28 de marzo de 2024

El detective Benoit Blanc regresa a la acción

Tras el éxito de Knives Out, Netflix se hizo de los derechos de la película de Rian Johnson para dar luz verde a una nueva franquicia que continúa con potencial, aunque no con la misma frescura que el film original.


Por Ignacio Rapari

Cuando Knives Out cerraba el gran 2019 cinéfilo al ritmo de «Sweet Virginia», muchos debieron desear el pronto regreso de Benoit Blanc a la pantalla grande. Bueno, casi. Si bien el auténtico whodunnit -o “¿quién lo hizo?”- dirigido y escrito por Rian Johnson no había sido un éxito descomunal, Netflix supo que allí había un producto infalible para formar parte de los top en la plataforma, por lo que desembolsó 450 millones de dólares para que Knives Out 2 y 3 terminen siendo de su exclusividad.

Es así que Glass Onion: Un misterio de Knives Out llegó a «la N roja» con un mix de virtudes y falencias que ya existían en su antecesora, aunque en esta oportunidad, las decepciones han sido un tanto más visibles. La estructura es la misma, tanto en lo que respecta a las influencias literarias de obras de Agatha Christie o Ellery Queen y en el propio estilo elegido por Johnson en su primer caso (es hora que los empecemos a enumerar porque seguramente sean varios más), con elencos multiestelares, flashbacks, incontables miserias, un poco de parodia y algo de comentario social. Porque si en el film de 2019 el realizador se detenía sin muchas sutilezas en la era Trump y la inmigración, ahora lo hace en un mundo que transita la pandemia, con CEOs inescrupulosos, la cultura de la cancelación en su peor momento y streamers no del todo agradables. Obviamente, y al igual que en el film original, siempre con el ojo puesto en las bajezas más desagradables de las altas esferas, aunque con menos gracia en esta oportunidad.

Es que hoy por hoy es esperable que las secuelas intenten, en vez de innovar, apostar por magnificar lo que ya ha sido bien recibido, y si bien Johnson trae un relato igual de efectivo y entretenido, también lo opaca con algunos momentos que rozan el mal gusto, especialmente en el tramo final.

Es indiscutible que los apasionados de los relatos de misterios van a encontrarse con una historia pensada y ejecutada con todo lo esperable a la hora de una propuesta de este estilo, por lo que no puede decirse que Glass Onion no cumple su principal objetivo. Desde ya, que el espectador realice suposiciones anticipadas y se interese por la resolución del conflicto ya es todo un mérito. Sin embargo, ello no significa que todo sea tan fresco y logrado como en el film en la Knives Out original. Sin dudas, hay Benoit Blanc para rato, aunque algunas pretensiones de Jonshon funcionarían mejor en otra clase de títulos.



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