Spider-Man 2: ¿Sigue siendo la mejor de la saga de Sam Raimi?

Datos, no opinión

Seguimos repasando la filmografía de Sam Raimi con la que, para muchos, es considerada su mejor película. En su aniversario, recordamos a Spider-Man 2 del 2004.

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Por Tiago Di Pasquale

Hacer una secuela es un desafío, lo más fácil seria repetir la película anterior y esperar que la gente no se de cuenta. Pero cuando hay que ofrecer algo nuevo, ¿cuánto sumás? ¿Cuánto quitas? ¿Qué dejas igual para complacer y qué cambias para sorprender? Seguro Sam Raimi se estaba haciendo esas preguntas cuando le encargaron continuar la historia de uno de los mayores éxitos del 2002, Spider-Man. Había que subir la apuesta, los personajes ya estaban establecidos y todas las herramientas estaban a la disposición, pero ya sea que el propio Raimi o Alvin Sargent, el guionista elegido para la película, lo hayan descubierto, quedó claro que mientras más grande se volvía la película de Spider-Man, más íntima se volvía la historia de Peter Parker.

Spider-Man 2 es una película de Peter Parker (Tobey Maguire), un joven adulto que tiene problemas manteniendo el equilibrio de su vida, lo que termina descuidando todos los aspectos de la misma: familiar, social, académico, profesional, hasta debe varios meses de renta. Sumado a esto, es el Hombre Araña, el mayor héroe de la ciudad de Nueva York, aunque la riqueza y la fama lo ignora, la acción es su recompensa. Toda esta presión hace que Peter pierda sus poderes (en los momentos menos oportunos), pero ¿sus poderes lo están castigando o el castiga sus poderes? ¿Es justo que alguien que no lo pidió reciba tanto poder, tanta responsabilidad y tanta culpa? Eso es el centro de Spider-Man 2, un héroe cuestionando su cruzada en un momento de crisis, y (spoiler alert de una película de casi 20 años) resulta que Peter puede elegir, puede elegir ser Peter Parker, puede elegir ser Spider-Man y puede elegir ser feliz con sus dos mitades.

Después del Duende Verde de Willem Dafoe ¿Quién podría ser el nuevo terror de los neoyorkinos? ¿Harry tomaría la posta de su padre? No, muy pronto, mejor rescatar un concepto descartado de la primera parte, un segundo villano que ahora sería el antagonista principal, Otto Octavius, el Doctor Octopus, “Doc Ock”, interpretado por el gran Alfred Molina. Si en la primera película, Spider-Man enfrentaba a su némesis, con Doc Ock está frente a su reflejo oscuro, un científico que encontró la felicidad y el equilibrio en su vida, pero que su propia ambición destruye todo eso y lo convierte en un octópodo criminal, cegado por la furia de mostrar que su experimento no fue un accidente, un héroe que reniega sus dones y un villano que los explota para el mal, una clásica historia del bien contra el mal.
Muchos pueden tomar como “trampa” el elemento que los brazos le “hablen” a Octavius para orillarlo a hacer el mal, pero puede verse como una exageración del conflicto de Peter, sus poderes arácnidos no son lo que determinaron su camino de héroe, sino sus acciones y la experiencia que ganó. De igual manera, Otto debe hacerse cargo de su poder y de su error, lo que termina en un digno sacrificio (y una resurrección multiversal 17 años después).

Mary Jane (Kirsten Dunst) es muy criticada en este universo, un poco injustamente. En la primera película vemos cómo abandona las cosas que, en teoría, la harían feliz, la popularidad de Flash Thompson, la riqueza de Harry Osborn, para volver a Peter Parker, el vecino que siempre la amó en secreto y apoyó en su deseo de ser actriz; aunque ella ignora que Peter tomó la decisión de dejarla ir para protegerla de la próxima amenaza, aunque le cueste su felicidad mutua. ¿Cómo encontramos a MJ en Spider-Man 2? A un paso de seguir adelante, olvidarse de Parker, que tanto la ignora, e irse con un fanático fiel de sus obras, interesado y que resulta ser un astronauta (de los de verdad), John Jameson, hijo del editor del Daily Bugle, cosa que por desgracia nunca llega a ser explorada en detalle, ni siquiera comparten una escena padre e hijo. Una gran pena es que la escena más importante de Mary Jane terminó cortada de la versión de cines, pero fue rescatada para Spider-Man 2.1 (el corte extendido), donde habla con su amiga del teatro sobre la decisión de irse con John, influenciado por el trauma de su padre, pero que quizás no debería rendirse con ese tal Peter Parker, que hubiese complementado el final en donde elige quedarse con Peter, en las buenas y en las malas.

Sam Raimi sabe cómo entregar un mundo vivo, lleno de personajes icónicos, desde los secundarios más menores a los más cercanos a los protagonistas. Harry trata de eclipsar el luto y su odio a Spider-Man siguiendo con el legado de Oscorp, lo que termina en desastre luego del experimento de Octavius: en su punto más bajo, termina en el lugar perfecto (o imperfecto, como prefieran verlo) para continuar con el segundo trabajo de su padre. La tía May es un personaje que llena de corazón la trilogía, figura maternal y brújula emocional de Peter, incluso ella tiene un arco, de perdonarse a sí misma y a su sobrino por la muerte de Ben, que al final no fue culpa de ninguno de ellos; y hasta logra formar parte de la acción y darle un paraguazo al Doctor Octopus. No por nada Rosemary Harris es la mejor tía May (datos, no opinión). Si bien mencionamos uno de los puntos más débiles de la película con el papel de John Jameson, su padre y todo el staff del Clarín son una parte esencial de estas películas, simplemente no sería lo mismo. Y no podemos dejar de mencionar al señor Aziz, dueño de la pizzería donde Peter trabajaba, la chica que se rehúsa a pagar las pizzas, el hombre que acusa a Spider-Man de robarse las pizzas, el OTRO hombre que casi se come una pizza, el señor Ditkovich y su hija Úrsula, Rosie Octavius y el equipo de Otto, el trabajador del banco, la señora del violín, Bruce Campbell haciendo de Mysterio disfrazado (otra vez) y toda la gente en el tren que Spider-Man salvó y tratan (sin éxito) devolver el favor.

Decir que Spider-Man 2 es la mejor película del personaje es muy subjetivo, pero está fuera de discusión que está entre las mejores, el punto culmen de la trilogía, que logra mezclar el humor, la acción, el terror y el amor en una elegante telaraña. Si bien no marcó una época como la primera, cimentó a la saga como realeza de Marvel en el cine, queda disfrutar esta gran película de Peter Parker.