El drama deportivo es uno de los éxitos actuales de Netflix
Stanley Sugerman (Adam Sandler) no se siente valorado en su trabajo como cazatalentos de los Philadelphia Sixers, ya que tiene que remar a contracorriente contra las opiniones de los dirigentes ante sus propuestas y además se pierde tiempo con su familia por viajar por el mundo. Sin embargo, su encuentro con Bo Cruz (Juancho Hernagómez) lo hará encontrar nuevas motivaciones.
Por Ignacio Pedraza
Pocos artistas cuentan con las opiniones tan variadas y extremas como es Adam Sandler. Desde las comedias más disparatadas como Son como niños (Grown Ups, 2010) o El halloween de Hubie (Hubie Halloween, 2020), hasta verdaderas joyas como Embriagado de amor (Punch-Drunk Love, 2002) o Diamantes en bruto (Uncut Gems, 2019), que no cuentan con término medio en los análisis de la crítica ni el cariño del público. Sin embargo, en su último proyecto estamos ante uno de sus pocos trabajos que se sitúan en la rambla de su filmografía, como es Garra (Hustle, 2022).
En este caso lo tenemos en un papel como fanático del básquet, que busca talentos por Europa para sumarlo a las filas de los Sixers. Sin embargo, su trabajo no va como esperaba: no tiene el reconocimiento necesario por parte de la filial –a excepción de su propietario Rex Merrick (Robert Duvall), quien parece mantenerlo a flote- y lo alejan de casa junto a su familia. Entre tanto padecimiento su viaje a España lo hace encontrar con una verdadera joya: Bo Cruz (Juancho Hernágomez), un albañil que juega al básquet en las calles por dinero y que cuenta con un potencial enorme.
La premisa de Garra parte desde un drama deportivo con el que contamos con (muchos) antecedentes, y que si bien mantiene un desarrollo y secuencias clichés del género, es un entretenimiento que se destaca por la actuación de Sandler y el ritmo impuesto por su director Jeremiah Zagar; a lo que podemos sumar el tratamiento de la historia dándole un cuidado que siempre se destaca en dichos tipos de proyectos.
Con el nombre del cómico entre sus filas, era inevitable que la producción también pase por las manos de su empresa Happy Madison y es interesante para plantearlo desde este punto: la productora ya estrenó junto a Netflix en el 2022 Jugar en casa (Home Team, 2022), en ese caso con Kevin James en el papel protagonista, que si bien comparten temática se notan demasiado las diferencias entre una y la otra. En la situada en el contexto del fútbol americano, adentrándose más en la comedia, resulta muchísimo más olvidable por sus actuaciones, situaciones y narrativa. En este caso tenemos un producto más cuidado.
Y más allá de la típica secuencia de entrenamiento con música motivacional o los rivales sin desarrollo a nuestros protagonistas que pondrán palos en la rueda sin motivo alguno, desde la dirección de Zagar y el guión de Taylor Materne y Will Fetters se permite la problematización sobre la cuestión, con un camino que queda en evidencia que no es fácil pero a la vez presenta personajes que no son impolutos, luchando en cada paso por la rendición y el éxito. La cuestión familiar, que también se exhibe en el largometraje, intenta colarse pero queda en un segundo plano.
El tema de que esto último no ocupe todo el espectro no tiene que verse como algo completamente negativo, sino que la trama se centra en el deporte, con aspectos del juego que no siempre están presentes en este tipo de relatos; ya sea desde el entrenamiento y las actividades hasta pasando por las reglas propias para llegar a la NBA y la aparición de diversas figuras de la liga, tanto en el presente como del salón de la fama. De hecho no es casual que el papel de Bo sea interpretado por un jugador español profesional que hasta la recientemente finalizada temporada picaba la naranja en el Utah Jazz (aunque en el momento del rodaje defendía los colores del Boston Celtics, dándole mayor significado a ciertos guiños del film).
Con otra gran actuación de Adam Sandler que logra alternar entre el drama y un rol cómico medido, Garra es una interesantísima propuesta que nos ofrece la N roja, que si bien no quedará en el recuerdo ni se posiciona entre sus mejores trabajos, se disfruta y logra varios puntos altos.
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