De Tony Stark a hoy
El Universo Cinematográfico de Marvel cambió mucho desde 2008, cuando Tony Stark, en una cueva y con un poco de metal, construyó su primera armadura de Iron Man.
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Por Tiago Di Pasquale
En 2008 el cine de superhéroes era muy distinto al de hoy: Spider-Man en Sony se había coronado como la nueva estrella del milenio, seguido por los X-Men de Fox y la reinvención del Caballero de la Noche propuesta por Christopher Nolan; Marvel gozaba del prestigio, pero no mucho del éxito monetario por los acuerdos entre los distintos estudios (percibían muy poco de las millonarias taquillas). Por esta razón, «la casa de las ideas» quería apostar a producir sus propias películas, todo el riesgo para toda la recompensa. Como atractivo principal, estaba la idea de que estas películas fueran “episodios” de una historia, culminando en una cinta que junte a todos los héroes: Los Vengadores. Entre los personajes que iban a conformar este “Universo Cinematográfico” se iban a encontrar (al menos en un principio) Capitán América, Doctor Strange, Ant-Man, Black Panther, Shang-Chi, Hawkeye, Capa y Puñal, Power Pack y Nick Fury; pero cuando un contrato expiró, Marvel se topó con el que sería su estrella.
A lo largo de su historia, Iron Man estaba en un limbo entre ser conocido o desconocido, miembro de los Vengadores clásicos, historias icónicas como “Armor Wars o “Demon in a Bottle” y protagonista de algunas series y videojuegos. Un fanático de los cómics podría reconocer su armadura, pero el espectador casual no tendría la misma suerte, aun así, había gente que veía su potencial. En algún momento, Quentin Tarantino pudo dirigir una película de Iron Man, y actores como Nicolas Cage o Tom Cruise mostraron interés en interpretarlo. La película pasó por Universal, Fox y New Line Cinema hasta volver a Marvel, que se puso manos a la obra. Una vez allí, las cosas no resultaron más fáciles: Jon Favreau (el director elegido) tenía que trabajar con un guion sin terminar y que se escribía en el momento; además que él y Marvel Studios habían elegido a Robert Downey Jr. como Tony Stark, un actor que, tras un momento oscuro de su vida, quería reinventarse y revivir su carrera. Como todo el proyecto, una apuesta que podía salir muy mal. O muy bien.
Iron Man es una gran película, es extraordinaria comparada con lo que vino antes e incluso con lo que vino después: una historia de redención con giros previsibles pero efectivos, elevada por sus actuaciones, en especial la del protagonista, y la acción, con efectos que incluso ponen en vergüenza varios blockbusters actuales. Resultó ser una sorpresa para todo el mundo, Marvel Studios había hecho una buena película, pero también, junto a Favreau y RDJ, crearon un gran personaje, complejo y magnético, cosas claves para el que sería uno de los pilares de su universo. Con tan solo su primera película, Marvel encontró la fórmula del éxito, aprendiendo las lecciones correctas, pero también las incorrectas. Los Vengadores iba a ser tan exitosa de acuerdo con que tanto éxito tuvieran los protagonistas con el público, el foco debía estar ahí, cosa que hizo sufrir otros puntos como la trama o los antagonistas. Marvel tardó varios años en quitarse el estigma de villanos genéricos y cintas repetitivas (lo que no quita que a veces vuelven a recaer).
Iron Man es la historia de las personas que la hicieron: con lo mínimo crear un legado que hasta el día de hoy sigue vivo; como Marvel, una empresa que estuvo en la bancarrota, decidió apostar todos sus personajes producir sus propias películas, creando la franquicia más exitosa del mundo, como un actor caído en desgracia recuperó la fama y la gloria; y cómo “la competencia” quería recrear el éxito con peores resultados, no es prometer un calendario de películas, sino una buena película que sea el pistolazo inicial, cosa que, por ejemplo, James Gunn está aplicando con Superman. El futuro de Marvel parece incierto luego de su peor momento, pero en esta película podemos ver que si están en lo más bajo solo les queda volver a subir. Veremos qué nos depara la «casa de las ideas» y si aún tienen corazón.
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