29 de marzo de 2024

The Diplomat. Keri Russell as Kate Wyler in episode 101 of The Diplomat. Cr. Alex Bailey/Netflix © 2023

Enredos políticos y conyugales

Tras ser nombrada embajadora de los Estados Unidos en el Reino Unido, Kate Wyler (Keri Russell) debe solucionar las potenciales crisis diplomáticas entre varias de las naciones más fuertes del mundo, mientras las especulaciones políticas no se hacen esperar.


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Por Ignacio Pedraza

Keri Russell en un thriller político. Sí, Keri Russell en un thriller político. Desde la previa compramos. Sin tintes de espionaje pero sí que abarca el elegante universo gubernamental, La diplomática (The Diplomatic, 2023) es la nueva propuesta que pone a la carismática actriz al frente de batalla y no falla, más si sumamos a una especialista en el género como es la showrunner Debora Cahn (Homeland, 2011).

Kate Wyler (Russell) es llamada de emergencia para ocupar el puesto de embajadora en el Reino Unido tras un bombardeo al portaviones británico que arroja la cifra mortal de 41 personas. ¿Quién lo realizó y con qué fines? Es el misterio que debe investigar la flamante diplomática, puesta a prueba por el gobierno estadounidense para testearla ante potenciales futuros desafíos igual de importantes.

Más allá de que la cuestión no es de ninguna liviandad, el asunto se vuelve más problemática para la protagonista cuando debe conocer a sus nuevos compañeros, alternar entre reuniones con los jefes del mundo, indagar en los intereses nacionales y el acecho constante de su esposo Hal (Rufus Sewell), quien supo estar en las primeras filas ministeriales pero que ahora acompaña a su pareja, aunque lo último que pierde el zorro son las mañas y anda avizorando todas las cuestiones.

El caótico contexto que se presentan a lo largo de los ocho capítulos cuenta con giros de la trama llamativos, que mantienen una narrativa dinámica y adictiva. Es que si bien en un comienzo parece complejo seguir el argumento entre tantos datos, movimientos y burocracia, la lista de directores compuesta por Cahn, Liza Johnson, Simon Cellan Jones, Alex Graves y Andrew Bernstein supieron darle una impronta gozosa para no caer en pleno hosco producto de la temática tratada.


Cabe destacar que la serie se toma en serio el asunto, con buenos pasajes de suspenso e investigación en un conflicto que despierta interés y nunca cae en una meseta, pero dicho asunto se enriquece por la interacción de sus personajes y un costado mordaz en base a diálogos interesantes y un guion inteligente; con un código en el que uno se va sumando con el correr de los minutos y logra interiorizarse con sumo atractivo.

Claro que quien maneja los hilos de manera detallada y óptima es su protagonista, quien lidia diferentes puntos y está sumergida directamente en cada uno de ellos; donde por momentos podemos observar desde su perspectiva la complejidad de su tarea. La serie, además, aborda la política no sólo en aspectos constitucionales sino de semblantes, al seguir la historia del matrimonio Wyler donde alternan entre lo protocolor y lo realmente genuino.

La segunda temporada de La diplomática está confirmada por parte de Netflix, quien nos dejó con la boca abierta tras el cierre del último capítulo. Obviamente esperamos ver más de la embajadora Wyler, con una aventura que atraviesa la solemnidad desde un costado que genera atractivo.

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