28 de marzo de 2024

Elige tu propia aventura

T?TULO ORIGINAL: Casa propia
ACTORES: Gustavo Almada, Irene Gonet, Maura Sajeva.
DIRECTOR: Rosendo Ru?z.
FOTOGRAF?A: Pablo Gonz?lez Galetto.
GUION: Rosendo Ru?z.
G?NERO: Drama.
ORIGEN: Argentina.

Rosendo Ruiz vuelve a hacer de la ciudad de C?rdoba el escenario para su cine, ahora con el retrato de un personaje complejo: un profesor de Literatura de secundario que al borde de los 40 a?os debe lidiar no solo con la pobreza, sino con su madre, de quien no ha logrado todav?a independizarse.


Por Ayel?n Turzi

La sala Leopoldo Lugones presentar? una retrospectiva del director cordob?s Rosendo Ruiz. En ese contexto entrena Casa propia, una obra que versa sobre la crisis de la mediana edad, las dificultades para emanciparse y la angustia de no encontrar un lugar de pertenencia.

Alejandro (Gustavo Almada) tiene cuarenta a?os, es docente y a?n vive con su madre. Atraviesa un momento en su vida donde todo es inestable: una relaci?n sentimental que le da m?s dolores de cabeza que satisfacciones, la enfermedad de su madre que, a pesar de lo tr?gico, le hace ver que su muerte ser?a lo ?nico que le permita romper la relaci?n de dependencia mutua, y la imposibilidad de conseguir un techo propio donde vivir por la propia situaci?n econ?mica que atraviesa y la mec?nica perversa del mercado inmobiliario.
Hay una b?squeda formal completamente heterog?nea que, lejos de mostrar incoherencias, se contruye como un lenguaje propio consistente y fresco que dota a la pel?cula de una clara identidad propia.

La c?mara de Ruiz, a veces en mano, a veces siguiendo a los personajes a trav?s de los espacios, a veces subjetiva, se propone casi espiar una serie de hechos cotidianos dados en un momento determinado de la vida de Alejandro. Es un hombre con su profesi?n definida a quien nada le alcanza. Y el punto de su angustia es que sus aspiraciones no son fantas?as irrealizables, quiere lo b?sico que la sociedad nos exige para catalogarnos como ?personas realizadas?: casa y familia. Pero el mismo entorno que le demanda conseguir esos ?tems para sentirse normal es la que le pone palos en la rueda. Para la casa, los requisitos que le piden en una inmobiliaria a la hora de alquilar est?n fuera de su alcance, a pesar de ser los b?sicos (garant?a y recibos de sueldo). A nivel familiar no puede cortar el v?nculo de dependencia casi enferma que ha establecido con su madre y parece querer replicarlo con su pareja.

La heterogeneidad formal que mencionaba antes plasma de forma casi directa la psiquis del personaje. Alejandro se convierte as? en un personaje indescifrable, impredecible. Por momentos es un hombre paciente que intenta ayudar tanto a su madre como a su pareja en la crianza de su peque?o hijo, pero de pronto se convierte en un ser que desprecia y maltrata a todos a su alrededor, incluy?ndose a ?l mismo.

Alejandro es inestable, est? perdido. Lo complejo es que sabe lo que quiere (si lo quiere por motus propio o por mandato es otro tema), pero no deja de autoboicotearse. Su frustraci?n lo enoja consigo mismo. Su vida es una madeja de hilo enredada de la cual es imposible encontrar la punta para empezar a desenredar. El diferencial de Casa propia es que cuenta esta crisis con sutiles gui?os humor?sticos, relativizando el drama. A pesar de postular la historia de un perdedor, la liviandad con la que se toman sus fracasos nos permite no angustiarnos, nos da una peque?a luz de esperanza que indica que, en casa propia o no, la vida sigue igual.

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