La lucha contra el silencio
El ya retirado Adonis Creed es golpeado por la sombra del pasado cuando Damian, su amigo de la infancia, regresa para pedirle un último favor: catapultarlo hacia la gloria. Lidiando con las negativas de su entorno y el remordimiento que le dejo su accionar, Adonis debe enfrentarse con el oponente más peligroso: él mismo.
Por Lucas Soto
El pasado. Un pequeño Adonis mira con orgullo a Damian, su protector y hermano de sangre. Este segundo lleva a su protegido a recorrer las calles nocturnas de la ciudad para zambullirlo en el corazón de las lonas y la transpiración. Como la futura promesa del boxeo, Damian va a por todo, con un hambre tan voraz como peligroso.
A pesar de salir victorioso, un encuentro fortuito relacionado con Adonis termina en tragedia, mostrando cómo la violencia, ciega y desmesurada, toma control de la situación.
El presente. Con respiración calmada y una mirada calculadora, el ya adulto Adonis (Michael B. Jordan) engancha una serie de movimientos que noquean al retador por el título. Manteniendo el cinturón en sus manos, el campeón del mundo cuelga los guantes para iniciar una pelea aún más desafiante: la normalidad de la rutina. Pero los jugueteos con la pequeña Amara (Mila Davis-Kent) y las caricias con Bianca (Tessa Thompson) no alcanzan para acallar los recuerdo ocultos a la fuerza.
Gracias a la aparición sorpresiva de un Damian sufrido (Jonathan Majors), Adonis saca a relucir los fantasmas de un pasado irresuelto, poniendo en jaque el legado que logró construir, el presente con su familia y el futuro con su propia persona.
Debutando tras las cámaras, Jordan expone en Creed 3, su ópera prima una planificación que se aleja, al menos por unos minutos, de la norma que impuso, allá por 1976, la primera Rocky.
Con movimientos de cámara que se apoyan en el slow motion – los mismos recuerdan a los experimentos que Guy Ritchie hace con su Sherlock Holmes – y una puesta onírica, que realza la búsqueda metafórica del autor, la película disfraza su relato clásico de superación con una frescura que permite al espectador mantenerse expectante ante los sucesos, por más que la previsibilidad de los mismos sea innegable.
Por más que la vaguedad del guion decida omitir explicaciones a situaciones que fuerza en mostrar con flashbacks inconclusos, o que la transformación de Damian en el oponente más malicioso y vengativo que pueda existir sea de lo más arcaico, la película es lo suficientemente inteligente en sostenerse gracias su historia B, aquella que pasa por debajo de lo que se ve en pantalla, impregnándose en la retina silenciosamente.
Si algo que Creed 3 logra, contundentemente, es plasmar esta historia subyacente sobre un Adonis depresivo, que deja entrar, literal y figurativamente, la ira y el descontrol que una vez lo poseyó por completo. En donde Bianca le pide palabras y explicaciones, Donnie opta por el silencio ruidoso, gritando a mansalva y estrellando lo que tenga a mano contra la pared. En donde Damian le recuerda que parte de su ser se debe al tiempo compartido años atrás, el ex campeón duda de su legado, de lo que logró con la sangre de sus cortes y el sudor de su entrenamiento.
En definitiva, Adonis no solo se enfrenta a los errores que pudo cometer hace tiempo, sino a comprender que dichas decisiones no son lo que lo definen. En una lucha constante entre lo que dejó ir y lo que dejó entrar, Donnie manotea una soga para poder respirar, sin comprender que el mayor contrincante se encuentra en su interior, en el perdón pausado y en la comprensión desinteresada hacia ese rival que llega a desequilibrar lo que, aparentemente, estaba en orden.
TÍTULO: Creed 3
TÍTULO ORIGINAL: Creed III
DIRECCIÓN: Michael B. Jordan.
ELENCO: Michael B. Jordan, Tessa Thompson.
GÉNERO: Drama. Deportes.
ORIGEN: Estados Unidos.
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