17 de mayo de 2024
La estudiante 

Por Rodrigo Vega

Es dif?cil seguir corriendo, mis pulmones no pueden seguir el paso a mis ganas de sobrevivir. Lo intento, busco desesperada reparo. Un refugio donde no pueda verme, para que recupere fuerzas, salga de esta pesadilla, consiga huir del depredador, necesito un respiro de pel?cula de terror. ?NO! Necesito un arma, un jodido rifle.

Pens? que estaba delirando, jam?s se me ocurri? que podr?a ser apenas una pesadilla. Es que cuando gru?? y me salpic? de sangre no sent? que fuera falso. Es dif?cil dudar de la veracidad de algo que quiere matarte, incluso cuando apenas est? comenzando a prepararte para hacerlo. Un momento despu?s lacer? delicadamente mi antebrazo derecho con toda la crueldad de la que es capaz, evidenciando su gozo mientras mi rostro se desfiguraba y mis palpitaciones acrecentaban su ritmo ante la presencia de una amenaza de cuento de horror. Lo supe entonces, quiz?s no saldr?a con vida de esta escapada rom?ntica. Tal vez mi novio que nunca regres? est? muerto. Probablemente mi familia nunca sepa qu? sucedi? realmente. Seguramente alguien busque respuestas… Espero que no, solo hallar?n muerte.
 
Desde luego que no ser? una v?ctima, al menos no planeo comportarme como tal. Vi a Chris Hemsworth morir por hacerse el valiente, a Sarah Michelle Gellar enloquecer de impotencia, a Jared Padalecki desorientarse en la oscuridad ante un intenso dolor. Vi muchas historias de terror que terminaron mal y justamente por eso no ser? una c?moda presa. Tengo que ser veloz, vendarme r?pido y bien. No puedo dejarle un rastro de sangre. Dudo que el atizador que clav? en su lomo y el cuchillo con el que le cort? la oreja izquierda antes de clav?rselo en el pecho levemente (una pena), surta efecto. Estar? busc?ndome pronto fuera de la casa, hasta llegar al cobertizo. Pero ahora tengo el rifle de mi abuelo, cargado, listo. Entra perrito. Ven a recibir tu premio.
Ven perrito… Desde luego maldita bestia est?pida solo podr?s venir a tu modo, cayendo detr?s de m? desde el techo. Golpe?ndome con las maderas, forzando un disparo contra la puerta, creando un hoyo irregular brutal y central que realmente deseaba grabar en tu pecho… ?Maldito! ?Ahora debo correr hacia el bosque donde nadie sobrevive en una pel?cula con parientes tuyos!
Este arma se carga sobre la marcha, quiz?s haya perdido unos cinco cartuchos pero ahora est? lista para disparar la muerte a esa cosa que voy a disfrutar embalsamando si la mato. Si no me mata primero, o nos matamos juntos. No se qu? fue de Javier. ?Estar? vivo? ?En agon?a? ?Ser? capaz de sobreponerse a esta locura el tiempo suficiente para sobrevivir? ?Esta? tratando de ayudarme o habr? huido como una nena asustada, como yo deber?a estar? ?Por qu? no tengo el miedo paralizante que corresponde ahora? ?Qu? pasa conmigo?
 
Sigo siendo la rara. La que no tiene amigas de la primaria porque todas mis compa?eras cuestionaban mi modo de ser. Tan reservada, profunda, intelectual, aburrida, t?trica. Yo fui la que se pronunci? agn?stica a los 12 a?os. Y s?, sab?a perfectamente el significado, uno de mis pasatiempos favoritos era leer mis diccionarios y subrayar las palabras cuyo contenido aprendiera. ?La antisocial? No me dejaron opciones, sol?an excluirme, aprend? a estar sola. Ahora resulta que tanta lectura y pensamiento objetivo me permiten razonar a trav?s del horror. Ser rara no es malo.
Esa sangre fresca, ese charco repugnante, me temo pertenece a un hombre, cu?l de los dos que vi recientemente no lo se. Tanto como quiero a mi novio, no puedo distinguir su sangre de la del guardabosques Gast?n. Su primer fin de semana como encargado. ?Qu? mala suerte! Nadie le dijo que un lobo gigante estar?a rondando las caba?as este mi?rcoles. Pudo ser un asesino serial pero por qu? ir siempre a lo mismo. Mezclemos g?neros, que el guardabosque no se enfrente a Jason, que pelee bajo la luna llena con un animal humanizado, que gane si puede, si no implica que al hacerlo mi novio es entonces el due?o de toda esta sangre. Disculpame Gast?n, espero que tambi?n est?s vivo y que esta sangre sea del conde Dr?cula que pasaba y fue atacado por este perro rabioso gigante que a?lla y justo apareci? durante la luna llena en esta noche de Halloween.
 
