Los Ángeles de Charlie son más que acción y hegemonía
Cansadas de la vida criminal, Carole y Alex deciden adentrarse en una última misión que les daría la libertad deseada, mientras tanto conocen a la veloz Sam y descubren nuevos conceptos sobre la vida y el porvenir que anhelan.
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Por Ignacio Pedraza
Atención: las siguientes líneas están escritas por un fan ferviente de Mélanie Laurent y todo lo que realice dicha artista francesa. Por lo que viene a continuación estará repleto de subjetividad -¿qué no es subjetivo en esta vida?- sobre el nuevo trabajo de ella. ¡Viva Mélanie, viva!
El título, el trailer y varios de los trabajos que trae Netflix del género pueden intuir que estamos ante una comedia de acción más. Seguramente para varios de los que le darán play buscarán eso y tantos otros no encontrarán rasgos distintivos en dicha película; pero Ladronas (Voleuses, 2023), el nuevo proyecto de Mélanie Laurent para la «N roja» cuenta con detalles que pueden marcar la diferencia.
El robo de la secuencia inicial demuestra la eficacia de Carole (Laurent) y Alex (Adéle Exarchopoulos) para llevar adelante su trabajo robando objetos valiosos, pero la vida criminal llegó a un punto en el que quieren dejarlo atrás. Sin embargo, no es fácil salir del control de su mandamás Marraine (Isabelle Adjani) y un último papel pueden darle la salida necesaria.
Para esta última tarea estarán acompañadas por un equipo técnico detrás que la asistirán para conseguir la pintura deseada en Córcega, con la logística de Abner (Philippe Katerine) y los instrumentos que propina Clarence (Félix Moati); pero también se sumará Sam (Manon Bresch), para crear el trío justo que rememorará a la creación de Ivan Goff y Ben Roberts.
Pero lo dirigido por Laurent, con guion de Cedric Anger y Christophe Deslandes, no cuenta directamente con la premisa directa típica del último trabajo para el salvataje de nuestras protagonistas, sino que decide narrar, profundizando particularmente, en la preparación de la misma y la calma cuasi vacacional previo a llevar adelante la labor.
Durante ese lapso, la trama decide abordar algunas cuestiones que se escapan del género o que, en otros proyectos, no tienen tanta importancia necesariamente. Algunas secuencias demuestran el poder que tiene el personaje de Adjani, no quedando solamente en palabras; o los dilemas personales que arrostra Carole, sumado a las inseguridades internas contra esa fortaleza externa que exhibe Alex. Todo esto mientras el descansillo de las tres –con la inevitable secuencia de preparación para el personaje de Bresch– fortalece su interacción de manera aún más interesante que la que vimos en la última adaptación de Elizabeth Banks.
Obviamente que dicha lectura permite deslumbrar algunos semblantes interesantes del largometraje, pero que no está libre de pecados y vertientes cuestionables. Si bien las secuencias de acción no están expuestas, tampoco logran sobresalir con uso de la cámara lenta como predominante y la resolución, donde la explotación podía elevarse a otro nivel, queda a mitad de camino.
Ladronas, la nueva producción francesa, cuenta con rasgos para destacarse entre la irregularidad de la oferta del servicio de streaming, contando con una pintoresca fotografía de Antoine Roch y la buena implementación de la musicalización de Jerome Devoise para que se convierta en una interesante propuesta.
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