La primera regla es hablar de ello
Buscando mayor popularidad en la secundaria, las jóvenes PJ y Josie crean un club de pelea femenino, donde se acercarán a un diverso grupo de adolescentes mujeres y pondrán en jaque el status quo del colegio.
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Por Ignacio Pedraza
La feria previa al inicio del último año de secundaria establece las nuevas reglas para PJ (Rachel Sennott) y Josie (Ayo Edebiri) en su afán por lograr los intereses románticos –y a la vez no tan sentimentales- que fueron esquivos en el último tiempo. Sin embargo, cuando las cosas no salen como lo esperaban, su accidental creación de un club de pelea dentro de la escuela las posicionará de otra manera.
Bottoms (2023) se presentó como una comedia adolescente que sorprendió en este año calendario, donde desde su ridiculez hace su mayor fortaleza. Dirigido por Emma Seligman, el proyecto se sumerge en un subgénero reconocido que en las últimas décadas contó con varios trabajos disruptivos que enaltecieron y elevaron la vara de dicho tipo de proyectos.
Es inevitable reconocer huellas de American Pie (1999) o Supercool (2007) para estos personajes con lejanos parentescos a los de un coming of age y a la vez con las situaciones –y hormonas- propias de la edad, sumado a las lógicas del sistema educativo estadounidense que suenan a cliché pero que cuentan con referencias como Ni idea (Clueless, 1995), La elección (Election, 1999) o Chicas pesadas (Mean Girls, 2004).
Sin embargo, el trabajo de Seligman –quien escribió el guion junto a la propia Sennott– y que cuenta entre las productoras con el nombre de Elizabeth Banks, logra crear un universo propio donde el delirio y la incorrección política es la nueva normalidad, y donde se presenta el mayor desafío a la hora de consumirlo: el ingresar al código propuesto de la sátira generará sensaciones exponencialmente más positivas respecto a aquellos que se sorprendan ante la ausencia de veracidad y refinado.
A la vez, queda claro que el código no es rebelde per se, y que dicho sarcasmo se ve justificada a través de la crítica que intenta impregnar el film: el rol de la mujer y las normas establecidas en las instituciones educativas diferenciadas en clases son temática predominante en el relato, aunque lo absurdo inunda todo y no hay lugar para la metáfora, ya que el mensaje es evidente.
Dentro del universo creado, el trabajo del reparto se destaca por ser la primera línea en ingresar en dichas normas con interpretaciones en la misma sintonía y en composé con lo que se ofrece. Si bien las dos protagonistas logran llevar adelante la trama con mucha química –ya comprobado en trabajos anteriores-, hay roles como el de Ruby Cruz o Nicholas Galitzine que acompañan gratamente a este nivel de demencia; con los jóvenes abarcando todo ante el pequeño puñado de adultos que aparecen en cámara, pero todos con el carisma como predominante.
Dichas virtudes también se observa en lo técnico, con una trama que es predecible pero entretenida en sus formas, con secuencias interesantes –fortalecidas por momentos gracias a la musicalización de Leo Birenberg y Charli XCX– y una visión melancólica a décadas anteriores a pesar de que la historia se sitúa en la actualidad, sin tanto justificativo pero con cierta reminiscencia que siempre ayuda.
Cabe destacar que no todos disfrutarán del nuevo estreno de Amazon Prime por su frenesí, pero Bottoms no deja de ser una de las opciones más interesantes que ofrece este 2023, con figuras juveniles que vienen a constatar de su talento y creatividad para brindar trabajos distintos.
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