La unión hace la fuerza
Luego de una accidentada inauguración en la obra teatral de Oliver, nuestros tres protagonistas deberán encontrar al culpable del asesinato del famoso Ben Glenroy.
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Por Ignacio Pedraza
La fórmula funcionaba a la perfección: protagonistas carismáticos, una química de la ostia y una narrativa simpática y dinámica para entretener de manera precisa. Si a eso le sumamos caras reconocidísimas que aportan su granito de arena para darle sorpresas y humor a la trama, el proyecto sigue avanzando. Eso parece ser Only Murders in the Building (2021), la creación de Steve Martin y John Hoffman, que estrenó recientemente la tercera temporada.
La segunda parte culminó con la reconocida estrella Ben Glenroy (Paul Rudd) dejando literalmente su vida en el estreno de la obra dirigida por Oliver Putman (Martin Short). Sin embargo, ya sabemos que la comedia de Hulu cuenta con varios trucos para que la trama no sea tan lineal y logre sorprendernos, más allá de que la figura de Glenroy será el motivo de investigación.
Con veinte capítulos en el lomo, la cuestión whodunit podía generar un desgaste o la necesidad de que los guionistas se las ingenien para seguir aprovechando a dichos personajes. Esta vez, el Arconia –que contaba con sus características como escenario único- se corre a un lado para adentrarse en el mundillo del teatro y del mundo artístico, similar a lo que vimos en Mira cómo corren (See How They Run, 2022) con cierto humor referido a dicha forma literaria sin caer en el metalenguaje, más allá de participaciones especiales que van en la sintonía a lo visto anteriormente.
Además del escenario, tanto la figura de Rudd como de Meryl Streep eran nombres rutilantes que venían a codearse con nuestros protagonistas y complementar la interacción principal ya comprobadísima. En este caso, el desafío de lograr congeniar tanto a dichas figuras como al resto del reparto que se sumó para la tercera temporada se volvió caótico, donde la trama no lograba el vuelo necesario principalmente en los episodios iniciales.
Varias situaciones se volvieron redundantes, o no despertaban el interés que podía intuirse. Entre tanta neblina, tanto Charles (Martin), Oliver (Short) o Mabel (Selena Gómez) se perdían y, lo que era más preocupante, no se veía entre ellos la relación tan elogiada compartiendo diálogos; como si cada uno anduviera por caminos distintos, y que se hizo notar.
Sin embargo, el golpe de timón o el camino desviado se enderezó con el correr de los capítulos, y sobre el cierre vemos el mejor momento de la temporada con el trío en plena acción y compartiendo momentos que deja las más sobresalientes escenas. Resulta clarísimo que cuando los tres se ponen en la investigación –que por momentos se obvia del misterio para abordar dramas individuales- se narra lo más interesante.
La tercera temporada de la serie recientemente estrenada en Star+ no cuenta con la insignia más destacada respecto a sus antecesoras, pero mantiene el espíritu y su buen sprint final nos deja con las expectativas elevadas, sumadas al recurso que vimos previamente para enganchar a su fiel público para su cuarta temporada ya confirmada.
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