28 de marzo de 2024

Una verdadera joya para los amantes del género

Con una carrera tan completa, aún hay varias películas de Sam Raimi sobre las que hablar. Por ejemplo cuando en el 2009 volvió al terror con Arrástrame al infierno (Drag Me to Hell).


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Por Tiago Di Pasquale

Luego de terminar la trilogía de Spider-Man y para quitarse el mal sabor de boca que le dejo justamente la tercera película del arácnido en 2007 antes de volver a la cuatro, Sam Raimi desempolvó un guion antiguo que escribió junto a su hermano, Ivan, incluso antes de dirigir la primera película del Hombre Araña. Arrástrame al infierno sería una historia sobre el bien y el mal, y en particular cómo a una buena persona le pueden pasar cosas malas.

Si bien la película tiene casi 15 años, SPOILERS, tieen que verla. Está protagonizada por Alison Lohman como Christine Brown, una empleada de banco con ciertos complejos por su pasado, en una relación feliz con Clay (interpretado por Justin Long), y que está a la espera de una promoción en el banco donde trabaja. Christine va a tener una prueba de fuego (nunca mejor dicho) cuando aparece la señora Ganush, interpretada por Lorna Raver, una vieja gitana que está atrasada con sus pagos y está a punto de perder su casa. Luego de tantos aplazos, Christine está en el dilema entre darle otra oportunidad a Ganush o pararse firme y usar esta situación para demostrar que merece el puesto que desea. Por desgracia (aunque Christine no lo sabe aún), elige la segunda, ganándose el desprecio de la señora, y llegando a tal punto que tienen un encuentro violento (al mejor estilo Raimi) en un estacionamiento y la gitana termina maldiciéndola. Durante tres días, el demonio La Lamia va a atormentar a Christine y al terminar el plazo, la arrastrará al infierno.


Si bien esta película no llega a tener una clasificación para adultos, no hay que temer: Sam Raimi aún tiene dientes para el terror. Solo hay que ver el prólogo de la película, donde otra víctima de Lamia (un niño en 1969) cumplió su plazo y, efectivamente, termina siendo arrastrado al infierno, luego de algo que, en comparación, parece insignificante, como es robarse un collar. Ese es el terror de la película, cualquiera es víctima de cosas malas, y realmente no hay una explicación, se excusa al karma o al destino, pero al final solo somos víctimas de las circunstancias, muchas fuera de nuestro control. Durante los tres días de tormento, Raimi no pierde la costumbre de torturar a sus protagonistas, desde ruidos demoníacos a tirarle gusanos y tripas a Christine. Esta es quizás la película más grotesca del director (palabras mayores), pero es parte de la experiencia, aumentar la desesperación de nuestra protagonista para salir de esta situación, y si así la está pasando en vida. ¿Cuan peor sería su tormento en el infierno?

Ultima advertencia de SPOILERS: Christine descubre que puede regresarle la maldición a Ganush, que murió durante el transcurso de la película de causas naturales, así que luego de una escena en el cementerio (que bien podría estar sacada de la saga de Evil Dead), Christine parece ser libre de su maldición, incluso solo recibiendo buenas noticias esa mañana. Pero esta es una película de terror por Sam Raimi, donde sus protagonistas tienden a perder. Por una mínima confusión, Christine todavía está maldita, y frente a los ojos de su novio es, adivinaron, arrastrada al infierno. Fin.

¿Merecía Christine ser maldecida? Por supuesto que no ¿Debió darle otra oportunidad a la señora Ganush? Si supiera por lo que pasaría, se la daría sin dudarlo, pero en ese momento no sabía lo que le esperaría. Volvemos al tema de la película, nos pueden pasar cosas buenas o cosas malas, a veces influenciado en si hacemos cosas buenas o malas, pero generalmente solo pasan porque sí. Sam Raimi nos deja con esta moraleja: cuidate, se bueno y no serás arrastrado al infierno.


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