Aquellos años maravillosos
Rocky Balboa es el pequeño gran boxeador de Filadelfia que se convirtió en un icono mundial, tanto dentro como fuera de la ficción. Hoy celebramos a uno de los mejores, sino el mejor, capítulo de su carrera.
Thiago Di Pasquale
¿Qué definimos como la mejor Rocky? Si nos ponemos a pensar, las mejores historias de la saga son cuando Sylvester Stallone, que funciona como guionista de la saga y a veces como director, habla de su propia vida a través de su personaje: un Stallone ya en la pobreza escribió Rocky, la historia de un humilde boxeador que recibe la oportunidad de su vida para saborear el éxito y la fama. El guion venia con una condición: Sylvester iba a interpretar al personaje principal, así es como recibió la oportunidad de su vida para saborear el éxito y la fama con Rocky (1976), una película exitosa en todos los sentidos, y que puso al humilde artista en el mapa.
Cuando se volvió a apostar con Rocky II (1979), la pelicula abre justo donde la dejamos, un empate, y con el Apollo Creed de Carl Weathers exigiendo la revancha, y define a su contrincante como “el hombre más suertudo del mundo”. ¿Fue solo eso Rocky para Stallone? ¿Un golpe de suerte? Ahora en la silla del director se asegura de demostrar que no es así, dándole definitivamente la victoria a su personaje y volviéndolo el campeón mundial. Entonces ¿Cuál es el siguiente capitulo? Actor y personaje llegaron a su punto más alto, ya no queda muchos deseos por explorar, pero como todo astro, quieren quedarse ahí, en el éxito que tanto les costó ganar, tal vez de eso trata la tercera parte, de las dudas y el miedo que traen la fortuna.
Y así pasamos a Rocky III (1982), donde está en la cima del mundo, su cara está en todos lados, le hacen una estatua y, según su entrenador Mickey (Burgess Meredith), enfrenta a personas que no son ningún reto. Como diría la icónica canción de Survivor «Eye of The Tiger»: “Cambias su pasión por gloria”; es del mismo fondo del que salió Rocky que viene un peligroso adversario, Mr. T interpretando a Clubber Lang. Este luchador no es el primer adversario de Rocky o el más grande como lo sería Ivan Drago en la siguiente, pero lo que tiene que Clubber Lang es un espejo, es un luchador humilde que busca la oportunidad de su vida para saborear el éxito y la fama contra el gran campeón, y cual Rocky gana cuando su adversario lo subestima y es cegado por su propio ego, excepto que ahora vemos la otra cara: Rocky es derrotado y, como si esto fuese una historia de superhéroes, pierde a su entrenador, su mentor, y ni siquiera puede admitirle su derrota, mintiéndole en su lecho de muerte.
En Creed (2015), Rocky le explica a Adonis, el hijo de Apollo, que su mayor adversario, en el ring y en la vida, siempre va a ser el mismo, si bien claramente es una metáfora. En Rocky III lo llevan a un sentido más literal, no solo debe superar la muerte de su entrenador y enfrentar sus dudas sobre si realmente está a la altura de este desafío, sino que Clubber Lang es un “Rocky Bizarro”: vino de abajo cargado de ira y ambición, y ahora abusa de los lujos de ser el campeón; Rocky quiere la revancha y poner a Lang en su lugar, no solo va a estar acompañado por su esposa Adrian (Talia Shire) y su cuñado Paulie (Burt Young), sino también por su antiguo rival, Apollo, y su equipo. ¿Acaso el excampeón también ve un poco de su peor lado en Lang o es un atisbo de compasión con Rocky que crecería en una fuerte amistad? Cualquiera o ambas visiones son válidas.
Llega la pelea final y, de más está decir, que Balboa gana, no solo gracias a la fuerza obtenida gracias a un montaje de entrenamiento, sino también usar la furia y vanidad de Clubber en su contra. Rocky vuelve a convertirse en el campeón, pero más que eso, obtuvo la única clase de respeto que importa en el mundo: el autorrespeto, y como forma de epílogo, hay una segunda revancha Balboa-Creed, pero ambos maduraron y ahora tienen un combate amistoso. ¿Quién ganó? Esa es una respuesta que quedó para después. Rocky III es la que logra mezclar la historia humana de las primeras de Rocky, que luego regresaría en Rocky Balboa (2006) y la saga de Creed, con la espectacularidad de Rocky IV (1985). ¿Eso la hace la mejor? Al final depende de cada uno, pero es una fuerte candidata de ser la campeona mundial.
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