24 de abril de 2024

Atención: esta película cuenta con una mala protagonista

Llegó a Star+ su película original Not Okay (Falsa influencer), protagonizada por Zoey Deutch trata sobre la obsesión de las redes sociales y la cuestión de llegar a ser viral de cualquier manera posible. Una comedia negra que moderniza un sub-género siempre interesante.


Por Ignacio Pedraza

Danni Sanders (Zoey Deutch) trabaja como editora de fotografía, pero su sueño es ser redactora aunque en la oficina no se la tiene en cuenta por su intenso amor propio y frivolidad. Si a esto le sumamos una vida social pasiva, donde se siente sola y con algún que otro signo de depresión, buscará de cualquier manera para generar el interés de la gente, pero principalmente del influencer Colin (Dylan O´Brien), y su solución es un ficticio viaje a París que le traerá consecuencias fatales.

La película de Quinn Shephard, Not Okay (Falsa influencer, 2022), llegó a Star+ como uno de los proyectos más interesantes de las últimas semanas, con una temática –que emplea a varias con distinto abordaje- vigente que se presenta en los debates del día a día. Ya sea la importancia de las redes sociales, el rol de los influencers y su persuasión a los seguidores son los núcleos centrales de esta sátira que se presenta en tono de comedia negra.

No llama la atención el trabajo de su protagonista: Deutch ya demostró trabajos similares en Como salir de Búfalo (Buffaloed, 2019) donde evidenció su histrionismo o capacidad para llevar adelante el proyecto –en este caso también ejerce como productora ejecutiva- pero que siempre es importante sacar a relucir el trabajo de la joven actriz. Sin embargo, quien se lleva unos aplausos extras es Mia Isaac, quien se presenta como la contracara de Danni y que tiene momentos sobresalientes de manera discursiva en el papel de referente para la sociedad.

La frivolidad no es el único caso tratado en el largometraje, ya que las distintas tendencias que rodean la trama se presentan hoy en día. De manera indirecta las redes sociales también presentan discursos políticos extremos y el libertinaje de opinión hasta las fake news, revelando información privada y discursos de odio que se visualizan en la historia.


Más allá de los temas tocados, la realizadora decide posicionarse en todo momento desde el tono de comedia y presentar la trama, que podría abordar con componentes más dramáticos, con la misma caracterización a lo largo del film; eso sí, bajándole un par de revoluciones a lo que vemos en los primeros minutos. En este sentido, dicha narrativa permite al espectador problematizar sobre las diferentes temáticas contemporáneas sin caer en una perspectiva clara.

Todo esto fortalecido por el tono colorido –la protagonista es la personificación de ello- y la musicalización –no podía faltar la gran Avril Lavigne– que la posicionan en un sub-género con los que contamos con banderas representativas como Ni idea (Clueless, 1995) o Chicas pesadas (Mean Girls, 2004).

Sin embargo, y trayendo a colación otro ejemplo como es Se dice de mí (Easy A, 2010), el climax es de lo más llamativo, a la hora de tener en cuenta la empatía con la protagonista o pensar en las consecuencias de los actos. Shephard no tiene problemas en utilizar a los personajes en el plano de la verosímil para no caer en fórmulas ya vistas.

¿Será Not Okay el ícono de un sub-género de una época como los otros ejemplos? Cuesta definirlo –e imaginarlo- pero tenemos ante nosotros un buen proyecto que evidencia –a través de la sátira- el papel de las redes sociales hoy en día.

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