La historia de Jem Belcher: boxeo de época
A inicios del siglo XIX en Reino Unido, tanto el pueblo como la aristocracia solo alientan el nombre del campeón de boxeo: James Belcher. Biopic basada en el ascenso y descenso del boxeador.
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Por Ignacio Pedraza
El boxeo es, quizá, de los deportes más adaptados en la pantalla, donde su práctica cuasi batalladora y las historias de superación la posicionan como una de las disciplinas favoritas para llevar adelante hechos tanto ficticios como verídicos. El segundo caso es donde se apoya La forja de un campeón: la historia de Jem Belcher (Prizefighter, 2022), drama deportivo que sigue a Jem Belcher (Matt Hookings).
Sin estar en las principales páginas del deporte de combate, la película dirigida por Daniel Graham intenta innovar con dos componentes que desde la previa son interesantes, como son los retratos de época junto a las películas que abordan el box. Sin embargo, lo que podría distinguirla a los múltiples antecedentes del subgénero, tras su visionado es olvidable.
De por sí, el proyecto lo podrían promocionar (de hecho Amazon Prime parece hacerlo) con Russell Crowe en los primeros planos, pero eso sería engañoso. El actor escocés, quien interpreta al abuelo del protagonista Jack Slack, apenas tiene un puñado de escenas y no deja de ser una participación especial, que alcanza para ser el nombre más pesado del reparto y quien sostiene la trama desde el comienzo, pero yendo de más a menos.
A partir de allí, si bien la historia logra equilibrarse, los abusos de biopic se hacen notar y nuestro protagonista pasa por todos los puntos típicos del género. Además de esto, el tratamiento sobre los pecados y abusos que tiene el campeón inglés es bastante superficial, sin llegar a profundizar sobre los mismos para que el consumo de la misma no se vuelva muy espesa. El ascenso y descenso en su carrera deportiva va con una vorágine pasatista que nunca acentúa en ninguna etapa de manera precisa.
Las relaciones de Belcher también cuentan con la misma característica, y aún con menos provecho ya que por momentos parece lo más interesante de abordar. La interacción con su madre (Jodhi May), que se enmarca por los fantasmas del abuelo, nunca despega y hasta se vuelve redundante, y lo más enriquecedor pasa por los personajes que rodean a Jem durante su etapa de apogeo, encomendados por el entrenador Warr (Ray Winstone) y el infame Lord Rushworth (Marton Csokas), quienes son los más sobresalientes del reparto.
En secuencias de acción, lo mismo sucede con la fotografía –a cargo de Ziryab Ben Brahem– donde uno puede intuir que no contó con un gran presupuesto al verse limitada la ambientación, aunque roza lo correcto, y en los combates no se arriesga mucho. Puede recalcarse la pelea final ante Henry Pearce (Ricky Chapin), que se toma su tiempo para abordar “la pelea olvidada” con diferentes secuencias a través de los extensos dieciocho rounds y donde puede notarse el sacrificio de los combatientes. Un ejemplo de dicha escena preponderante también se nota con la musicalización, donde Paul Saunderson sale de la típica música modorra de época para apostar por algo más arriesgado pero atinado a la situación; dándole un valor más épico a lo reflejado.
La forja de un campeón: la historia de Jem Belcher es una de las nuevas propuestas de Amazon Prime que puede llamar la atención e insinuar aspectos novedosos, pero apenas cumple como trabajo de época y deportivo. Además, aquellos que le den play por la imagen de Crowe al principio, deberán buscar por otro lado.
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