5 de mayo de 2024

Lo oculto, doblemente oscuro

 

True Detective es una historia noir moderna que a lo largo de sus dos primeras temporadas -2014 y 2015- se convirti? en una serie de absoluto culto entre sus seguidores. Con notable influencia del policial cinematogr?fico (pensemos en la huella de Pecados capitales de David Fincher), el centro del relato nos presenta a dos seres atrapados en medio de una trama corrupta que atenta contra sus vidas personales.


Por Maximiliano Curcio

Cada episodio de la primera temporada de True Detective se presenta como un descenso a los infiernos espirituales de ambos detectives (interpretados por Matthew McConaughey y Woody Harrelson), cuyo punto de partida y resoluci?n se encuentra en un brutal asesinato en modo ritual sat?nico. La primera temporada fue nominada a cinco Premios Emmy y cuatro Golden Globes.

La serie relata la historia de una perturbadora investigaci?n que se extiende a lo largo de diecisiete a?os. El largo per?odo de tiempo que abarca el relato de la primera temporada nos permite un desarrollo de la personalidad y caracter?sticas de sus protagonistas que no es habitual: llegamos a conocer en profundidad su forma de ser, de actuar, su vida personal, los hechos que han atravesado la rutina de sus d?as. Los ocho cap?tulos que comprenden la primera temporada son una compleja narraci?n que va entregando pistas al espectador de forma gradual, suministr?ndole informaci?n vital para componer el rompecabezas de su intrincada trama. Y en dicha complejizaci?n de su relato, la serie adquiere un vuelo notable.

Una de las variantes m?s ricas que ofrece es el centro de gravitaci?n que ejercen ambos protagonistas para la historia. Los dos poseen un lado malvado oculto que saldr? a la luz y, como si fuera poco, ambos polic?as est?n dotados de personalidades contrapuestas. De manera que tensamente enfrentados en plena investigaci?n de un caso por dem?s complicado y a medida que sus personalidades se van transformando, la historia adquiere un sentido de vertiginoso espiral. All?, la carnadura de ambos caracteres va ganando peso dentro de una historia que apela a una atm?sfera de inc?moda oscuridad como reflejo de la corrupta sociedad de la que forman parte.

El espectador disfrutar? de una magn?fica interpretaci?n de Matthew McConaughey, un actor que desde su galardonado papel en Dallas Buyers Club?ha dejado definitivamente atr?s su etapa de gal?n de comedia rom?ntica para convertirse en un actor con todas las letras. Su acento naturalmente texano muta hacia un acento sure?o de la Am?rica profunda, y su nihilismo exacerbado dota a su personaje de una dimensi?n filos?fica, tan fascinante como tr?gica, evidenciando una notable contundencia psicol?gica en cada uno de sus mon?logos que reparte, a diestra y siniestra, cada cap?tulo. Uno ve derrumbarse su mundo personal, lo cual nos anima a identificarnos con ?l y con sus temores.

Por influencia de la ambientaci?n llevada a cabo en los paisajes de la siempre atractiva Lousianna, el tratamiento fotogr?fico dado a la serie consigue capturar la atm?sfera con la densitud adecuada, que pareciera dibujar una ciudad estancada en el tiempo, bajo el supersticioso sino de un malvado hechizo. Si bien True Detective?se centra m?s en la vida privada de los detectives que en la investigaci?n policial en s?; no obstante el escenario de los hechos emerge como un tercer protagonista indiscutido. La claustrofobia del encierro en sofocantes y h?medos espacios, colmados de humedad y putrefacci?n, vuelven todav?a m?s perturbadora la traves?a.

Todos los episodios de la primera temporada est?n dirigidos por el mismo realizado, Cary Fukunaga. Algo poco habitual en las series estadounidenses que suelen turnarse directores, el estilismo visual empleado lleva a la serie a un plano superlativo: pensemos en la antol?gica escena filmada en un plano secuencia de exquisita resoluci?n. El gui?n, a cargo en solitario de Nic Pizzolatto -creador y director de la serie-, presenta una narraci?n con saltos espaciales, que requiere de una elaborada utilizaci?n de la elipsis temporal y los flashbacks/flashforwards. La precisi?n utilizada para dicha t?cnica tambi?n hace que la serie se dimensione a?n m?s. Y no pod?a faltar una banda sonora que acompa?e con gran poder?o: ?Far From Any Road?, de The Handsome Family, es la canci?n que se escucha en los t?tulos de cr?dito, omnipresente melod?a que ya forma parte de la mitolog?a de la serie.

Estamos en presencia de un relato viciado, sopesado bajo un halo de violencia in crescendo. La oscura realidad circundante degenera el ambiente y se presenta como latente amenaza. La propuesta, como puede deducirse, necesita que el espectador se entregue de forma absoluta al mundo hipn?tico y s?rdido que plantea, de manera de poder descubrir la identidad de los verdaderos malvados. No ser? una tarea sencilla. La corrupci?n institucional y personal que parece sobrepasar los l?mites de lo veros?mil deja ver, nuevamente, un nivel de malicia en estado puro. En el centro de ese infierno habitan las vidas emocionales de sus protagonistas, fracturadas y ca?ticas; y en esas grietas poco esclarecedoras la serie potencia su encanto y alimenta su perversidad.

La segunda temporada de esta popular serie tambi?n consta de ocho episodios y se conoci? al a?o siguiente. En este siguiente ejercicio, la serie se ha emplaza en una corrupta ciudad industrial del estado de California. Dejando los l?gubres pantanos de Lousianna y los asesinatos rituales de lado, aqu? el argumento hace foco en un caso de corrupci?n pol?tica que tiene lugar en un terreno m?s urbano.

La intriga que se desata sigue el hilo de la investigaci?n sobre el asesinato del gerente de la ciudad de Vinci, un municipio que convive con una red de corrupci?n pol?tica, cuya conspiraci?n quedar? al descubierto tras dicho crimen. Igual de cautivante que en su anterior temporada, la segunda parte se prueba como una apreciaci?n efectiva sobre la condici?n humana, aunque sin las reflexiones existenciales que caracterizaban al personaje compuesto por McCounaghey. Con pulso firme, sigue sus propias huellas para mutar sin perder identidad: la dosis justa de oscuridad y pesimismo para percibir la amargura a flor de piel en los personajes del detective Ray Velcoro (Colin Farrell) y del mafioso Frank Semyos (Vince Vaughn), dos seres atormentados, fragmentados y apesadumbrados.

Para su tercera temporada, pr?xima a estrenarse en el mes de enero por HBO, el creador Nic Pizzolatto elabor? la historia de un nuevo detective de polic?a (el ganador del Oscar Mahershala Ali), esta vez ubicado en la ciudad de Arkansas y conectado con los bajos fondos criminales.

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