La nueva película de terror de los directores de Scream
Después de que un grupo de aspirantes a delincuentes secuestran a una bailarina de 12 años, hija de una poderosa figura del inframundo, sólo deberán vigilarla durante la noche para poder cobrar un rescate de 50 millones de dólares. En una mansión aislada, los captores comienzan a desaparecer, uno por uno, y descubren, para su creciente horror, que la pequeña niña con la que están encerrados no es normal.
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Por Gastón Dufour
Cada año nuevas producciones de terror se asoman a la cartelera e intentan quedarse con el premio que todas ostentan, el de “película del año”, pese a que el caso particular de este género no es de los más premiados en los espacios de reconocimiento tradicional. En contraposición, sí lo es en los de festejo de esta forma narrativa audiovisual.
De repente, y con semanas de estrenos fallidos y ofertas con desniveles, llega Abigail, dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett. Y la verdad es que rompe todo. Creo que estamos ante la dupla que mejor entiende el marco y las necesidades del horror y siembra sin ningún tipo de dudas el camino de aquello que pretende contar.
Todo comienza cuando un grupo “recomendado”, definido en lo individual con personalidades muy claras, trabaja coordinadamente en el rapto de la hija de un hombre suficientemente importante como para brindar un rescate de relevancia. ¿Coordinadamente? Sería la pregunta para reforzar lo expresado y la respuesta encuentra su devolución en los diferentes actos.
El elenco tiene puntos más altos que otros, pero sin lugar a duda alguna Alisha Weir, luego de su despliegue -con un registro, por supuesto muy diferente, en la remake de Matilda-, demuestra que el papel que le toca en suerte, y que le da nombre al film, le calza a la perfección.
El resto del elenco se completa con una fija en las anteriores películas de los realizadores, como Melissa Barrera (de las últimas entregas de la revitalizada saga Scream), sumada a Dan Stevens, Kathryn Newton, William Catlett, Kevin Durand, Angus Cloud (en una aparición póstuma) y Giancarlo Esposito.
Los jump scares, ese elemento tan bastardeado en el cine de terror de hoy, tiene pocas instancias de presencia; pero, como tales, son perfectos. Es justamente lo que se necesita al final de la faena; equilibrio y mesura en la intención de la máquina de contar, que no se olvida de incluir puntos de humor que completan el balance. Entre lo que sí es posible decir se suman los excelentes detalles técnicos, estéticos y argumentalmente dinámicos de un cuento que no para. No hay obviedades, cada recurso es utilizado de manera estratégica, y eso define el resultado final.
Los cruces simbólicos de subgéneros concuerdan con las ideas de contexto y guía a los personajes -escena tras escena, y secuencia tras secuencia- a medida que van descubriendo la situación a la que se enfrentan por decisión propia. La expansión de la historia se basa libremente en un film con guion de Garrett Fort, a su vez tomado de un relato de John L. Balderston, y a manera de continuación de Drácula, de Bram Stoker. Les recomiendo no investigar más para no incorporar excesiva información de antemano y arruinar la experiencia. Si bien pareciera que el trailer revela un gran porcentaje de lo que se puede ver en el transcurso del film, nada más lejos. No voy a develar los puntos que llevarían a conocer las sorpresas que alberga el conjunto. Mi recomendación es que sean pacientes y se dejen llevar.
TÍTULO ORIGINAL: Abigail
DIRECCIÓN: Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett.
ELENCO: Melissa Barrera, Dan Stevens, Kathryn Newton.
GÉNERO: Terror. Suspenso.
ORIGEN: Irlanda.
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