La búsqueda musical de un pueblo
Un frustrado camarógrafo de fiestas judías, que siente rechazo hacia la religión de su familia, se enamora de una clarinetista de música klezmer y finge el rodaje de un documental sobre este estilo de música idish para pasar tiempo con ella. Terminará emprendiendo un viaje por Europa del Este en busca de las melodías klezmer perdidas que mantienen vivas los gitanos que vivían con los judíos antes de la guerra.
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Por Sebastián Arismendi
Dentro de la competencia argentina del 38 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se presentó ‘Adentro mío estoy bailando, ópera prima de Leandro Koch y Paloma Schachmann, la misma resultó ganadora de la Berlinale (Festival Internacional de Cine de Berlín) de este año.
La búsqueda de un ritmo que se pierde en las montañas de Europa del Este, mismo que florece de un eco de un pueblo cuyo idioma perece bajo la hegemonía de una nación dominante. ¿Qué nos define como una cultura? ¿Qué hace la música para que pueda perseverar en las generaciones?
Leandro y Paloma hacen una investigación musical y étnica en Adentro mío estoy bailando, documental ficccionado coproducido por Austria. El guion se fue tejiendo a medida que pasaban los años y las aventuras que se presentaban en este viaje; es un road trip dentro de todas las palabras, también un homenaje a la música Klezmer, un archivo para que quede en la posteridad esta tradición que perece en Europa del Este, al menos desde su lado más original.
Leandro es un fotógrafo de bodas judías y Paloma una clarinetista de una banda klezmer en Buenos Aires. Ambos se conocen y se enamoran. Ella es investigadora musical y decide hacer un viaje en la Europa profunda; él finge crear un documental sobre Klezmer, aunque es una temática que desconoce por completo al ser un judío no tan involucrado; ambos van en diferentes búsquedas, siendo la música el puente.
Es interesante ver films como Adentro mío estoy bailando, resulta exótico para el cine nacional pues se enfoca en una cultura que ni es latina ni es propia de la Argentina. Para los goyims, el tema resultará novedoso pero también para la comunidad judía que no conoce más allá de la influencia hebrea.
Hay una narración en off que recorre toda la película, está es un cuento en yiddish que se posterga y va a la par del hilo del guion. De manera intencional o no, rompe con lo documental para ser una ficción pero todo lo que se cuenta acá ocurrió.
El retrato de la comunidad yiddish o lo que queda de ella en países como Ucrania, Rumania y Moldavia prevalece en la música que los gitanos tocan, esto es interesante pues refleja un contraste: las bandas de Klezmer de Buenos Aires y los escasos violinistas de yiddish en las montañas de Europa del Este. La música moderna y la tradicional que se pierde dentro de las mezclas o la falta de interés de las nuevas generaciones.
El mayor problema de Adentro mío estoy bailando es su divague, por momentos pierde al espectador o capaz nos sentimos perdidos en la búsqueda de los realizadores. Si bien la captura y el testimonio musical de los pobladores es fascinante, se vuelve un único archivo de esa cultura agonizante, para el público general queda como un retrato etnográfico pero no narrativo.
Adentro mío estoy bailando es un registro y una investigación, la historia de fondo se difumina entre las reiteraciones, la falta de energía de la línea narrativa y el relato, para lo cual a veces hay que conservar bien los límites entre la realidad y la ficción.
TÍTULO ORIGINAL: Adentro mío estoy bailando
GUION Y DIRECCIÓN: Leandro Koch y Paloma Schachmann
ELENCO: Leandro Koch, Paloma Schachmann, Perla Sneh, Rebeca Ianover, César Lerner, Marcelo Moguilevsky, Lukas Rinner, Vanya Lemen, Ivan Popovych, Simkhe Nemet, Vasile Rus, Bob Cohen, Victor Covaci, Dumitru Covaci, Nicolae Covaci, Gheorghe Covaci.
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA Y CÁMARA: Leandro Koch y Roman Kasseroller
MONTAJE: Leandro Koch y Javier Favot
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