La historia real del caníbal y necrófilo
Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer es la nueva serie de Netflix que retrata los atroces asesinatos cometidos por el caníbal de Milwaukee. Si te gustan los relatos criminales y te quedaste con ganas de una nueva temporada de Mindhunter esta es la serie que no te podes perder.
Por Antonella Avendaño
El actor Evan Peters nos tiene acostumbrados a encarnar personajes psicópatas, líderes de sectas y asesinos en serie gracias a American Horror Story de Ryan Murphy, director y creador junto a Ian Brennan de la serie Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, para Netflix. Se mete de lleno en un rol que le queda como anillo al dedo, demostrando la brutalidad de un asesino con compulsiones macabras.
Antes de que Peters personificara a Dahmer otros actores también se pusieron en la piel del asesino: Ross Lynch lo interpretó en Mi amigo Dahmer (Marc Meyers, 2017), una adaptación donde se ve a un joven Dahmer dar origen a sus inicios de asesino; y Jeremy Renner en Dahmer, el carnicero de Milwaukee (David Jacobson, 2002), uno de los primeros roles protagónicos del actor.
Jeffrey Dahmer fue responsable de la muerte de al menos diecisiete hombres y un menor de catorce años, en donde violó y descuartizó a sus víctimas, confesando también la práctica de necrofilia y canibalismo, entre los años 1978 y 1991. La serie protagonizada por Evan Peters, Richard Jenkins y Niecy Nash presenta un drama criminal biográfico que revela los hechos que llevaron a este personaje a convertirse en el monstruo de Milwaukee.
Si bien la serie expone la vida de uno de los asesinos más despiadados de la historia, también apunta una mirada más cercana a la vida de las víctimas y su entorno. Hay varios puntos a analizar en lo que va de la serie y no hay que pasar por alto.
Una problemática social que en ese tiempo abundaba por doquier: el racismo, la homofobia y la negligencia policial que plasma la serie contribuyeron a que Dahmer estuviera suelto por mucho tiempo y se prolongara más de lo debido. Estando en la mira varias veces e incluso siendo arrestado por exhibicionismo y delitos sexuales, logró su cometido llevándose varias víctimas a cuestas.
En una montaña rusa de emociones pasas de la repulsión al enojo en segundos pensando que todo se podía haber evitado, solo que la desidia y la indolencia de pocos influyeron en los actos de un sádico.
Una de las particularidades que presentaba el asesino era la compulsión de mantener consigo los restos de sus víctimas, en su habitación conservaba varios huesos y cráneos, un barril con torsos disolviéndose en acido, extremidades que guardaba en la heladera para de a poco comérselos. La sensación de control que Dahmer experimentaba era tal que lo llevó a comerse el cerebro de sus víctimas y beber su sangre para que formasen parte de él. En entrevistas que mantuvo durante su detención confesó abiertamente que deseaba crear un zombie viviente, que intentó implementar perforando la cabeza de sus víctimas introduciendo ácido o agua hirviendo para que este se encuentre a su disposición.
Aunque la serie se encarga de evidenciar los crímenes llevados a cabo por este monstruo, logra separar los hechos de una idealización ante uno de los asesinos más crueles sin dejar de humanizar a sus víctimas. El capitulo 6 “Silenciado” es de los más crudos y tristes que alcanza la serie exteriorizando la vida de una de sus víctimas sordomuda Anthony Hughes.
El punto de vista de las familias de las victimas es otra cuestión a destacar y cómo logran juntar fuerzas a pesar de las adversidades que plantea un sistema judicial que deja mucho que desear.
Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer es desgarradora, terrorífica, incomoda y espeluznante de ver, pero cada capítulo te invita a inmiscuirte más y más en la historia de un hombre que puso en duda una cuestión que se debate hace tiempo: ¿un asesino se nace o se hace?
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