Maldigo mi suerte desde que a las 00:01 horas mi novio fue hasta el auto y en su lugar lleg? esta cosa de dos metros y medio a rasgu?ar mi puerta, lacerar mi brazo, intentar aplastarme en la caba?a de mi abuelo. A veces la protagonista tiene suerte, el novio aparece, el de seguridad aparece, ser?an dos armas para matar esa bestia. No creo tener esa posibilidad esta noche. Dudo que el autor tenga piedad de m?.
La sombra se materializa observada desde el rabillo de mi ojo. Resbalo en el charco, por evitar el zarpazo del lobo. Otra herida y no podr? seguir de pie. El dolor ser?a muy intenso, me cuesta concentrarme con mi brazo intentando estallar. El filo de esas garras doli? y duele tanto como la herida misma, son dos dolores, uno agudo, el otro venenoso. ?Sus malditas garras siguen cort?ndome! ?No me ha tocado pero sigo sintiendo mi brazo desgarr?ndose! Una ra?z expuesta de un ?rbol de 200 a?os, ba?ada en sangre me hace caer, mientras el lobo aprovecha para avanzar y yo disparo involuntariamente por segunda vez, excepto que logro herirlo. ?S?! ?Le vol? una pata delantera! Sus aullidos me marean. Duele su ira, ese quejido bien ganado, mi peque?o triunfo, me est? dando migra?a, contin?o sufriendo sus heridas. Pobre Gast?n, puedo verlo ahora, colgando de una rama gruesa, de cabeza, de espaldas a m?, con su ropa cortada, goteando, como l?grimas rojas. A juzgar por el charco ya no le queda agon?a a su cuerpo para satisfacer a la atrocidad que lo atac?. Es hora de exprimir el lamento de mi cuerpo. Es mi turno, especialmente ahora que le quit? la pata derecha. Va a necesitar vengarse. Si por ning?n motivo quiso matarme ahora mi fin ser? lento y tortuoso.
 
Recuerdo mis s?bados leyendo cuentos de terror, leyendo filosof?a, leyendo historia digamos alternativa. Wikileaks me habr?a encantado. Necesitada de una ideolog?a compatible, un sentimiento emp?tico, momentos hist?ricos donde hallarme, algo. Sin amigas, apenas compa?eras de secundaria interesadas en que les ayudara a levantar el promedio, las idiotas que no entend?an f?sica, las vagas que no pod?an redactar un informe para psicolog?a, ellas tan felices en general, tan ignorantes en realidad. Pero siempre quise ser como ellas, vestir como ellas, hablar como ellas, no pensar como ellas, disfrutar como ellas, estar en su grupo. No sucedi? y la vida luego de la secundaria me dio como no, la raz?n a m?, la inteligente, la pr?ctica, la preparada. Incluso ahora desear?a haber sido una idiota m?s, quiz?s no estar?a en esta situaci?n. No imagino que ellas vayan a ser desmembradas por un hombre lobo en Halloween. ?No! Solo las especiales tenemos estos retos.
 
Gast?n cae finalmente, de cabeza sobre la base del ?rbol donde fue abandonado a morir. Escucho su cuello quebrarse, mis l?grimas se liberan de mi estado de shock y restricci?n emocional. Fluyen, imploran, gritan, desaf?an, hacen lo que no me permito, no les permito hacerlo por m? tampoco. Sigo en control, a?n estoy viva. Su pata derecha no existe, su sangre bord? ba?a un arbusto, se arrastra hasta encontrarse con la del guardabosque, con la m?a, solamente falta mi novio. ?D?nde estar?? ?Traer? ayuda? Esperar hasta la ma?ana? ?Despu?s de m? saldr? con una de ellas? Necesito una distracci?n para la bestia, es la ?nica escapatoria posible. Aunque su dolor, mi segundo cartucho, el chasquido de Gast?n, mi asesino distray?ndose, mi arma en alto otra vez, sus ojos amarillos reaccionando con sorpresa, mi sonrisa demencial, el disparo
Correr hasta cuando mis piernas puedan, cargar el arma en mi brazo ileso como si pesara 50 kilos, seguir sangrando. Agitada busco a?n a mi novio, no puedo creer que me abandonara, debe estar herido como yo, soy optimista incluso sabiendo que en estos casos el chico que sale al bosque primero, muere primero.
 
Mientras el lobo a?lla, gru?e desesperado, desea matarme lentamente, ?como si no lo deseara antes! Llego a la caba?a de vigilancia. Esquivo la sangre en la entrada, pobre chico, trabajando de esto solo durante este a?o para irse de vacaciones con sus amigos, result? una v?ctima m?s del horror. Desear?a poder delirar hasta perderme, caer en un sue?o profundo y, si esto es real, no despertar. Quisiera descansar un momento, darle a mi coraz?n pausa para normalizar sus latidos. Morir de un infarto si el desgraciado que est? rond?ndome falla en terminar su trabajo.

Su contorno se difumina entre los ?rboles, perceptible debido a la luz de la luna, los reflectores molestan los apagar?. ?Qui?n lo dir?a? ?No deber?a temer a la oscuridad m?s que nunca? Observo las c?maras de seguridad. Hay una que me deja ver el chalet de mi abuelo, veo la entrada, el auto, el cobertizo arruinado. Si tan solo esto grabara podr?a ver hacia d?nde fue mi novio. ?Es posible que esto almacene el video en la PC? ?Lo hace! Estaba grabando, puedo ver que le pas? a mi novio.

 

CONTINUAR?…

About Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial