6 de mayo de 2024

El director la public? en sus redes sociales

A tres a?os del homicidio de su hermano, el director de cine Mariano Cohn, escribe una contundente carta donde sigue haciendo un fuerte reclamo de justicia.


El 29 de julio del 2015 Alejandro Cohn sufri? una baja de az?car en plena calle. Se sinti? mareado y decidi? sentarse unos segundos en el cord?n de la vereda. Una madre que pasaba junto a su hija lo vio. Ambas se acercaron y decidieron llamar a una ambulancia. Ingres? caminando al Hospital Melchor Posse de San Isidro «por una pavada», como cont? su hermano, el director de cine Mariano Cohn, que desde ese momento denuncia que hubo mala praxis. Hoy domingo, a tres a?os de ese d?a, comparti? una carta en la que le cuenta a Alejandro todo eso «que sigui? despu?s» y «nunca tendr?a que haber pasado».

Debajo textualmente la carta que le escribe?Mariano Cohn a su hermano y el incansable pedido de justicia:

 

Querido Ale:

Este 29 de julio se cumplen tres a?os desde que te mataron. Entraste al hospital Melchor Posse de San Isidro porque tuviste una baja de az?car en la calle, te sentaste en el cord?n de la vereda, una chica y su mam? llamaron a la ambulancia y te acompa?aron. Entraste caminando al hospital, contestaste las 15 preguntas de 15 y avisaste que eras diab?tico. Hasta ah? seguro que te acord?s. Lo que sigui? despu?s es lo que nunca tendr?a que haber pasado. Llevo tres a?os investigando y exigiendo justicia. En la guardia no te atendi? ni te revis? ning?n m?dico, no te hicieron ex?menes, no te hidrataron. Te abandonaron en una camilla por m?s de dos horas hasta que por la falta de atenci?n hiciste un paro respiratorio. Reci?n ah? una enfermera se aviv? de que te estaba pasando algo y te llev? al shockroom. Pero era demasiado tarde: el cerebro no puede estar m?s de siete minutos sin ox?geno, y hab?a pasado mucho m?s tiempo. Esa fue la causa de tu muerte: hipoxia.

Todo lo que hicieron despu?s fue peor. Una suma de procedimientos m?dicos salvajes que terminaron con tu m?dula quebrada, la clav?cula y las cervicales fracturadas y un golpe en la cabeza. Supongamos que hubieses zafado de la hipoxia, pero esas lesiones te dejaban cuadripl?jico de por vida. Te tuvieron dos d?as en terapia intensiva, dopado, con una traqueotom?a mal hecha. Los partes m?dicos dec?an cualquier verdura, incongruencias. Hasta que pedimos un traslado al Hospital Italiano y ah? salt? la verdad: estabas con muerte cerebral desde hace dos d?as y con muchas lesiones m?dicas irreparables. Tan grave fue la situaci?n que el mismo Hospital Italiano hizo la denuncia penal antes de comunicarnos a nosotros la demoledora noticia.

Despu?s de tres a?os de investigaci?n y el avance de la causa hay solo dos hip?tesis posibles de lo que pas?. La primera es que no te atendieron, te abandonaron en la guardia y cuando se dieron cuenta ya era tarde: tuviste una hipoxia, quisieron reanimarte e hicieron un desastre. Y los dos d?as que te tuvieron en terapia intensiva fueron simplemente para dejarte morir y que luego la muerte tape todo. La segunda hip?tesis es mucho m?s macabra, pero no me extra?ar?a (con todo lo que he visto estos tres a?os) que fueran capaces de hacer algo as?. Te abandonan en la guardia, ten?s la hipoxia, intentan reanimarte y no pueden. Hasta ah? es igual que la primera. Mi sospecha es que, cuando se dan cuenta del cagad?n que se mandaron, te quiebran en mil pedazos para despu?s decir que fue un accidente de tr?nsito. Como forzamos un traslado y son torpes, no tuvieron tiempo de dibujar la historia cl?nica.

A partir de ac? empieza la segunda parte de la historia: tener que convivir con los asesinos, con los encubridores, y el derrotero de llevar el dolor de manera civilizada pidiendo justicia.

Contrat? a un abogado y a tres peritos m?dicos, y recab? todo tipo de pruebas contundentes e irrefutables para cuando llegue el juicio. Logr? ubicar a todos los testigos del caso. La causa se sobrepuso a dos peritos m?dicos oficiales de los tribunales de San Isidro que la quisieron cajonear (ambos conocidos por ser funcionales al intendente). Los directivos del hospital quisieron hacer correr la bola de que hab?as tenido un accidente de tr?nsito (un disparate que fue desestimado en la causa). La gota que rebals? el vaso fue la desaparici?n de el libro de report de shockroom y las hojas de enfermer?a del d?a que ca?ste ah?. Sin palabras. Llama poderosamente la atenci?n que el intendente de San Isidro Gustavo Posse, los secretarios de salud Eduardo Prado y Juan Viaggio, y la directora del hospital Susana Guidi Rojo no se hagan cargo de nada a pesar de lo flagrante y salvaje que es todo. Tambi?n llama la atenci?n que los m?dicos homicidas sigan atendiendo como si nada hubiese pasado.

