dando mucho de qué hablar, hace poco se la jugó con Heartstopper, un proyecto original basado en la novela gráfica de la millennial Alice Oseman que inmediatamente se robó los corazones de quienes se decidieron por verla.
Por Agustina Colobraro
Hace mucho que no se nos presenta contenido en formato de serie que, en pocas palabras, “termine bien”. Venimos con una seguidilla de series y películas bastante trágicas o con final abierto que nos dejan a la espera de que nuestros personajes favoritos puedan encontrar sus objetivos. Y Heartstopper se aleja -bastante- de ello.
Esta serie nos cuenta la historia de Charlie Spring (Joe Locke), un adolescente gay que asiste a una escuela que es solo para varones y, luego de ser asignado a su nuevo compañero de banco Nick Nelson (Kit Connor), comienza a tener sentimientos románticos por él.
Heartstopper es como cualquier comedia romántica del tipo coming of age de adolescentes, pero tiene bastantes diferencias. La primera es que parece que al fin Netflix decidió dejar de utilizar actores de veintipico de años para hacer de adolescentes, ya que para este proyecto todos los personajes en edad escolar están interpretados por actores acordes, y esto se nota. Tanto Nick como Charlie y el resto de los personajes tienen una apariencia y actitud que se alinean a las que se esperarían de adolescentes en sus últimos años escolares.
Por otro lado, Hearstopper básicamente es un relato del primer amor adolescente, pero a diferencia de lo que estamos acostumbrados, esta historia sucede entre dos varones, algo que quizás diez años atrás no habría sido igual de aceptado que ahora. Esto la hace convertirse en una serie totalmente aclamada, ya que hay muchos adolescentes que se encuentran en situaciones similares y, por lo tanto, al fin tienen personajes con los que identificarse y usar como modelo.
La historia de Charlie y Nick se va contando de una forma muy amena, ya que no se siente apresurada ni fuera de lugar. Además, como la serie es una adaptación de una novela gráfica, tiene momentos en los que los personajes se sienten dentro de una viñeta, lo cual es un recurso visual que va por fuera de lo usual pero que es placentero de ver para los espectadores.
Como suele suceder cuando dos personas se enamoran “fuera de la norma”, Nick pasa gran parte de la serie cuestionándose su personalidad, su sexualidad y sus elecciones del día a día, provocando que al mirar su historia nos sintamos acompañando sus descubrimientos y celebrando sus conclusiones y acciones.
Además de Nick y Charlie, Heartstopper cuenta con una gran variedad de personajes que se encajan un poco en los estereotipos pero logran darle una “vuelta de tuerca” para alinearse con las vibras de la historia. El grupo de amigos de Charlie está compuesto por Tao (William Gao), Isaac (Tobie Donovan) y Elle (Yasmin Finney). Tao funciona como el típico amigo “guardaespaldas” de Charlie, que está siempre a su lado para defenderlo de los bullies; mientras que Isaac tiene el papel de apoyo emocional; y Elle, una chica trans, ayuda a Charlie a transitar lo que le pasa con Nick desde un lado mucho menos defensivo que Tao.
Los amigos de Nick, por otro lado, no son tan agradables. Harry (Cormac Hyde-Corrin) es quien se encarga de avergonzar a Charlie – o a cualquier otro personaje que no cumple con los estándares de chico popular – y de pelear durante toda la serie, mientras que Ben (Sebastian Croft) intenta seguir los pasos de Harry pero se siente atraído por Charlie. La única amistad de Nick, que quizás suma un poco a su personalidad, es Imogen (Rhea Norwood), su amiga de toda la vida con la que puede abrir sus sentimientos casi al final de la serie. Este es uno de los motivos por el que Nick comienza a sentirse mejor y más aliviado cuando comienza a frecuentar con Charlie y sus amigos, tanto que, al final de la serie, se anima a confesar todo lo que le está sucediendo a su mamá, Sarah Nelson (Olivia Colman).
Esto último funciona como un gran ejemplo para las generaciones de hoy en día, ya que lamentablemente muchos de los problemas que atraviesan los adolescentes podrían ser evitados o recibir la ayuda correcta si ellos se sintieran con la seguridad de abrirse a los adultos que los rodean, tal como le pasa a Nick con su madre o a Charlie con el profesor Ajayi, quien lo ayuda en la escuela a liberarse de los grupos que lo molestan por su sexualidad.
Recientemente renovada para dos temporadas más, Heartstopper es una historia fresca, entretenida y linda, ya que deja una sensación de positividad y felicidad para con los personajes. Es muy fácil y rápida de ver, ya que sus episodios son cortos y la narrativa se encarga de relatar todo lo necesario para invertirse en la historia. En cuanto a lo audiovisual, los efectos dan esta sensación de encontrarse dentro de un comic, mientras que la banda sonora acompaña e invita a querer saber más de esta historia.
Los ocho episodios de Heartstopper se encuentran disponibles en Netflix, que ya subió el hype junto a su autora Alice Oseman y sus protagonistas Joe Locke y Kit Connor al anunciar la preparación de dos temporadas más, llenando de alegría y de expectativas a los fanáticos de la serie. Sin embargo, si resulta imposible esperar tanto para seguir conociendo las aventuras de Nick y Charlie, las novelas gráficas llegan, por ahora, hasta el volumen cuatro, y están mucho más adentradas en la historia que pronto veremos a Nick y Charlie recorrer en pantalla.
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