28 de marzo de 2024

Rodada en Wallmapu a lo largo de dos años incluye protagonistas mapuches

Cuentos de la tierra aborda desde una mirada emotiva y poética cinco relatos amalgamados por el modo de sentir y pensar que atesora el pueblo Mapuche (“gente de la tierra”).

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Por Gastón Dufour

No todo necesita ser filmado o, al menos, las formas en que lo que se desea contar una historia deberían ser mejor pensadas. Sobre todo por el propio bien del cuento y el interés del narrador, sobre todo pensando en lo que se propone compartir. Cuentos de la Tierra, dirigida por Pablo Leónidas Nisenson, ofrece una mirada poética sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza a través de cinco relatos que reflejan la forma de pensar y sentir del pueblo Mapuche. En cuanto a las actuaciones, si bien hay momentos de intensidad, el resultado tiende a ser irregular y no logra transmitir toda la emoción y profundidad que podrían haber tenido los personajes. 

Sin embargo, la música, en consonancia con los sonidos del espacio natural que le da marco a cada pasaje, es uno de los puntos fuertes de la película. Lamentablemente estos aciertos no ayudan al sostén de la propuesta; la estructura narrativa puede resultar confusa y desordenada en algunos momentos, lo que dificulta la comprensión global de la historia. Aunque, por supuesto, es valorable la invitación a reflexionar sobre la complejidad de representar culturas originarias y la necesidad de darles voz y participación real en la creación artística.

Así es que ver Cuentos de la Tierra me deparó varias sorpresas (algunas en la posterior conferencia de prensa, que prefiero guardar para la posteridad).Es valorable y me generó mayor interés el avance de las historias en el idioma original de los personajes. Creo, y lo visto lo confirma, que no hay nada como la emoción interpretativa que genera el trabajo en la propia lengua. Luego comienza a fallar en cuando los capítulos que se organizan como premisa general.

De a poco, a la vez que avanzan, cada uno de los fragmentos en que se divide el todo generan una confusión que gana hasta a su forma interna, y termina definiendo la idea que los cruza.

La elecciòn del blanco y negro resulta al principio y al final, pero remueve el transcurrir de lo narrado en medio, transformando lo que se plantea en una idea con resultados tan limitados como las posibilidades que la imagen, en su transcurrir, ofrece al espectador. 

Lo que diversifica inesperada (y a mi gusto, innecesariamente) las vertientes narrativas dentro del film son su elección de género y su orientación narrativa, que lleva a algo de desconcierto para el observador. No se sabe si planea contar con vehemencia y dar un mensaje usando la tradición oral como vehículo o si es más bien un documental de denuncia. A mi gusto parece no ser ni una cosa ni la otra, como un sabor que no se termina de definir 

Por lo que menciono siento que Cuentos de la Tierra no encuentra el tono más allá de algunos momentos muy específicos. A grandes rasgos funciona, sin ser muy detallista ni mirar con lupa, de modo que creo que el objetivo puede haberse cumplido para quienes sostuvieron, con su interés y su esfuerzo, el proyecto.



TÍTULO ORIGINAL: Cuentos de la Tierra
DIRECCIÓN: Pablo Nisenson.
GÉNERO: Drama.
ORIGEN: Argentina.

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