Hice p?blico el caso y sent? el culo en todo programa de radio, televisi?n o nota gr?fica donde me dieran espacio. Digo ?donde me dieran?, porque eso depend?a siempre de que el periodista se la bancara: me dec?an que la gente de Posse llamaba siempre para parar las notas. Ah? me enter? que el municipio de San Isidro es uno de los que m?s pauta publicitaria compra. Adem?s, todos los fines de a?o el hospital hace una ?gala? para recaudar fondos donde los pol?ticos se sacan fotos con famosos; me revuelve el est?mago ver las fotos de esa bizarreada en el marco de lo que te pas? ah?.

Renunci? a cualquier reclamo o demanda civil, no quiero recibir dinero de un Estado pobre por tu muerte. Voy a llevar adelante solo el juicio penal, a mi cargo y con el ?nico fin de que todos los responsables vayan presos y sean inhabilitados.

Me reun? con Mar?a Eugenia Vidal, la gobernadora, y le expliqu? tu caso. Recib? su apoyo y el del procurador Julio Conte Grand para darle dinamismo a tu causa. Pero tambi?n ten?s que saber que Gustavo Posse arrasa en las elecciones de San Isidro y es muy dif?cil desarmar sus artilugios de impunidad cuando lleva m?s de cuarenta a?os enquistado en el poder, m?s que Khadafi. Supongo que nadie quiere perderse esos votos.

Hace un mes por orden de la fiscal Asprilla, que lleva la causa, se convoc? al Cuerpo M?dico Forense de la Ciudad de Buenos Aires. Son m?s de veinte m?dicos que estudiaron tu caso y el dictamen confirm? que moriste por hipoxia, como resultado de no haber recibido atenci?n. Ratificaron todas las lesiones m?dicas y las delimitaron al shockroom del hospital Melchor Posse de San Isidro (oh casualidad, el libro que se afanaron). El Dr. Felix Bruno, coordinador del Cuerpo M?dico Forense, declar? no haber visto nunca en sus a?os de carrera una cosa semejante en cuanto a las lesiones recibidas en la guardia del hospital.

Hace unos meses, por medio de unos concejales de San Isidro y del abogado, me enter? de que tengo el tel?fono pinchado. As? que tambi?n convivo con eso. Me da much?sima bronca que me escuchen cuando hablo con mis ni?os, que sepan cu?ndo y por d?nde me muevo, que tengan acceso a mi correspondencia y, b?sicamente, que se tomen el trabajo de espiarme y no hayan hecho un carajo por aclarar qu? te pas? en ese hospital de muerte que se llama como el padre del intendente.

Tu juicio todav?a est? en etapa de instrucci?n. En breve, calculo, lo elevar?n a juicio oral y por ah? desfilar?n todos los imputados. El camino es largo y desalentador porque, qu? te voy a explicar, naciste y moriste en Argentina. Puede llevar m?s de diez a?os y en el medio tambi?n puede prescribir la causa o terminar con una condena excarcelable para los m?dicos y sin ninguna responsabilidad para los funcionarios que no paran de encubrir el hecho. Seguramente especulan con esa posibilidad.

Cada dos por tres me llaman por tel?fono familiares de v?ctimas que est?n sufriendo en vivo y en directo situaciones de desatenci?n, maltratos, encubrimiento, mala praxis y muerte en el hospital de San Isidro. Contesto a todos y les paso una f?rmula para que repitan ah?: que digan que hablaron con Mariano Cohn y que, si no les solucionan el problema en el acto, va a mandar las c?maras de cine y televisi?n. Parece que esta amenaza boba e infantil est? funcionando bastante bien porque han conseguido que atiendan a gente que se estaba muriendo, historias cl?nicas, marcapasos, etc?tera. De todas maneras, Ale, lo m?s triste es que en mi cuenta de Facebook acumulo decenas de casos de v?ctimas del hospital tan graves como el tuyo.

Hoy decid? compartir esta carta que escrib? para vos con tus amigos, con nuestros padres, con Margarita, con Gast?n y con un mont?n de gente que no conozco. Me ayuda a sentirme acompa?ado cuando voy solo al cementerio de Chacarita a dejarte tu coquita light frente a la l?pida; cuando leo tu nombre en el m?rmol y me tapo la boca con la mano, todav?a desconcertado; cuando te cuento que fuiste t?o de vuelta; que termin? otra pel?cula y que pap? anda muy triste. En realidad es lo mismo que charlamos siempre cuando te voy a visitar, pero en vez de dec?rtelo a vos, hoy lo escribo en esta hoja.

Te extra?o mucho, tu hermano Mariano.

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