5 de mayo de 2024
Cuando la memoria se hace cine


Con la asunci??n de Ra??l Alfons??n el 10 de diciembre de 1983 se marc?? la restituci??n de las instituciones democr??ticas y la instauraci??n de valores como la democracia, la libertad y la defensa de los derechos humanos, dejando atr??s una etapa violenta de la historia argentina y con el convencimiento de que la participaci??n activa en la construcci??n del futuro le permitir??an curar las heridas que hab??a dejado la dictadura.
En la cinematograf??a el proceso tuvo su correlato en la aparici??n de una serie de films documentales hist??ricos que propusieron una revisi??n de nuestro pasado. Surgieron as?? un grupo de films que plantearon una lectura de extensos per??odos de la historia argentina como La Rep??blica perdida (Miguel P??rez, 1983) y D.N.I. (Luis Brunati,1989).Y es as?? que las pel??culas de la posdictadura constituyen pr??cticamente un g??nero en s?? mismas. 

Se anuncia el juicio a las Juntas militares y en los cines en 1985 es posible leer «Siempre hay dos versiones de la historia: la oficial y la real». Era el estreno de La historia oficial, de Luis Puenzo, la cual en 1986 ganar??a el Oscar a Mejor Pel??cula Extranjera. Durante la ??ltima dictadura c??vico-militar argentina autodenominada «Proceso de Reorganizaci??n Nacional» (1976-83), Alicia (Norma Aleandro), una profesora de Historia y su marido Roberto (H??ctor Alterio), un empresario que hace negocios con los militares, adoptan una ni??a a la que llaman Gaby. A??os despu??s, en 1983, durante los ??ltimos meses de la dictadura c??vico-militar, Ana, una amiga exiliada de Alicia, regresa al pa??s. Este hecho, sumado a las sospechas que tiene Alicia sobre los turbios negocios de Roberto, y la aparici??n de una Abuela de Plaza de Mayo que busca a su nieta, dan un vuelco a la vida de la pareja. 

Otro t??tulo emblema de la ??poca fue La noche de los l??pices (1986) que pon??a ??nfasis en la denuncia de la represi??n. Y hubo un documental llamado Juan, somo si nada hubiera sucedido (1987) que marc?? un quiebre: mostraba cierta responsabilidad social en la represi??n (podr??amos decir que es la contracara de La historia oficial).


Ya en los a??os 90 se introduce la figura del militante. En Montoneros, una historia (1994) la militancia se observaba por un director que no hab??a participado en la vida pol??tica de la d??cada del 70. Y en Cazadores de utop??as (1996) el director y los que prestaban testimonios hab??an sido militantes activos y se reivindicaba la ??poca con un dejo de melancol??a. Los personajes de estas historias ya ten??an caras y nombres.

A un paso del cambio de siglo llega Garage Olimpo (1999), pel??cula dirigida por Marco Bechis, es detenido desaparecido, quien retrata la vida cotidiana en un centro clandestino de detenci??n.

El gran quiebre es posible se haya logrado en 2003 con Los rubios de Albertina Carri y M, de Nicol??s Prividera (2007), donde ya aparece una generaci??n de hijos dispuestos a contar la historia macabra de los a??os 70. 



Entre medio tenemos Cr??nica de una fuga (2005), donde Adri??n Caetano ficcionaliza los desaparecidos y el terror se apodera de la pantalla.

Y un poco m??s cerca tenemos a Infancia Clandestina (2012) de Benjam??n ??vila, donde vemos la vida de una familia que participa en la contraofensiva montonera, narrada desde el punto de vista de un ni??o. 


???Filmado, el pasado se fija [???] el cine es lo que nos ha dotado de memoria???, sostiene Jacques Aumont. El hecho de dotar de im??genes nuestro acontecer como Naci??n, los hechos cinematogr??ficos de los ??ltimos 30 a??os no solamente se convirtieron en memoria f??lmica de nuestro pasado sino tambi??n en testimonio de c??mo una sociedad imagin?? el futuro.


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